Juro matarte

Era ella...

Unos hombres me ayudaron llevándome a mi hogar.
Mi mente trató de recordar lo que había sucedido antes de aparecer en aquel extraño pueblo,  como una pequeña película lo vi, estaba caminando por las calles hasta que todo se puso negro y aparecí en aquel extraño lugar.
Reconocí mi hogar, aquella casa donde mis padres me mantenían a salvo, decían ellos que ese lugar era nuestro cuartel, nunca entendí eso.
Agradecí a los buenos hombres y me dirigí a la puerta, pero había algo raro, sentí un vacío de manera inmediata al tocar la puerta con la palma de mi mano. Recordé que no llevaba las llaves en el bolsillo, pero mi madre siempre insistió en enterrar una copia cerca de aquel horrible jarrón en el jardín, nunca utilicé esa copia, pues no la había necesitado antes tanto como hoy.
Al abrir la puerta,  un olor pestilento invadía el ambiente, corrí en busca de mis padres.
-MAMÁ!!!  PAPÁ!!!
Nadie respondió, sentí un sudor frío recorrer mi cuerpo, ellos jamás salían de casa,  era imposible que no contestaran.
Agarré una vara y me dirigí en busca de ellos, sabía que en algún lugar de la casa debían estar.
Decidí guiarme por aquel olor, iba a la habitación de ellos.
Lo que mis ojos veían no podía creerlo.
Mis padres estaban cubiertos en sábanas de sangre.
Lloré de rabia, sentía que mis lágrimas eran de sangre,  justo cuando iba a tomar una mala decisión veo que el pecho de mis padres aún tenía...movimiento.
Llamé a la ambulancia y mientras se hacía el traslado,  me informaron que al perder tanta sangre perdieron la conciencia,  pero que aún existía una mínima posibilidad que vivieran.
Sentí que todavía había una luz.
Vi a mi madre, era ella quien había ido a salvarme,  era su alma,  ella aún vivía, era un mensaje.
Ellos estarían en el hospital,  mis familiares se encargaron de vigilarlos hasta que despierten.
Volví a casa,  tenía que saber quienes hicieron eso, tenía que encontrar a esa persona,  mis padres jamás hicieron daño, nadie tiene derecho de hacer tan vil daño a personas tan justas como ellos.
Entre las sábanas que estaban en el suelo, había un mensaje escrito con la sangre de mis padres:
"Prometí matarlos"
Había un nombre debajo del mensaje: FOLP.
Corrí al hospital, rogué verlos y me ayudaron.
Agarré la mano de mis padres,  miré al cielo entre lágrimas y realicé el mayor juramento de mi vida:
Juro matarte.