¿Y POR QUE SIGUES PERDONÁNDOLOS?(Flowerfell)

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-Cuanto tiempo habrá pasado desde que estoy aquí en el Underground...todo ha pasado tan repentino que es difícil asimilarlo- "miraba" al vacío la joven chica de cabellos castaños que parecía tener medía corona de flores doradas incrustada sobre su fina cabeza del lado derecho, impidiendo le ver bien las cosas que se encontraban a su alrededor desde hace ya algún tiempo- sabes no es que me quejé pero...me siento como en una pequeña "burbuja de cristal" donde tratas de que nada me dañe pero...eso es imposible...todo me daña creando una flor más en mi cuerpo.

-...- su fiel compañero Flowey que se encontraba observándola no sabía que responder ya que nunca pensó que la joven "flor" tuviera esos pensamientos tan deprimentes y decadentes- sabes Frisk que los monstruos no tienen compasión por los humanos desde esa "pequeña" diferencia entre ambos bandos- respondió al fin la flor dorada que estaba a su lado derecho- además de que~ -fue interrumpido velozmente por la joven castaña- lo sé, lo sé los humanos dejaron muchas pérdidas irreemplazables para los monstros... como la pérdida del científico real no es verdad- la flor sólo asintió sin recordar que no podía ver sus acciones desde ese ángulo- tomaré tu silencio como un si- musitó la joven castaña, formando un gran silencio entre ambos.

Así pasó un largo rato entre ellos donde ambos optaron por no pronunciar una sola palabra, hasta que la flor se armó de valor para preguntarle "Frisk ¿Como es que llegaste aquí?...me refiero aquí a Underground" La joven sonrió levemente antes de contestar.

-Nunca fui una chica muy sociable que digamos, por eso me la pasaba en casa leyendo los viejos libros de mi padre- decía calmada, en un tono de melancolía- mientras más pasaba el tiempo comenzaba a crecer en mi un cierto interés por el Monte Ebott- tomo una bocanada de aire antes de continuar- sin pensarlo mucho me aventure a este sin nada más que mi "determinación" y poco más que un sueño de encontrar seres que me comprendieran...así que por eso termine aquí -contesto con una gran sonrisa en sus labios.

Flowey no sabía que responder jamás pensó que la pequeña pacifistas se sintiera igual a los monstros que la atacaban día y noche sin descanso alguno, pues la verdad no eran tan malos como muchos pensarían... simplemente tenían miedo a que los volvieran a dañar como en el pasado. 

-Así que la pequeña humana le teme a la soledad- dijo una voz más ronca y áspera que mostraba ironía- y todos los monstros temen de los humanos no- dijo sarcástico mirando como la joven volteaba a ver con desconfianza por toda la habitación - los humanos sufriendo por algo tan insignificante como eso que absurdo...- dijo molesto mientras se acercaba lentamente- ellos tienen lo que todos nosotros  más anhelamos "Libertad" - Flowey estaba estático sabía perfectamente de quien era la voz pero no sabía que hacer, si lo atacaba sería inutil ya que lo esquivarla con suma facilidad y acabaría con la joven marcándola nuevamente- "Libertad" eh....¿eso creés que tenemos?- musitó la joven mirando el suelo- si fuera así quizá yo no estaría aquí conversando contigo- ambos monstros se quedaron callados mirando como se levantaba la joven de su asiento- te diré una cosa "la humanidad es esclava del trabajo, del placer y de muchas otras cosas sin sentido" por eso tiende a caer en un círculo vicioso que nos daña alejándonos de lo que nos gusta- la joven término mirando a lo que sería el gran oyó por donde había llegado a este "inquietante" lugar- aunque no niego que tengamos más cosas que apreciar como el atardecer o las estrellas pero eso se limita a lo que dicten las normas del gobernante como sería un pequeño"toque de queda" o las simples costumbres familiares que te impiden salir al exterior en la noche- concluyó la joven mirando a la flor con una pequeña sonrisa- será mejor que nos retiremos Flowey....ya perdimos mucho tiempo aquí - Flowey sólo se limitó a obedecer a la joven, atándose en su brazo derecho para continuar su travesía- Fri-Frisk ¿estas bien?- dijo la flor preocupada mientras la miraba -¿por que lo dices?

El camino de una pacifista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora