Ya se acercan las festividades tan populares, no solamente en nuestros países hispanohablantes, sino también en gran parte del mundo. La Navidad y el Año Nuevo son celebraciones que no pasan desapercibidas en casi ningún lugar, pues ya sea que estemos viendo la televisión, escuchando la radio, leyendo el periódico, caminando por la calle, en el lugar de estudios, en el trabajo, y en nuestra propio hogar -en el caso de las que vivimos aún con nuestras familias no musulmanas- no dejamos de ver alguna publicidad, imagen o decoración alusiva a la Navidad, y claro, no faltan los villancicos sonando por doquier.
Ciertamente, muchas de nosotras ya estamos empezando a pensar qué y cómo hacer para lidiar con estas situaciones ahora que somos musulmanas. Se presentan diferentes escenarios para las variadas realidades que vive cada una de nosotras y que no dejan de tener su grado de complejidad. Algunas de ellas son:
- Las nuevas muslimahs (musulmanas) solteras que aún viven con sus familias no musulmanas que las incluyen en las celebraciones.
-Las muslimahs que viven con sus familias no musulmanas y no les han dicho todavía que han adoptado el Islam como su verdadera fe y que por ende se ven obligadamente forzadas a participar en estas festividades para seguir escondiendo su din (religión) por temor a fuertes represalias.
-Las nuevas muslimahs que no viven en la misma casa que sus familias no musulmanas pero sí en la misma ciudad o país y son invitadas a participar en las celebraciones.
-Las muslimahs que tienen hijos pequeños, los cuales ven a los otros niños celebrar y recibir regalos por la navidad y se sienten aislados o son incluidos en actividades navideñas por la escuela.
Como musulmanas debemos evitar ser parte de estas celebraciones, en especial de los rituales religiosos, como ir a la misa de navidad, entre otras tradiciones que se realizan en estas fiestas, las cuales en su mayoría o totalidad se derivan de costumbres paganas.
En Ahl Sunnah, Anas Ibn Málik radiyallahu anhu (que Allah esté complacido con él) dijo:
"El mensajero de Allah sallallahu allayhi wasallam (la paz y las bendiciones de Allah estén con él) vino (a Madinah) y ellos tenían 2 días en los cuales (se relajarían y) jugarían. Él dijo: '¿cuáles son estos dos días?' Dijeron: 'nosotros jugábamos (en estos dos días) durante la Yahiliyyah (tiempo anterior a la venida del Islam). El mensajero de Allah sallallahu allayhi wasallam dijo: 'Allah te ha dado algo mejor en vez de ellas: Eid al-Adha y Eid al-Fitr'."
(Transmitido por Abu Dawood #1134, 1/675)
La regla está clara, Id al Fitr e Id al Adha son nuestras celebraciones, Navidad y Año Nuevo entre otros similares no lo son, por ende no debemos festejarlas, sin embargo, la situación tiene diferentes grados de complejidad dependiendo de la circunstancia que vive cada una de nosotras, como las que mencioné anteriormente, y que sólo Allah conoce de verdad. Por ello, en la medida de lo posible, mencionaré algunas recomendaciones -partiendo de las opiniones de los sabios y de las vivencias de algunas hermanas- que espero puedan servir en especial para aquellas muslimahs que se encuentran realmente entre la espada y la pared.
Recomendaciones generales
En general, todos los sabios coinciden en que no debemos festejar estas celebraciones ni tampoco realizar las costumbres (poner decoraciones, felicitar, dar regalos, etc.) que se llevan a cabo por motivo de ellas. Así que, en la medida de lo posible debemos evitar hacerlo.
¿Cómo?:
-Podemos por ejemplo, con anticipación, hablarles a nuestras familias -con las mejores maneras para no herirlos ni hacerlos sentir ofendidos- de que lógicamente como ahora hemos abrazado el Islam por firme decisión y convencimiento de que es la fe que deseamos profesar y el estilo de vida que queremos llevar, no vamos a formar parte de actividades que posiblemente antes hacíamos en estas fechas (como por ejemplo hacer las decoraciones, ir a misa, etc.).