Enero Parte 1 "La Paradoja de Damiany" #2

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Una gran felicidad invadió mi cuerpo ya que lo primero que pensé fue "por fin se acabo esta pesadilla, ahora podre volver a estar con mi querida Lei" pero todo eso cambio cuando me di cuenta de algo, al observar detalladamente, Lei tenía los ojos cerrados, no estaba consciente de las cosas que estaba haciendo, en pocas palabras estaba dormida. Me sentí muy triste pero lo bueno era que descubrí que una parte de Lei aun vivía en su subconsciente, le puse el brazo al rededor y la lleve de nuevo a la cama, la arrope, luego me senté a su lado y le sobe el cabello, entonces cuando me di cuenta que ya no se iba a levantar, alcé mi cuerpo y empecé a caminar pero sin darme cuenta Lei tomo mi mano izquierda y me dijo "para dónde vas? Vuelve a la cama" yo solo le respondí mientras apretaba mi puño derecho por la impotencia de saber que esto era un sueño momentáneo " no te preocupes, que muy pronto volveremos a dormir juntos como antes".

Me fui a la cama, intente dormir, pero lo sucedido solo me puso a pensar más cosas que las que tenía en la cabeza y así pase toda la noche.

Ese día en la mañana, me levante de la cama y me dirigí a la cocina a preparar algo de comer, entonces el timbre sonó y fui a abrir la puerta, era Nidia la mujer que nos ayudaba en los quehaceres de la casa, la salude amablemente y le resumí lo de la supuesta amnesia de Lei, se quedo muy sorprendida pero comprendió la situación, se ofreció a terminar el desayuno pero le dije que no se preocupara que yo me haría cargo, fui al cuarto de Eva con una bandeja que contenía unas rebanadas de pan, con huevos batidos, una taza de café y un vaso de jugo de naranja, tome la bandeja con una mano y toque la puerta– Eva te traje el desayuno–.

Entonces respondió– adelante– abrí la puerta y la encontré sentada con la pijama de Lei, estaba al frente de su closet con mucha ropa en el piso, me supuse que se estaba probando la ropa, pero no hice ningún comentario referente.

– Mira te traje el desayuno, debes tener hambre– Se lo puse en la cama y me quede de pie mirándola.

– Gracias señor Sebastián, en un momento me dirijo a comer– Respondió Eva mientras seguía mirando toda la ropa de Lei.

– Te gusto mucho la ropa de mi prometida? Ella era muy exigente con sus gustos en la moda– Le dije con una leve sonrisa en la cara.

– Pues la verdad me ha llamado mucho la atención, nunca en mi vida había visto tales ropas tan excéntricas– Me dijo sorprendida.

– Excéntricas?, y eso que no has visto su mejor lencería– Me murmure a mí mismo.

– a dicho algo señor Sebastián? – Me dijo Eva mientras veía mi cara de gracia.

–no para nada! – le conteste– porque mejor no vamos a comer un poco, hoy será un largo día.

procedimos a tomar el desayuno mientras yo le hablaba de más cosas de mi época, le enseñe a utilizar la computadora y otros implementos mas de uso diario como el celular entre otras cosas, empezaron a pasar varios días y Eva se estaba llenando de más conocimientos de la época y fuimos ganando más confianza, pero no la suficiente como para convencerla de que participara en el juego de Damiany, ya había pasado una semana, era Domingo y se me estaba olvidando que teníamos el tiempo limitado, pero no olvidaba que tenía que rescatar la memoria de Lei, el estar con Eva era bueno, estaba viendo el cuerpo de Lei pero dentro de mi sabía que no era ella. Estábamos en la casa, Eva estaba viendo Tv mientras que yo leía unos libros referentes a los años 1800 para ver si podía encontrar algo referente a la enfermedad, pero sin ningún éxito, entonces Eva se acerco donde yo estaba y me propuso algo que me dejo un poco extrañado.

– ¿Señor Sebastián estoy un poco aburrida, porque no me muestra uno de los sitios populares donde la gente normal se reúne?, Además quizá podríamos encontrar a la persona enviada por Damiany– Me dijo un poco ansiosa.

12 Meses Del 2014Donde viven las historias. Descúbrelo ahora