Mi Demonio Favorito.

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¡Bésame, Derek!

—Te quiero besar— Murmuró Derek a centímetros de mi boca, jadeé y entreabrí el labio dándole a entender que yo también lo quería.

—¡Bésame, Derek!—Pedí en un suspiro, mirándolo con deseo. Una sonrisa se deslizó por sus labios, ladeó la cabeza llevando una de sus manos a mi nuca. Me sostuvo con fuerza, para luego unirnos en un apasionado beso.

But tonight I'm loving you
Oooh you know
That tonight I'm loving you
Oooh you know
That tonight I'm loving you

You're so damn pretty
If I had a type then baby it would be you
I know you're ready
If I never lied then baby you'd be the truth

Empecé a escuchar y di un brinco en la cama quedando sentada. Era la endemoniada alarma ¿quién se cree para interrumpir mis sueños? Tal vez si cierre los ojos de nuevo, quizás podría volver a....

Scarlett, tienes colegio.

Me recosté de el espaldar y tomé una bocanada de aire. Que estúpida eres Scarlett. Me restregué la cara con ambas mano y me di cuenta que estaba llena de baba. Me empecé a reír, si mi mamá me oye pensaría que estoy loca. No crean que me levanto así de loca siempre -sólo aveces-, supongo que es el efecto "Derek".

Estiré los pies con pereza hasta que tocaron el suelo, estaba frío. Quité todo el embrollo de sabanas entre mis piernas y alcancé mis sandalias, animando a mi pesado cuerpo a levantarse.

Arrastré mis pies hasta la bañera dejando caer el agua sobre mi cabeza, quitando todo signo de el "efecto Derek". Cogí mi toalla, me seque rápidamente, y terminando con mis necesidades, me dispuse a buscar mi ropa.

Un suéter con capucha y unas gafas no quedaría mal para esconderme, no quiero ni pensar en toparme con ese moreno. Después de lo que me contó Derek quedé muy asustada. Tendría que hablarle a Frank y a Laura para que me ayuden.

Frank y Laura ¿qué habrá pasado con ellos? Ni siquiera me han mandado un mensaje. Me terminé de poner el uniforme y busqué mi iphone para marcarle a Laura.

Primer tono, nada.

Segundo tono, no contesta.

Siguió sonando hasta mandarme al "deje su mensaje después del tono, PIIPPP", rodé los ojos cerrando de inmediato -siempre he detestado ese mensaje-. Decidí marcarle a Frank.

—Hola.

—Frank— Puse el celular en alta voz, dejándolo encima de la cama.— ¿Dónde te metiste anoche?

Un enorme silencio inundo la línea, ¿me cerró?

—¿Frank?

—Ah sí, perdón— habló rápido, me terminé de poner la capucha, tomé mis gafas y cogí el celular— Anoche... Me tuve que ir.

—¿Te sentías mal?

—No.

—¿Entonces?

—Nada. Nos vemos en el colegio, chao.

Ni siquiera me dejó despedirme y cerró. Algo anda mal, muy mal y tengo que averiguarlo. Cogí mi mochila y salí a desayunar encontrándome con un panorama muy extraño.