Advertencias en el Cine

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- ¿Aurora? - Preguntó el ignorado Sebastián

-Eh... sí, dime...

-Creo que es mejor que me vaya, ya te arruiné la película y no quiero causarte más problemas

-No digas eso, no es cierto.

- ¿Estás segura? -dijo al tiempo que tomaba mi mano.

Traté de responder lo más coherente posible, pero solo logré escupir un montón de palabras sin orden, sentido o lógica, es más, la mayoría ni siquiera eran palabras. Sebastián solo rio levantando mi mano.

- Eres muy encantadora y divertida Aurora- dijo Sebastián en un tono extraño, pero estaba tan nerviosa que no le preste atención- Oye Aurora ¿Te molesta si vemos una película juntos? - Dijo el chico pronunciando unas palabras que sólo había escuchado en mis sueños ¿Había oído bien? El chico perfecto, El más popular y lindo de la escuela, El capitán del equipo de fútbol ¿quería ver una película conmigo?

«-Es tu oportunidad Aurora- pensé dándome ánimos a mí misma- ¡No lo vayas a arruinar!».

-Si por supuesto- sonreí de manera torpe.

- ¡Súper! - dijo con una pequeña sonrisa

-Y tranquilo. En realidad, Beth y yo si veríamos esas dos y luego nos encontraríamos aquí con Matías para ver "Red Social"

- Bueno- respondió el chico- compraré una entrada para "Red Social" y me aseguraré de tener un asiento vacío junto a mí- finalizó guiñándome un ojo.

Cuando se fue solamente di un gran suspiro mientras una expresión de tonta enamorada salía a flote en mí rostro, en ese momento volvió Elizabeth.

-Ese chico es un caso especial- dijo mi mejor amiga.

- Yo diría que más bien es perfecto- dije mirando hacia donde se había ido Sebastián, aun con mi cara de tonta enamorada.

- ¿Qué quieres decir con perfecto? ¿Acaso te gusta? - dijo o más bien gritó mi amiga muy asustada.

-Por supuesto- Aún sin salir de mí trance hipnótico.

- ¿Desde cuándo?

-Desde siempre Beth- dije empezando a confundirme por las preguntas que hacia- Ya te lo había dicho.

-No, no es cierto ¡Nunca me dijiste que te gustaba Matías!

- ¿Matías?, ¡No!, estaba hablando de Sebastián

- ¡Que alivio! - suspiró más tranquila- Por un segundo creí que esto iba a ser incómodo.

Se avecinaba una lluvia de preguntas con riesgo potencial de interrogatorio, pero de pronto, un torbellino de cabello oxigenado arrasó con todo.

-Miren quienes decidieron salir de su cueva- dijo Emma con su característica prepotencia.

-No sabía que era el día de la marmota- burlo Dara, parecía un bufón tratando de hacer reír a la reina.

- ¿Por qué no se van a molestar a alguien más? - dijo Elizabeth muy molesta-A su espejo, por ejemplo.

-Porque no vine a molestarlas- dijo Emma mientras miraba sus uñas- Solo vine a advertirles.

- ¿Advertirnos?, ¿Has ingerido alguna sustancia extraña últimamente?

-Sólo te diré que si no quieres que las cosas se pongan feas. Aléjate de mi novio.

-Pero...- dijo Melody- ¿Tú no habías terminado con Sebastián?

Emma le dio con una mirada de asesina, Dara la pellizcó; sin embargo, Melody (quién era una especie de títere que Emma y Dara usaban para hacer el trabajo sucio de sus bromas pesadas) se veía más desubicada que un turista sin mapa

-Como decía...- Continúo la bruja de cabello oxigenado- Aurora, no sé qué te haya dicho Sebastián, pero sólo lo hace para darme celos

-Lamentamos - dijo Dara- que él se haya aprovechado de tu ingenuidad

-Eso no es cierto- dije, era más que evidente que no confiaba en esas tres agita pompones- No todos hacen planes elaborados para herir a los demás

- Muy bien- dijo la rubia- Ese es tu problema

Emma chasqueó sus dedos y se fue, seguida de sus dos esclavas

-Es increíble lo que esa chica puede hacer para conseguir lo que quiere-dijo Elizabeth muy irritada-Ahora más que nunca tienes que aceptar la invitación de Sebastián.

-Sí...- dije mientras suspiraba, estaba pensando en ese chico- Sebastián me invito a ver una película con él...- dije aun fantaseando- ¡Sebastián me invito a ver una película con él!

-Tranquila, Aurora- dijo mi amiga, intentando lograr que yo me calmara- Si, es real; pero ahora tenemos que entrar o vamos a perder la función.

Sin más que discutir entramos a la sala y continuamos con nuestros planes.

Pasó la función y ya era hora de ver a mi chico perfecto. Al salir de la sala del cine, lo vi esperándome con una hermosa sonrisa y de inmediato todo mi cuerpo se conmovió, mi respiración se aceleró, me temblaban las piernas y me sudaban las manos. Elizabeth me dio ánimos para luego huir como rata en naufragio.

Cada paso era aterrador, podía escuchar los latidos de mi propio corazón y sentir el fuego en mis mejillas.

- ¿Lista, preciosa? - ésas simples palabras que me provocaron un rubor aún más fuerte

La conexión entre mi cerebro y mi boca estaba desecha, yo quise decir que sí, pero al final termine diciendo mil y un tonterías, el simplemente sonrió y me ofreció su brazo, el cual acepté encantada. Al entrar a la sala de cine, efectivamente, él tenía un asiento reservado junto a el

-Solo para ti, preciosa- dijo al tiempo que hacia un ademán y me invitaba a sentarme.

Todo fue perfecto, aunque ni siquiera estaba viendo la película, solo miraba a Sebastián de reojo y jugaba a defender mis dulces cuando él me los robaba. Después de que la película acabara Sebastián se ofreció a acompañarme a mi casa, por mucho que quise decir que sí, no pude debido a que tenía que comprar algunas cosas, simplemente me limité a despedirme de ese príncipe azul e irme.

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