Capitulo Doce

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Louis yacía despierto, observando a Harry dormir como lo había estado haciendo intermitentemente durante toda la noche. Había dormido algo, pero no mucho.

—¿Qué pasa? —la voz medio dormida de Harry llegó hasta sus oídos.

—Creo que me he echado una siesta demasiado larga. —Era sólo parte de la verdad, pero Louis era reticente a admitirla toda. Que Len hubiera prometido llevar a Harry a ver a su familia por la mañana, le daba auténtico terror por muchas razones. ¿Qué pasaba si no le dejaban volver?

¿Qué pasaba si Harry no quería volver? Y la pregunta que más se estaba haciendo últimamente: ¿qué pasaba si Harry volvía a la granja, pero ya no era feliz? Podía lidiar con el resto de las opciones, pero no podía soportar pensar que Harry fuera infeliz. Simplemente no podía.

Louis se obligó a dejar de pensar en aquello. Este era el año fuera de la Comunidad de Harry, y tenían todavía un montón de tiempo para pasarlo juntos antes de que Harry tuviera que decidir qué iba a hacer.

—Date la vuelta y te doy un masaje en la espalda —la voz adormilada de Harry le cortó de golpe los pensamientos.

Louis se giró, no para que Harry le diera un masaje en la espalda, sino para mirarle. Le besó, obligando a las preguntas incómodas a desaparecer. Esto era lo realmente importante, estar aquí y ahora. Observó aquellos ojos verdes encenderse como faros, brillando en la oscura habitación.

—Te quiero —dijo Louis antes de apretar sus labios contra los de Harry, moviendo su cuerpo más cerca, obligando al joven con cuidado a tumbarse por completo y apretando su cuerpo contra el colchón. Sus manos comenzaron a explorar y sus labios a probar el sabor de la piel de Harry. Parecía que nunca iba a tener suficiente.

Harry gemía contra su boca mientras le besaba y le acariciaba, intentando alcanzar ese sabor que se mantenía fuera de su alcance.

Intentó preguntarle a Harry qué quería hacer, pero aquello significaba romper el beso y no podía hacerlo... aún no, así que se limitó a escuchar. Los pequeños gemidos y suspiros de su amante le guiaron. Aquellos sonidos de placer le ordenaban continuar, y construían su propio deseo.

Finalmente, soltó los labios de Harry para comenzar a besar su cuello hacia abajo, degustando el sabor de su piel, un poco sudorosa, un poco agria, pero toda Harry.

Su lengua encontró un pezón, acercándose lentamente hasta llegar a rodearlo por completo. Harry maullaba cuando Louis mordisqueó y lamió un pezón, mientras sus dedos jugueteaban con el otro. "Sí..." necesitaba más de aquellos sonidos, aquella música de amor que Harry hacía solo para él.

—Louis. Sí. Me gusta...

Aquel cuerpo increíble se retorcía bajo el suyo cuando mordía en el pequeño bulto carnoso de su pecho, y la música de Harry cambió haciéndose más urgente, más necesitada.

Se retiró, dejando a Harry descansar un segundo, y enseguida continuó su viaje por aquel cuerpo hecho para el deseo, arremolinando la lengua en su ombligo. Continuó hacia el Sur, rozando con la lengua la erección de Harry y acariciando sus cachetes con la nariz. Subía por sus piernas y lamía el camino hacia la entrada privada al cuerpo del joven.

—Louis... —Harry emitía un pequeño e involuntario lamento cuando Louis rodeó con su lengua la piel arrugada de su ano.

—¿Te gusta? —Louis fue aún más lejos, chupando y lamiendo la piel, escuchando la música de Harry incrementarse en volumen y en tono, cada vez más intensamente—. Me encantan los sonidos que haces para mí. —La lengua de Louis estimuló la entrada, sintiendo cómo el músculo se relajaba, y entonces Louis fue a por ello.

AMAR SIGNIFICA... NO AVERGONZARSE.|Larry Stylinson|Adaptada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora