ADVERTENCIA:
ESTE CONTENIDO TIENE ALTOS, RECTIFICO, ALTÍSIMOS LIVELES DE YAOI (CHICO XCHICO) SI NO LE GUSTA O SE SIENTE INSULTADO AL TRATARSE DE UN FANFIC DE PERSONAJES PÚBLICOS, LES RUEGO QUE BUSQUEN ALGO DE SU AGRADO E IGNOREN ESTE FANFIC.
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ElRUBIUS:-Y terminé- dije mientras apagaba el monitor de mi ordenador. Me levante de la silla y me dirijí hacia el salón.
-¿Ya has termindo todo? - preguntó Mangel contento, porque,después de mucho tiempo, íbamos a poder almorzar los dos juntos; Aunque eramos compañeros de piso, nuestras vidas eran universos paralelos, cada uno se levantaba a una hora diferente que el otro...
-Mangel ¿Qué hay de comer? -pregunté sentándome en el sofá.
-Yo que se, Rubiuh- dijo en tono burlesco.
Lo mire fijamente y sin decir ni una palabra, salimos a la calle.
En el centro de la ciudad había restaurantes muy variados, pero eso nos daba igual, nosotros preferiamos ir a una pequeña pizzería cercana a nuestra casa.
-Ummm..- dijo Mangel acercando su mano para coger el primer trozo de pizza. Al separar la porción, el queso fundido apegado se rompio lentamente a medida que separaba más el trozo de los demás. Justo cuando Mangel se disponía a pegarle un mordisco, mordi una parte de su porción, quedando nuestros labios a unos pocos centímetros. Nos separamos mientras reíamos.
Esa tensión siempre ha existido entre los dos, este tipo de cosas pasan constantemente, aunque, no por ello estoy acostumbrado.
-Rubiuh ¿En qué piensas? -me preguntó mientras agiraba su mano en frente de mi cara.
-¡Eehh! - exclamé sobresaltado.
-Tío te has quedado frito con los ojos abiertos-dijo riendo Mangel.
-¿¡Enserio?! No jodas ¡Jajaja! - pregunté riendo.
Los demás clientes del local comenzaron a mirarnos raro, pese al volumen de nuestras carcajadas.
De camino de vuelta pasamos por en frente de una pequeña tienda de videojuegos, aunque ya teníamos todos, entramos a curiosear.-¡Tío, tío! ¡Tienes que ver esto!-
Dijo emocionado Mangel señalando a una figurita de Hatsune Miku edición limitada.Mangel me conoce muy bien, siempre ha sabido cuales son mis gustos.
-¡¡Ooohh! !¡♡Hatsune Miku♡!- grité emocionado.Salimos de la tienda con aproximadamente tres bolsas cada uno.
-Rubiuh... esto esta mal- dijo frenandose en seco.
-¿Qué esta mal? -pregunté intrigado.
-¡Qué pese tanto esta bolsa!- dijo un poco molesto.
Los dos continuamos nuestro camino riendo.
Al llegar a casa cada uno volvió a su mundo, con sus videos, su vida...
Hacia días que no coincidiamos ni una vez por los pasillos... Era como vivir solo.
-¡¡Rubiuh!! ¡Despierta! - exclamó Mangel muy alterado.
Con mis ojos llenos de lagañas dificultandome la vista, abrí la pueta de mi habitación.
-¿¡Qué horas son estas para molestar? ! - dije un poco molesto.
Mangel miro el reloj de su muñeca y dijo:
-Son las 2:30 de la tarde.Sonreí para intantar disimular.
-Tenemos un grave problema.
-¿Qué pasa?