Al fin llego a mi destino, me bajo de mi equino, lo siguiente que veo no tiene nombre alguno, escombros, cenizas, edificios destruidos, la sangre es un buen indicio de la revolucion que en aquel lugar dio inicio. Entre las tinieblas y el humo veo una silueta, silueta de una joven de apariencia bella, ella parecía llorar el silencio, me hacerlo lentamente a ella y su respirar se hace mas fuerte en mi oído con tan solo unos pasos de distancia su respirar para, la silueta se desvanece en el humo.