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Estábamos en clase de Historia, pero era como una especie de "hora libre", ya que nuestro profesor era muy bueno, y a veces nos dejaba no hacer nada.

Estaba hablando con Hazel animadamente, hasta que en un momento ella toma mi mano y con una lapicera escribe: Ethan y Elena.

Hace aproximadamente un mes, le había contado a Hazel que él me gustaba, y ella me apoyaba, es más, era uno de sus amigos. Cuando vi lo que había escrito, inmediatamente lo saqué, con mi alcohol en gel. Luego tomé mi lapicera y tomé su mano, escribí: W y H.

Era la inicial de Will, la había escrito porque se me ocurrió, solo para molestarla, pero eso pareció haberle afectado un poco, al ver lo que le había puesto se quedó observando su mano por unos minutos. Luego me miró, parecía estar algo confundida y a la vez nerviosa.

— ¿Cómo supiste esto? —preguntó.

En parte, parecía algo molesta.

Fruncí el ceño.

— ¿A qué te refieres? —pregunté.

¿Acaso le gustaba Will? Vaya, increíblemente lo he adivinado, sin siquiera intentarlo.

— ¿Alguien te dijo que él me gustaba? —preguntó.

Alcé una de mis cejas.

—Siendo sincera, no sabía que te gustaba alguien, es más me sorprende que lo haya adivinado sin saberlo —respondí.

Lo pensó por unos minutos, pero finalmente asintió.

—No se lo digas a nadie, muy pocas personas lo saben —dijo.

—Tranquila, no le diré a nadie —le sonreí.

En verdad, debo admitir, soy muy buena guardando secretos, cuando me dicen que no le cuente a nadie, no lo hago.

. . .

Todos los días hablaba con Hazel, y en serio, era una persona con la que te puedes llevar bien enseguida, incluso hablábamos de los chicos que nos gustaban, y cuando nos sentíamos mal, también hablábamos.

Habían pasado tres meses desde que había llegado a la conclusión de que Ethan me gustaba, pero últimamente algo andaba mal, cuando Hazel me hacía bromas con él o me lo mencionaba por mensajes, no le daba mucha importancia. La verdad, cuando lo veía o escuchaba su nombre, nada, no sentía absolutamente nada.

No sentía ese cosquilleo en el estómago o que el corazón se me estuviera por salir del pecho al verlo. Nada, absolutamente nada.

A las únicas personas que les había contado que me gustaba Ethan eran Hazel y Harper. A Amber no se lo había dicho porque... Bueno, la verdad no tengo idea, pero es como que mi mente o mi corazón, no sé, decide a quién decírselo y en qué momento. No es algo que pueda decir a la ligera, simplemente no me sale ser así.

Teniendo en cuenta que antes yo era una persona muy cerrada... Es obvio que aún me cuesta en cierto punto, aunque de algo estoy segura, mi yo de ahora no es mi yo de antes.

Volviendo al tema de Ethan, de lo que estoy segura es que ya no me gusta, obviamente es lindo, pero gustar de gustar, ya no. Pero no se lo diré a ninguna de mis amigas aún...

. . .

Estaba en clase de Matemática, hablando con Harper y Amber. En un momento en que ellas se quedan hablando solas... Poso mi mirada en estos dos chicos, que probablemente ya se convirtieron en mis amigos, pero no se los diré, porque mi orgullo y ego son más fuertes. Bien, en realidad no se los diré porque me gusta esto de molestarnos mutuamente, es como un juego. Y cuando digo "estos dos chicos" me refiero a Isaac y Oliver.

Hablo mucho más con Isaac ya que siempre me molesta llamándome "Baker", pero me gustaría hablar un poco más con Oliver, a pesar de que a veces hablamos o se mete en discusiones con Isaac, siento que tenemos poca conexión.

—Oye —me habló Oliver delante mío con una sonrisa.

Le sonreí.

— ¿Qué pasa? —pregunté.

Él dirigió su dedo índice hacia su mejilla y la tocó varias veces. Fruncí el ceño, no entendía lo que quería decirme, al ver mi cara, rio.

—Un beso, salúdame —dijo y volvió a reír.

Me uní a su risa. Vaya, ¿cómo es posible que no lo haya entendido? Qué estúpida soy a veces.

Luego me acerqué y le di un beso en la mejilla. Me sonrió y se volvió a dar vuelta para seguir hablando con Isaac.

Me quedé unos cuántos segundos observando la nada, pensando en la vergüenza que me doy a veces. Luego me di vuelta para seguir hablando con mis amigas, pero seguía recordando lo de hace unos minutos, y qué vergüenza... Tardaré en olvidarlo, definitivo.


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