El Diablo Se Viste De Colunga - Adaptación.

Capitulo 5

Lucero deseó que se la tragara la tierra. Durante un minuto permaneció sentada ante su mesa, roja de vergüenza, antes de pensar siquiera en ir al despacho de Fernando.

Su primer día en la oficina y su nuevo jefe la había sorprendido durmiendo en la mesa. Estaba acostumbrada a recobrar rápidamente la compostura, pero en esa ocasión ni siquiera intento sonreír.

- Lo siento, Fer... - se le quebró la voz cuando entro en el despacho y el le indico que se sentara .Estaba hablando por teléfono, en ruso, y aunque Lucero no entendía ni una sola palabra podía suponer que no estaba siendo precisamente alargador.

La voz de Fernando era grave y profunda, y no le hacía falta gritar para trasmitir seguridad y convicción. Era increíblemente atractivo al igual que sus hermanos.

O incluso más , como si Dios no contento con hacerlo perfecto , hubiera seguido esmerándose en su obra .La belleza física de Fernando era digna de un examen exhaustivo , y Lucero lo examinó igual que haría con un modelo recién llegado a la empresa .Sus rasgos ofrecían una extraña y perfecta simetría , con uno pómulos marcados y una nariz romana que harían las delicias de un fotógrafo .O mejor dicho la pesadilla , porque Lucero no se lo imaginaba posando para una sesión de fotos .Sus ojos miel y penetrantes , no reflejaban la menor condescendencia ni permitían adivinar su naturaleza .Normalmente Lucero no tenía problema para psicoanalizar a las personas , pero con Fernando le era imposible .

Él le sostuvo la mirada mientras colgaba el teléfono, y Lucero sintió que le ardían las mejillas .Muy rara vez era ella la primera en desviar la mirada.

-Quiero pedirte disculpas...- dijo, rompiendo un silencio que solo debía parecerle incomodo a ella. - Anoche apenas si pude pegar ojo y...

- ¿Estas prepara para trabajar? - le pregunto él con voz cortante, sin atender a las excusas - ¿Si, o no?

-Sí, respondió molesta por no poder excusarse.

Él se levantó, dejándola a ella sentada, y se puso a preparar el café, pues no podía confiar en que lo hiciese ella .En realidad, era él quien estaba sufriendo una resaca espantosa .La boda de Aleski había sido un infierno. Había cumplido con su papel junto al hombre que había intentado hacer lo mismo por él , pero en cuanto le fue posible se había largado de allí , lejos de la mujer a la que despreciaba con toda su alma .

Durante la ceremonia se había esforzado por no mirar a Nina, su madre biológica ,para intentar desmostarle su más absoluta indiferencia .Todo lo contrario que ella ,quien había ingresado a un psiquiátrico al descubrir que Fernando era su hijo.

"Siembra y recogerás" había aprendido de niño .Debería alegrarse de que Nina estuviese hospitalizada y que fuese él quien dirigiese el imperio de sus padres .Pero el día anterior, en vez de saborear el y que el momento, se había pasado un largo rato sentado en un taxi frente al hospital, intentando reunir el valor para entrar.

Eran muchas las cosas que necesitaba decirle a Nina y que ella se merecía escuchar, pero al enterarse de lo enferma que estaba no se sintió capaz de aumentar su sufrimiento .Le dijo al taxista que lo llevara al casino y se consoló con la certeza de que muy pronto, si así lo desearía, podía borrar el nombre de Casa Colunga y fingir que nunca había existido, como sus padres habían hecho con él .Durante varias horas intento abstraerse entre las mesas de juego y las mujeres más despampanantes , pero no logro que nada ni nadie le despertase interés y paso la noche el hotel , ahogando las emociones en brandy .

Y aquella mañana era él y no su secretaria quien estaba haciendo el café...

Le ofreció una taza y ella hizo una mueca de asco al probarlo, quejándose de lo azucarado que estaba. Tenía que despedirla en el acto, pensó Fernando , decirle que se largara de ahí inmediatamente .Por desgracia , a pesar de ser una incompetente y no haber peor secretaria en el mundo que ella , Fernando la necesitaba . Aleski le había dado, de muy mala gana, una contraseña para acceder al todo el sistema informático, pero para ello primero tenía que iniciar sesión en el ordenador.