Cita Accidentada

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Después de eso me dirigí a la Torre Eiffel a ver a Sebastián quien me estaba esperando con un ramo de flores, tulipanes específicamente, obvio no dude en agradecerle ese lindo detalle, aunque mis favoritas siempre han sido las rosas, en especial las rosadas (sé que no es muy original de mi parte); pero sin importar que tipo de flores fuesen igual era un detalle tierno de su parte. Paseamos por el lugar, bastante callados, cada vez que uno de los dos trataba de hallar un tema de conversación era interrumpido por el otro, lo cierto es que no hallábamos cosas que tuviésemos en común,después de un rato nos sentamos en una banca e intentamos buscar un tema de conversación, hasta que después de un rato surgió un tema de conversación.

-Y ¿Qué tipo de música te gusta?- preguntó Sebastián tratando de cortar el silencio que nos envolvía.

-La acústica y las tonadas suaves: Soundtrack, Gospel, Christian Pop, Jazz...-respondí yo, con la esperanza de encontrar algo que tuviéramos en común- ¿Y a ti?

-Me gusta un poco más fuerte: Rock, Pop, Rap, Hip Hop... eso- dijo con el mismo nivel de decepción que yo.

En ese momento otro silencio nos invadió, yo no lo iba a romper, no quería decepcionarme más de esta incómoda situación, de la nada vi que alguien se nos acercaba saludando, era Nina ¿Qué hacia ella ahí?

-Hola chicos- saludo la chica, en otro momento me habría molestado; pero como iban las cosas, no protesté.

-Hola Nina- contestó Sebastián -¿Qué te trae por aquí?

-Elizabeth me dijo que nos viéramos aquí- respondió Nina- ¿Interrumpo algo?

«-En realidad no - pensé, pero era evidente que no iba a decir nada».

Sebastián negó con la cabeza.

-¡Qué alivio!- dijo la chica con un poco de ironía en su voz- Pensé que había llegado en mal momento.

Después de un rato más o menos largo llegó Elizabeth acompañada de Matías,cuando lo vi ese extraño cosquilleo en mi estómago volvió esta vez era más fuerte; pero eso no era todo, además repentinamente me puse muy nerviosa, no sabía que me estaba pasando, tenía demasiadas cosas cruzando mi mente, y, como siempre mis pensamientos se vieron interrumpidos por una voz externa.

-Aurora- dijo Sebastián o más bien mi novio tratando de devolverme a la realidad- ¿Estás bien?

-Sí, si... estoy bien- dije volviendo a la realidad.

-¿Qué les parece si vamos a comer algo?- sugirió Elizabeth - Hay un restaurante cerca de aquí

-Me parece buena idea- dijo Nina- ¿Tú que dices Matías?- continúo mientras jugaba con su cabello.

-Está bien... creo -dijo Matías un poco incómodo por la actitud de la muchacha.

-¿Qué dice la pareja del año?- dijo Nina con ese tono de ironía que me resultaba tan irritante- ¿Vienen con nosotros?

-Por mi está bien -dijo Sebastián- ¿Tu que dices Aurora?

-Sí, me parece que está bien- dije yo.

Así que sin más que hacer nos dirigimos al restaurante que Elizabeth había sugerido, como era de esperarse Nina se aseguró de sentarse junto a Matías, esa chica no podía ser más obvia, hasta un ciego podría darse cuenta que a ella le gustaba el guitarrista, Elizabeth trataba de disimular sus celos en un intento legendariamente fallido; pero era entendible, esa chica nueva era demasiado coqueta. Cuando acabamos de comer después de que una ola de aburrimiento nos azotara a Elizabeth y a mí, Matías y Sebastián fueron a pagar la cuenta o al menos eso dijeron, tardaron un rato, de la nada Elizabeth se levantó algo asustada y se dirigió hacia donde estaban los dos chicos, en ese momento sólo quedamos Nina y yo en la mesa, era incómodo, así que trate de conversar con ella para tratar de hacer de ese momento menos molesto, no la conocía y eso hacía que hablar con ella fuera más difícil.

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