Capitulo 6

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Abro los ojos lentamente pero los vuelvo a cerrar cuando siento un dolor agudo en la parte de atrás de mi cabeza.
“¿Que a pasado?”
Los recuerdos comienzan a llegarme,
es cierto... estaba peleándome con Raúl cuando me caí ¿no?

La cabeza me vuelve a doler y la acomodo sobre lo que estaba a pollada. Era duro pero es cómodo y tibio... 

Un segundo...

Me incorporo y noto q me estoy moviendo, no, mejor dicho, alguien me esta cargando sobre su espalda, y yo estaba recostada en ella.

–Vaya vaya, parece que la bella  durmiente se a despertado– esa voz... era de la persona que me estaba cargando y también del culpable de q me doliese   la cabeza.

–EHH?!? –me intente separar de manera tan brusca que casi me caigo pero el pedófilo me agarró mas fuerte de los muslos de la pierna para hacer contrapeso y no caerme. Fue entonces de que me percate de que sus manos estaban a pocos centímetros de mi culo –SUELTAME MALDITO PERVERTIDO!!

Ahora si me baje de su espalda y me puse de pie con dificultad ya que la cabeza me seguía dando vueltas.

–¿Pero que haces idiota? Apenas puedes quedarte de pie– dijo el tipo este que me amarga la vida dándose la  vuelta para intentar cojerme otra. vez.

–Prefiero quedarme coja a que me tengas que cargar otra vez– le digo señalándolo y el voltea los ojos, me paro a mirar el lugar donde estamos, no lo reconozco. –¿A donde me llevas?

–Te iba a llevar a mi casa a curarte y dejarte descansar maldita.

–Pensabas aprovecharte de mi mientras estaba insconciente, verdad? – pregunto en tornando los ojos y mirando acusadora mente.

“Maldito degenerado” pienso haciendo varias hipótesis sobre la manera en la que tenia pensado violarme. 

–¿Por que querría hacerte nada a ti? No es como si fueses guapa – pff no me lo esperaba.

–No es como que tu listón este muy alto..–en mitad de la frase siento ese horrible mareo y siento que me desplomo de nuevo,  de no ser porque Raul me sujeta a tiempo.

–Te lo dije, vamos a mi casa que te una pastilla y descanses. 

No me gustaría aceptar ayuda de este pero siento que podría desmayarme en cualquier momento, así que cuando me pasa su mano por los hombros y me ayuda a caminar no me quejo.

Después de unos minutos caminando, se detiene en una casa y mete la llave en la cerradura. Del interior de la casa suena un ladrido, seguido de otro, y otro mas.

Para cuando ha abierto la puerta yo ya e retrocedido 20 metros.

De la casa sale un pedazo de perro mas grande que Luna y comienza a restregarse contra la pierna de  Raul que lo esta acariciando. 

Entonces se da cuenta de que me e alejado.

–¿Que pasa? Vamos entra–me dice mirando atentamente.

Miro al perro guardián que tiene y siento otro mareo. Preferiría desmayarme en mitad de la calle a estar encerrada en una casa con un perro tan grande como un oso y con el idiota de su dueño.

–Creo que me iré a casa– digo casi temblando

–¿Quee? Porque? –al parecer nota que no le quito los ojos de encima a su oso–¿Ehh? No me digas que a  la chica mala del instituto le asustan los perros– dice de forma burlona.

“Mierda..”

Idiotas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora