La vida da muchas vueltas y a lo largo de los años aprendes a tropezar y por ende caer, pero siempre te levantaras para continuar, pues sabes que debes hacerlo. Un tropiezo no significa un mal pasaje, sino un levantamiento poderoso de qué algo muy bueno para ti vendrá pronto a la marca.
No planeó que entiendan mi filosofía incomprendida, pero tal vez de este modo logren visualizar algunas decisiones que he tomado a lo largo de mi vida. No consideró que he vivido demasiado como para hablar de mí de este modo, pero sé que es la mejor manera de comprenderme a mí misma.
12/03/15
Levanté mi mirada justo para encontrarme con unos intensos ojos color esmeralda intentando analizar mis pensamientos a través de mis propios ojos color miel. Con cuidado cerré el cuaderno donde hace unos instantes estaba escribiendo y volví a concentrar mi mirada en aquellos intensos ojos.
-Sophie ¿Ocurre algo? -Pregunté.
-No realmente -Contestó bajando la mirada hacia sus piernas. –Es solo que estabas muy concentrada escribiendo y me habías dejado sola en la habitación, sabes que no me gusta estar sola.
-Soph no fue intencionalmente y lo sabes - Contesté deslizando mi mano por su rostro y subiendo su mentón de manera tal que su mirada conecte con la mía. –¿Sabes que nunca te dejaría sola no? -Le digo acercándola a mí y dándole un pequeño beso en los labios.
Me apartó y le dirijo una bonita sonrisa, me gusta verla feliz. Ella me sonríe de vuelta y se vuelve a acercar a mí por otro beso que dura lo suficiente como para despegarnos por la necesidad de volver a respirar. Nuestros labios vuelven a rozar y puedo sentir como suspira en mi rostro. Con mucho esfuerzo vuelvo a abrir mis ojos y la tomó de la mano para dirigirnos hacia el interior del apartamento.
-¿Nina quieres ir por una pizza? - Pregunta Soph con una tierna sonrisa plantada en su rostro y un cigarro apenas encendido.
-Bueno, deja que me ponga un mono y vamos por ella -Le contestó acercándome y arrebatando de su mano el cigarro para acercarlo a mis labios e inhalar, termino por exhalar y dirigirme a la habitación que comparto con Sophie. Abro el tercer cajón de la repisa junto a la ventana para tomar un mono gris sencillo y luego me dirijo al armario frente a la cama para tomar una camisa blanca y unas vans negras.
Una vez lista voy hacia la sala y la encuentro de pie terminando de fumarse el cigarro de hace un rato perdida en su propia cabeza. Me acercó lentamente por detrás y paso mis brazos alrededor de su cintura, haciendo que de un respingo y se gire entre mis brazos.
-Nina suéltame, me asustaste -Me dice saliendo de mi agarré y dirigiéndose a la salida.
-Ya ya, lo siento, no pude evitarlo -Le digo saliendo igualmente por la puerta.
Afuera Sophie no pierde el tiempo y rápidamente entrelaza su mano con la mía para caminar tranquilamente hacia la pizzería. Mientras andamos hablamos de banalidades y de la universidad más que todo. Ella y yo casualmente estudiamos en la misma universidad de arte solo que diferentes carreras, ella estudia pintura y yo estudio teatro.
Conocí a Sophie hace 2 años, en una venta de garaje a tres cuadras de mi apartamento, ella estaba interesada en un pequeño buda de madera, a el cual yo le había echado el ojo. Recuerdo que le pregunté si realmente lo quería, que había muchas cosas bonitas en la venta como para que se fijase en ese pequeño buda que tanto quería, pero su respuesta fue que ella lo había visto primero y que lo deseaba ahora más sólo por mi insistencia.
20/06/14
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Distance(IN PAUSE)
Teen FictionUna distancia de más de 10057 km y 6249 millas había entre él y yo. Que irónico pensar que podríamos superar esa distancia, que siempre estaríamos juntos a pesar de todas las adversidades que nos pondría el destino. La cuestión está, en sí realmente...