El Misterio Del Bosque

Un día diferente

Cierto día, Alice Todd iba caminando, haciendo los respectivos mandados del día.
Alice es la chica del grupo separado. No le gusta convivir con todos sus compañeros, sino que prefiere mantenerse en su reducido grupo de cinco amigas que comparten las mismas características en ese sentido.
Es una chica quinceañera, rubia de tez pálida, calmada pero fácil de alterar. Es inteligente, detallista y le gusta mucho leer y escribir.

Estaba ella entregando su último mandado para luego volver a la tienda de sus padres, cuando empezó a escuchar unos pasos y unas voces graves. Eran dos muchachos, que a juzgar por su tono de vos, tenían de veinte a veintitrés años. Por cómo se hablaban no parecían muy educados, pero Alice prefirió no juzgarlos mal.
En un momento aumentaron el volumen de su voz. Conversaban de una forma odiosa, sobre todo por lo que decían.

- Oye, si que hay chicas lindas en esta ciudad, es una lástima que todas sean tontas y no paren la vista en hombres como nosotros. - Dijo uno de ellos.

- Tienes razón, creo que tendremos que lograr de alguna forma que den la vuelta su mirada y se fijen en nosotros. - Le respondió el que estaba a su lado, dirigiéndose indirectamente hacia la joven que estaba a unos pasos.

Se acercó, la tomó del hombro y ella, disgustada, se dio media vuelta, le dirigió una buena patada en la entrepierna y se echó a correr lo más rápido que podía.
En un momento ella pensó ¿En donde podré meterme para alejar a estos dos pervertidos? Oh cierto...

Alice recordó el viejo bosque.
Ella solía ir con sus amigas a compartir risas y hablar de la lectura. Otras veces iba sola a aquel lugar, y los cuerpos desalmados le llamaban mucho la atención, aunque debido a la perturbación que le causaban sus ojos completamente blancos, prefería no acercarse.
Una vez rodeó el bosque y encontró un cadáver clavado en un árbol. Estaba escrito en el "Vete, no te incumbe. Por nada te acerques. Ni pienses en entrar, pues encontrarás el fin".
Al ver eso, estupefacta, la chica se alejó a paso apresurado pero sin demostrar perturbación. Sólo se veían sus cejas levantadas, dando a entender que no quería tener que ver con esto.

En ese instante de adrenalina, sabiendo que dos pervertidos la seguían, decidió ignorar el cadáver que encontró dos semanas atrás, que ya liberaba un olor desagradable, y entró en aquella zona prohibida.
Los dos persecutores se detuvieron ahí, asqueados por el olor que despedía aquel cuerpo sin vida en estado de descomposición y comenzaron a discutir cuál de ellos iba a entrar a aquel tenebroso lugar.

Mientras tanto, Alice observaba el lugar encantada por la belleza que sus ojos notaban. Era un área circundada por árboles delgados y el invierno hacia de este lugar algo un tanto tétrico pero al mismo tiempo cautivante.

No pasó mucho tiempo en que se presentó un misterioso encapuchado. Su cara no estaba allí, en lugar de eso, sólo se podía ver un humo oscuro y sus ojos eran dos simples luces de un tono rojo que hacían juego con su gran manto color carmesí.

- Bienvenida, joven Alice. -Dijo el ser con un tono formal- De seguro te estas haciendo muchas preguntas en este momento. Pero no te preocupes, que todas tus dudas serán aclaradas.
Me llamo Dahriel. Soy el guardián de esta mitad del bosque. Te habrás dado cuenta hace un rato de que la gente se encuentra corrupta por la maldad, perversión y muchas otras cosas. Yo me encargo de exterminar la conciencia de esas despreciables personas. Como se puede apreciar, hay cuerpos desalmados merodeando por el bosque. Estos cuerpos, como lo dice su nombre, no tienen alma, pues yo se las quite.

Alice se tomó un tiempo para digerir todo lo que el espectro le dijo. Estaba ahogada en pensamientos que orbitaban locamente en su cabeza, pero aún así, tenía una pegunta que la preocupaba un poco, ¿Seré yo una persona de este tipo?

En ese momento el encapuchado pareció saber lo que la pálida chica se preguntaba, a lo que dijo:

- No debes preocuparte por ti, joven, pues tú eres una persona pura de corazón y la carnada de tus persecutores, ¿No tiene eso sentido? Quédate aquí. -Le dijo el encapuchado mientras se dirigía a un pequeño camino entre dos ileras de árboles-

El espectro tomo la forma de la chica y se paró de espaldas a esperar a uno de los pervertidos.

El hombre entró algo asustado, pero cuando la vió, se formó una sonrisa maliciosa que iba de oreja a oreja se le dijo:

- Aquí estás niña malcriada. Esa patada te va costar caro. - La falsa Alice giro su cuerpo, pero sus ojos no eran los suyos. En el momento su iris eran de un color carmesí y una sonrisa similar a la del persecutor, que demostraba mucha satisfacción, se dibujó en su cara. El ente procedió a volver a su forma verdadera y el hombre se quedo estupefacto.

- ¿Con que perseguías a una quinceañera con horribles intenciones? Te metiste en un gran lío, amigo mío.

Dahriel colocó de rodillas al pervertido con el poder de su mente. Su boca se abrió lo más que pudo, sus ojos perdieron todo tipo de color y mientras soltaba un chillido de dolor y unas clases de arcadas, un humo blanquecino salió desde su boca, ojos y nariz , y voló al cielo sin detenerse. el pervertido se convirtió en un desalmado que fue caminando despacio hacia el bosque, por una orden psíquica del ente.

Alice estaba completamente perturbada. No sabía como reaccionar ante tal escena, y por más que tuviera todas las ganas de correr, no movía un músculo.

- Falta uno. - Dijo Dahriel dirigiéndose a la pálida chica.

Entró el segundo y se encontró con la falsa Alice, pero comenzó a sospechar. Ni bien sintió el espectro que el humano se alejaba, se volteó mientras volvía a su forma verdadera, y atrajo al hombre con los poderes de su mente. Lo colocó de rodillas mirando hacia arriba, pero esta vez hizo algo diferente. Comenzó a salir un líquido de tono rojizo de su boca, sangre. Esta sangre se dirigía directo al encapuchado y no paro hasta que toda la sangre haya abandonado ese cuerpo. Ni bien termino, se dirigió nuevamente a Alice, y le dijo:

- Espero no tener que hacerte esto nunca, jovencita. - Y Dahriel desapareció sin dejar rastro alguno-

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Muchísimas gracias por tomarte el tiempo de leer mi historia corta. Como aclaré anteriormente, es la primera vez que publico algo en Wattpad.
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Espero que te haya gustado. Gracias 😀