217. The Holder of Harmony

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier salón de conciertos a donde puedas llegar. Alcanza la recepción y pregunta por ver a quien se hace llamar The Holder of Harmony. El recepcionista debería comenzar a tatarear una canción que no reconocerás mientras hurga entre algunos papeles en su escritorio. Sé paciente. No preguntes de nuevo, o el recepcionista se sentirá molestado y cerrará la recepción. Si esto pasa, habrás perdido para siempre la oportunidad de obtener este Objeto, y eso sin tomar en consideración la bestia centinela que habrás despertado.

Espera pacientemente, y el recepcionista dejará lo que estará haciendo y te pedirá que le sigas. Tan pronto como ambos pasen a través de unas puertas dobles, pon mucha atención por dónde eres guiado. Ambos cruzarán por un laberinto de corredores, con cada pasillo exactamente idéntico a los demás. Haz una nota mental de las direcciones que tu guía tomó, cuándo lo hizo, y recordando cuántos pasillos ya recorriste. De forma repentina, en una intersección aleatoria, tu guía te dirá "Buena suerte", y te abandonará en el laberinto, dejando que te las arregles por ti mismo desde ahora.

Continúa siguiendo las direcciones por donde fuiste llevado, contando desde donde empezaste, las puertas dobles, y sigue cada dirección otra vez. No importa cuáles hayan sido los giros y los caminos recorridos, llegarás a un aparente punto sin salida en una puerta de madera abollada. Si cometiste incluso un solo error, demonios que incluso el mismo diablo teme te estarán esperando del otro lado. Debido a que no hay forma de saber si esa es la puerta correcta o no, date la vuelta y márchate si tienes aunque sea la menor duda de continuar, y reza por que puedas encontrar una salida antes que mueras de deshidratación.

Sin embargo, si seguiste las direcciones correctamente, abrir la puerta revelará un tortuoso y estrecho camino suspendido en un vacío dorado infinito. Tan pronto cruces la puerta, se desvanecerá, dejándote en este nexo entre dimensiones. Mientras vas por ese camino, tenuemente oirás el coro más afinado cantando la canción más bella que hayas oído. Haz todo lo posible para bloquear este canto de tu mente, para que no seas tentado a buscar la fuente de este sonido celestial, y por lo tanto, caer en picado al vacío. En caso que el coro suene de repente discordante y desagradable, grita tan fuerte como puedas: "¡No, no, está todo mal! ¡Empiecen de nuevo desde el principio!". Si así ocurre, es seguro continuar, pero si se vuelve peor aún, inmediatamente lánzate fuera del camino, pues una eternidad de caída es mucho más preferible que lo que este "coro" te haría si permaneces un segundo más.

Luego de una larga caminata, variable desde minutos hasta varios días, llegarás a una puerta tallada en oro sólido, con una plateada en el centro. Golpea exactamente doce veces. Ni más, ni menos. Golpea otra cantidad de veces, y la puerta será lanzada lejos tan pronto como toques el pomo, soltando criaturas repugnantes más allá de cualquier explicación, para torturarte por un número de eones equivalente a la cantidad de golpes que variaron de doce.

Luego de golpear doce veces, abre la puerta. Te encontrarás en un salón de conciertos idéntico al que fuiste, pero en ruinas. En el escenario habrá una mujer sentada en un taburete, tocando una zampoña. Toma asiento y escúchala tocar. Tan pronto escuches una ligera pausa, hazle una única pregunta: ¿Qué les hace resonar? Asegúrate de preguntarle esto durante su silencio, pues el Holder no gusta de ser interrumpido ni lo más mínimo. Tampoco a los cientos de hórridos asistentes al concierto que repentinamente se materializarán a tu alrededor.

Si preguntaste en el momento adecuado, ella se pondrá de pie, dejará la zampoña en el taburete, y cantará la historia completa de cada uno de los 2538 Objetos, incluyendo los 2000 Objetos perdidos. Ella cantará con las voces de cada gran cantante que exista o haya vivido, pero no te enfoques en la música, pues es meramente un distractor. Pon atención a las palabras que dice, pues en cualquier momento, escucharás la frase "". En el momento que la escuches, grita: "¡Bravo! ¡Bien hecho!" Pierde la frase, y sus palabras serán ahogadas por la canción que escuchaste en el camino por el vacío, excepto que esta vez serás capaz de ver el engendro del infierno que crea este hermoso coro detrás de ella. Ruega por caer en la locura antes de que terminen y vuelvan a sus quehaceres habituales.

Si la detuviste en el momento correcto, ella se inclinará ante el "público" y saldrá del escenario, dejando la zampoña allí. Sube al escenario y tómala. Estarás sobre el escenario en el salón de conciertos donde fuiste. Eres libre de irte, pero debes saber esto: nunca intentes tocarla, pues las notas que reproduce no fueron pensadas para este mundo.

La zampoña es el Objeto 217 de 538. Los Objetos conforman un acorde; nunca permitas que se toque.

The Holders 201-400Donde viven las historias. Descúbrelo ahora