**Esta parte debía estar publicada ayer, pero Wattpad no me dejo, subo este y en un ratito más estará publicado también el epílogo :) **
Esta parte me toca contarla a mí: el Rey de los Mares, el Dios del Mar, su pez favorito, el más poderoso…Ahora impotente para salvarla. La vi morir frente a mis ojos. Su cuerpo inerte, adolorido y lastimado será algo que jamás podré quitar de mi mente. Convertida en sirena. ¡Cuánto me arrepentí en ese momento de haberla convertido la primera vez! De no haberlo hecho, no llevaría en su ser esa conversión, Forcis no habría podido convertirla y no hubiese sido tan vulnerable, tan delicada, podría haber luchado. Pero no. ¡Cometí tantos errores con ella!
¿Cómo no lo vi antes? Esto no estaría pasando. ¿Cómo no pude ver que ella no era Anfitrite, que era una mujer normal que me ofrecía su amor y su vida de forma tan diferente a la ninfa a quien perseguí por tantos años? Ella era incondicional a mí, aceptaba mis circunstancias, el amor que pudiera darle y me dejó en libertad para ser feliz, sin comprender que era ella a quien amaba y por terminar con esa maldición ahora la había perdido para siempre. Ella no tenía la capacidad de volver a vivir de nuevo, ya no había ninguna posibilidad para ella y yo.
¿Cómo llegué aquí? Creo que es tiempo de contar mi versión, que se acabe el misterio que rodeaba mis desapariciones:
La vi en el muelle aquel primer día de verano y fue como una aparición, si bien es cierto esperaba a Anfitrite desde hacía mucho tiempo, esa vez fue diferente. Verla fue enamorarme de nuevo de un modo muy distinto. Debí verlo en ese momento, pero no lo hice, estaba tan cegado en buscar a mi ninfa, que no me detuve a pensar que ella no era; no podía no ser, era idéntica, su cuerpo, sus ojos, su piel, su cabello. ¡Maldita Escila! Ocultó de mis ojos a la verdadera Anfitrite, haciéndome creer que la hermosa humana que tenía frente a mí, era ella.
Pero la maldición me perseguía, hubiese acabado con Escila y su padre, pero no podía hacerlo, si los destruía, Anfitrite jamás volvería a nacer, por lo que debía seguir las instrucciones al pie de la letra. Para lograr quedarme con ella como quería, debía enamorarla sin mi presencia, ella debía entregarse a mí sin reservas ni condiciones. Esa era la única forma de romper con ese estúpido hechizo. Y Rebeca lo hizo, ¡vaya sí lo hizo!, me esperaba paciente, me recibía sin titubeos, me amaba sin vacilación. Y aun así no lo vi. Anfitrite nunca fue incondicional conmigo. Jamás. Y no lo vi.
Mientras esperaba a estar con Rebeca, que me amara y se entregara a mí, buscaba infructuosamente a Escila, quería terminar con esta maldición. Y también quería encontrar a su padre, sin saber si se habían materializado, si había aparecido en la vida de Rebeca antes que yo o si estaban escondidos en algún refugio… Sólo después supe que era Guillermo y durante cierto tiempo, creí que Ámbar era Escila. Por eso temía que Rebeca se le acercara. Fui un tonto, un estúpido al no percatarme antes del real peligro que sufría. Intenté llegar a Forcis, llegar a Escila, pero se me escurrían como arena entre los dedos, no podía, no pude matarlos… Aunque no lo hubiera hecho, no antes de terminar con esta maldición, no antes que deshicieran sus embrujos para seguir mi vida normal con Rebeca. Ella era el amor que tanto busqué y por siglos no encontré.
La noche que descubrí que Rebeca no era a quien yo buscaba, que esa mujer era Ámbar, me fui en busca de mis hermanos, esto ya no lo podía solucionar solo, necesitaba el apoyo de ellos, pero demás está decir que no nos llevamos muy bien, que no somos los mejores hermanos del mundo. Zeus ofreció su ayuda, pero luego se retractó cuando supo que Rebeca me había dejado ir, aduciendo que su amor no debía ser tan grande para dejarme. Hades, en cambio, sólo pensaba en la gran presa que se llevaría, una hembra amada por su hermano, un trofeo más para su colección de almas especiales. No, él no haría nada en mi favor.
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Una Tarde Especial
FantasiFantasía y Romance. Dioses mitológicos, sirenas y humanos se mezclarán en esta historia de amor donde el amor sobrevive por los siglos de los siglos... Portada: Muelle del Faro del Mall Antofagasta Karolina Asgard Disponible también...