Loco

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El día estaba hermoso y el sol tocaba cálidamente a todos los niños que se encontraban jugando en el jardín.

Habían niños pequeños y otros más grandes, se escuchaban risas por todas partes y se veían balones volando.

Las miradas caían sobre Taehyung, un pequeño niño de cinco años que miraba el suelo mientras hablaba, en consecuencia, nadie se acercaba a él por temor a que estuviera loco.

Era así todos los días, llevaban dos semanas de clases y todos lo miraban como si fuera un bicho raro, lo molestaban o simplemente lo ignoraban.

Taehyung no había cruzado palabra con nadie desde el primer día, sólo hablaba con la maestra y respondía cuando pasaban la asistencia.

Hoseok, un alegre niño de siete años, se encontraba jugando con su grupo de amigos y en varias ocasiones miraba al niño que estaba bajo el árbol.

Algo en él llamaba su atención.

Le molestaba la actitud que los demás tenían con él, nadie merecía ser ignorado y mucho menos aquel niño de brillante sonrisa.

— Disculpen, pero iré a hablar con él... — El pequeño Hoseok apuntó al solitario niño bajo el árbol y movió sus pies con nerviosismo.

— ¡Hobi, no te acerques a él! Mejor juega con nosotros. —Dijeron sus amigos tomándolo del brazo.

— ¡No! — Gritó y se soltó del agarre de sus amigos. — No me gusta cómo lo tratan...

— Él está loco, mira como habla solo.

—¿Loco? Y a mí qué, las mejores personas lo están.

—Tú no lo conoces, puede hacerte algo...

Hoseok caminó hacia Taehyung decidido a hablarle e ignoró las quejas de sus amigos.

— ¡Eh! ¡Hola! — Dijo sonriendo amistosamente.

— Hola... ¿Vienes a molestarme como todos los demás? — Dijo Taehyung en un tono triste, evitando la mirada de Hoseok.

— ¡No, ni pensarlo! Yo quiero ser tu amigo... — Dijo sentándose a su lado.

— ¿Amigo?

— ¡Claro! No has hablado con nadie desde que llegamos...

— Si tengo amigos... ¿Quieres que te los presente?

— ¡Me encantaría!

— Primero dime tu nombre...

— Soy Hoseok... Tú eres Tae. ¿Cierto?

— ¿Cómo lo sabes? ¿Eres adivino?

— Dicen nuestros nombres todos los días, Taehyung. — Dijo riéndose.

— ¿Quiénes?

— Las maestras, en el salón de clases.

— Ah, cierto... Bueno, ¿Te presento a mis amigos?

— ¡Sí!

Taehyung giró buscando algo, luego volteó mirando a Hoseok con una sonrisita y con las manos juntitas, como si estuviera protegiendo algo.

— ¡Ellos!

Taehyung separó sus manos y le mostró unos bichitos pequeños a Hoseok, una cucaracha, un gusano y un chanchito de tierra.

Hoseok pegó un pequeño gritito, retrocedió un poco, pisó una rama y se cayó golpeándose el trasero.

— ¿Mis amigos te asustaron? — Dijo Tae juntando sus manitos.

— No, no... Estoy bien. Tus amigos son muy lindos...

— ¿Quieres tomarlos?

— No, gracias...

— Dicen que tu cara es muy graciosa. — El pequeño Tae rió.

— Deberías dejar libres a tus amiguitos durante un rato... ¿Qué hacías antes de que yo llegara?

— Pues... — Apuntó hacia el suelo. — Veía trabajar a las hormigas.

— ¿Trabajar?

— Sí, han estado caminando todo el día de aquí para allá y yo estaba dándoles ánimo para que no se cansaran. — Miró a Hoseok. — ¿Quieres ayudarme? Sólo debes decirles cosas bonitas.—Dijo con una hermosa sonrisa cuadrada, característica de él.

— ¡Claro! ¡Me gusta animar!

Ambos niños se quedaron hablándole a las hormigas, los amigos de Hoseok miraban raro, pero a él no le importó, ya que la estaba pasando de lo mejor con Tae. Él resultó ser más entretenido que cualquiera de los otros niños que los estuviera mirándo.

(...)

— Hoseok... Gracias por acompañarme y no alejarte de mí como los demás. — Dijo el pequeño Tae sonrojándose. — Te...¿Te gustaría acompañarme a mi casa?

— Yo... — Hoseok se puso nervioso ante tal propuesta y guardó silencio, no sabía qué responder.

— ¡Por favor! Es que en mi casa hay una sillita que tiene una patita mala, le haría bien un poco de compañía. — Dijo haciendo un puchero.

Hoseok soltó una risita ante la ocurrencia de Tae, no podía negarse si hacía ese puchero y ponía los ojitos como perrito de una manera muy tierna.

— Claro que iré TaeTae, te acompañaré donde quieras. — Dijo sonriéndole.

— ¿Hasta que seamos grandes?

— Hasta que seamos viejitos. — Dijo tomándole la mano.

— ¡Shii~! ¡Te quiero, Hobi! — Dijo Tae lanzándose a los brazos de Hoseok.

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Escribí ésto para un trabajo de lenguaje, luego lo adapté al vhope y aquí lo tienen.

Encuentro muy tierna ésta couple.

Bai.~

✨Be different, be unique✨ [One Shot VHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora