No mucho cambió en la casa hogar, Claudia seguía lavando los baños y platos, cocinando y poniendo especial atención a Miguel, por lo que en muchas ocasiones ella se encontraba fatigada y agobiada.
- Buenos días
- ¿Qué se te ofrece, qué haces aquí y quién eres?
- ¡Muchas preguntas a la vez! –risas- Soy el conserje, mi nombre es Esteban mucho gusto ¿Tu quien eres?
- ¡La persona que hizo tu trabajo durante estos días que no estabas!
- ¿Disculpa?
- ¿Qué no me escuchaste?
- Lo siento pero me enfermé –risas- pero ya estoy de nuevo aquí, así que ya no tienes por qué estar enojada.
- Disculpa, creo que fui un poco ruda.
- ¿Un poco? –risas-
- Es bueno saber que estás de vuelta, era muy difícil hacer mi trabajo y el tuyo a la vez. Me tendrás que recompensar alguno de estos días –risas- es broma.
- Pues porque no empiezas diciéndome tú nombre.
- ¡Lo olvide! Soy Claudia, soy nueva por aquí, bueno creó que eso es obvio sino ya me conocerías –risas-
- Yo también soy nuevo por aquí, solo trabajé una semana y pues como ya te lo había dicho me enfermé.
- ¿Enserio? Qué extraño que la encargada te diera permiso de faltar a tan poco tiempo de haberte contratado y además de haberte dado un cuarto –cara de sospecha-
- Es que creo que tengo un gran poder de convencimiento –risas-
- ¡Dímelo a mí!
En ese preciso momento Claudia pensó en sus poderes pero lo que no se habría imaginado es que Esteban pensaba en los suyos.
- ¿Deberás?
- ¡Claro! Debe ser la persuasión femenina o algo así ¿No crees?
- Yo creo que tienes unos hermosos ojos
- ¡Tú no te quedas atrás! –risas- ¿No crees que ya te tienes que ir a trabajar?
- Creo que sí, pero antes de eso ¿Crees que nos podremos volveremos a ver?
- Claro que si tonto, ¡trabajamos en el mismo lugar!
- ¡Es verdad! Que tonto soy, la enfermedad se me debió de haber metido a la cabeza, entonces creo que nos vemos después Claudia.
- ¡Fue un gusto conocerte Esteban!
Después de que Esteban se fue, Claudia quedo totalmente asombrada por haber platicado con alguien tan simpático y guapo como él. En lo único que podía pensar era en sus lindos ojos color miel (casi dorados) y en su muy varonil voz; Ni él ni ella se imaginarían quienes estaban detrás de esos hermosos ojos.
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Que Angelito más Diablito
FantasíaEl amor lo puede todo, ven y descubre la historia de Claudia un Ángel y Esteban un Demonio junto con su humano Miguel, que cambiaron la historia para siempre. Quien diria que un ángel y un demonio se podrían enamorar