Un año más, gritaban mis padres con una gran sonrisa en sus rostros, la felicidad de que este año sería mejor, que lograriamos lo que deseabamos, sin duda sabia que este año traería cosas nuevas, pero jamás imagine que lograria encontrar el amor.
Encontrar novio, no era primordial para mi, pero deseaba encontrar a alguien que me hiciera sonreir, que me despertara cada mañana con un mensaje de texto diciendo "Buenos días mi reina" o algo así, sabía que sonaba estúpido, pero era algo que deseaba concretar.
Aquella noche de año nuevo me llamo la Fernanda pero le deciamos Ferni, ella tenia 2 años más que yo, teniamos muchas cosas en comun, solo nos diferenciaban dos, ella era una mujer atractiva, con grandes pechos y un trasero enorme, aquello llamaba mucho la atención de los niños así que para que decir que le llovian las propuestas, cada semana cambiaba de novio, algo totalmente extraño, ya que yo creo que cuando uno se enamora debe ser infinito y poderoso, pero bueno ella era así, la segunda cosa que nos diferenciaba es que ella tomaba y se drogaba, algo que yo hasta ese entonces no realizaba, ya que creia que era una perdida de tiempo, pero todo cambió en aquella fiesta la conocida "Año nuevo x2", el nombre era tarado al inicio no deseaba pero no habia otra opcion y la otra era salir con mis padres a ver mi aburrida abuela que hablaba solamente de las tristezas de la vida.
La Ferni me paso a buscar a mi casa, mis padres me abrazaron y me dijeron que me cuidara, al llegar a la fiesta, era algo totalmente raro, ya que habia mucha gente, y casi todas llenas de sudor y con un vaso de alcochol en sus manos, con la Ferni nos sentamos y aun que no podia escuchar lo que decia solo acentia con mi cabeza.
A los minutos como ya estaba más que claro, se acercó un chico rubio alto, creo que 2 veces yo, con un gran tatuaje en su brazo derecho y unos ojos color marron, se acercó a la Ferni y le pidió que bailaran muy coquetamente ella acepto, y yo me quede como una tarada sentada en aquel sofá, saque mi celular y comencé a jugar "diner dash" igual que una niña de 12 años, hasta que senti que alguien toco la pantalla de mi celular levante la mirada y era un hombre de unos 20 años, alto de cabello color castaño, ojos verdes, una sonrisa encantadora, en sus manos llevaba un cigarro y utilizaba un pantalon negro con una camisa de color azul y un perfume que enloquecia.
Hola - me dijo con una voz carismatica-
¿hola?
¿quieres bailar?- en aquel momento mis manos comenzarón a sudar, no podia creer que un niño tan lindo me invitará a bailar.
No sé bailar -respondí con mis mejillas rojas.
yo te enseño - tomo mi brazo y me llevo a la pista de baile, me tomo de la cintura con sus calidas manos, pude sentir su musculatura, mis pies temblaban, pero el seguia meniandose, mientras yo miraba el suelo.
Bailamos una o dos canciones pero más que bailar me abrazaba tan fuerte, que sentia una pequeña sensación de cosquillas dentro de mi estomago, levanto mi rostro y me levanto un poquito con sus fuertes brazos mientras me decia al oido "Que linda eres", yo solo sonreí y trataba de responderle, pero sabia que si lo hacia, mi voz temblaría y sería ridiculo. El decia miles de cosas a mi oido, cosas hermosas, que pense que jamas nadie me diria, ya que no soy muy atractiva, mido 1.60 , soy delgada de cararedonda, mi piel no es muy blanca y mis ojos son oscuros, mi cuerpo no es muy abultado casi nada. Al terminar la canción tomo mi mano nuevamente y me llevo hacia la terrasa de aquel lugar.
Ahora podemos hablar -dijo mientras prendia otro cigarro.
Sí -respondí.
¿cómo te llamas? - pregunto mientras votaba humo por su boca.
Amanda.
Yo me llamo Rodrigo, tienes un lindo nombre - me miro a los ojos mientras me ofrecia un cigarro.- ¿quieres?
Claro -respondí, pero jamás en mi vida habia tomado uno, pero no queria quedar como una pendeja.
Tome el cigarro y el lo prendió con un encendedor verde que saco de su pantalon negro, aquel momento absorvi el cigarro y al respitar, senti como que me ahogaba y comence a tocer muy fuerte.
¿estas bien?- me pregunto con angustia.
sí -sonreí avergonzada.
