Thirteen

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Tres días después.

-Era imposible que fuera real, pero ahí estaba, ¡Nunca había visto tanto helado en mi vida! Lamentablemente Jane me hizo compartirlo con mis hermanos- Frank rió al igual que su grupo de amigos que yacían en el patio de la escuela mientras esperaban a que sus salones fuesen abiertos.

Bonnie acababa de volver a la escuela luego de unos días en los que todo fue horrible en su hogar. Si es que a ese lugar se le podía llamar hogar. Su mejilla ya no estaba hinchada pero si morada, también llevaba un parche en su ojo derecho lo que hacía que la gente lo mirara raro. El aroma a alfa de Frank guió a Bonnie hasta donde se encontraba hablando con sus amigos, no pudo evitar sentir celos de la chica rubia que estaba a su lado y con cada paso más cerca que daba, la chica se parecía más a Madison, pero Bonnie no era capaz de sentir el aroma de Madison en ella. Bonnie abrazó a Frank por detrás y el nombrado se volteó, frunciendo el ceño cuando se dio cuenta de que era el chico.

-Suéltame- gruñó alejando al chico de su ser.
-Frank, yo necesito decirte algo...- el omega no lo miraba, no quería que Frank lo viera de la forma en la que estaba. El alfa le hizo una seña a sus amigos para que se fueran. -Yo no...-
-No importa, debí haberme dado cuenta de que no tenía oportunidad contigo- el alfa se alejó un poco del omega. -Así que ahora seremos completos desconocidos-
-¡Yo no las pisé! M-Mi papá lo hizo, él no quiere que esté a tu lado...- el omega se dejó caer y se acomodó junto a la pared abrazando su estómago que aún dolía.
-Mira, sé que él es un ser repugnante, pero no inventes excusas, ya te dije que no importa- el pelirrojo tenía un nudo en su garganta, no quería seguir hablando con el chico de eso. -Perdón si te incomodó todo lo que hice, ahora yo-
-Si quiero-
-¿Qué?-
-Leí el papel, fue un lindo detalle el que me hayas dado una rosa morada, sobretodo porque es falsa y no se marchitará...- Bonnie finalmente levantó su mirada dejado que el alfa viera lo mal que estaba. -Fue una carta muy linda y estoy diciendo que si quiero ser tu novio- una tímida sonrisa se formó en sus labios.

Frank dejó de mirar el rostro dañado de Bonnie y se fue caminando. El omega se levantó con cuidado y lo siguió un poco más lento.

-¡Frank!- el nombrado se detuvo y el omega finalmente pudo alcanzarlo. -Creí que...-
-Vamos- Bonnie no supo como llegó al auto del pelirrojo y menos como llegaron a su casa en un abrir y cerrar de ojos. -Voy a matar a ese imbécil- gruñó entre dientes bajándose del auto y sacando algo de su mochila.

El omega se bajó también, viendo como el alfa trepaba sin problema alguno el muro de su casa. Corrió hasta la reja y entró, sin rastro visual del alfa así que siguió el aroma de este.

-Podría haberte matado, mujer, nunca haces nada bien- Frank pudo oír los sollozos de la mujer y antes de que el hombre pudiese levantarle la mano el pelirrojo se adentró en la habitación. -Vaya, el alfa pobre que quería conquistar a mi pequeño tesoro...- Bonnie estaba a unos cuantos pasos de Frank, temiendo por lo que pudiese pasar en ese momento.
-Vuelves a tocar a la señora o a Bonnie y estás muerto- el pelirrojo no se veía asustado ni alterado, sólo jugaba con algo dentro de los bolsillos de su sudadera.
-No me asustas, niñito- Andrew dio unos pasos adelante. -O debería decir... Bestia- Frank dejó de jugar con lo que tenía en sus bolsillos y miró al padre de Bonnie con el ceño fruncido. -Vamos... ¿Acaso no quieres que mi hijo sepa lo que realmente eres?-

La risa de Frank se escuchó desconcertando a Andrew.

-Tienes razón- Frank seguía con una sonrisa en su rostro. -Dejemos que Bonnie sepa lo que soy en verdad- el pelirrojo sacó sus manos de sus bolsillos con un arma en su mano derecha. El omega que estaba tras Frank estaba inmóvil, no entendía porque el pelirrojo tenía un arma.

-¿Ves, Bastián? Este tipo está loco- Andrew dio otro paso más. -Dile lo que eres-
-Bonnie, ¿Me tienes miedo?- el omega negó, en verdad no le temía a Frank. -Bien, luego te explicaré- el alfa quitó el seguro del arma y la puso en la frente de Andrew cuando este intentó quitársela.
-No lo hagas- soltó Bonnie. -Por favor-
-Mm... Bien- Frank volvió a ponerle el seguro luego de quitar el arma de la frente del hombre. -Y tu deja de meterle cosas a Bonnie en la cabeza, nunca le haría daño-

[…]

-¿Me dirás ahora? Ya te expliqué lo de las rosas- Bonnie jugaba con las mangas de su camisa. El pelirrojo suspiró.
-Nunca he matado a nadie, que te quede claro, esta mierda es de juguete- el alfa sacó el arma de su bolsillo y se la pasó al omega quien la observó con cuidado. -Cuando le quitas el seguro suena como si fuera una real, no sé porqué, pero es genial- el omega "disparó", pero en vez de salir una bala salió papel picado de esta. -"Bestia" es un nombre que me dieron por no sé que, me habían suspendido por un semestre entero por meterme en problemas con ese juguete y eso-

A pesar de la pésima explicación de Frank, Bonnie fue capaz de entender a lo que se refería. Dejó de prestarle atención al alfa y hundió el juguete en el agua de la fuente en la que estaban sentados. Frank seguía hablando, intentando confesar sus sentimientos sin ponerse nervioso, pero ya se encontraba tartamudeando sin saber que decir. Un chorro de agua fue directamente a su rostro haciendo que deje de hablar y le preste atención al omega que le lanzaba agua con el juguete.

-Mira, funciona con aguita- rió Bonnie sin dejar de mojar al alfa. El pelirrojo se lanzó sobre el omega para quitarle el juguete, quedando demasiado cerca de él.

-¿Puedo...?- el omega unió sus labios antes de que el alfa pudiese terminar la frase, el chico se separó un poco luego de unos segundos. -Wow... Esto es vergonzoso pero este es mi primer beso-
-No es vergonzoso- susurró Bonnie volviendo a besarlo, esta vez moviendo sus labios con torpeza al igual que el pelirrojo.
-Agh, eres demasiado tierno, conejito, me darás diabetes-

Imprudent 「ABO!Fonnie」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora