Epilogo

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Habían pasado ya más de tres años desde que Adrien comenzó a alejarse de su vida. Los primeros meses luego de su partida hacían todo lo posible para mantenerse en contacto, e incluso viajaban a verse apenas contaban con alguna oportunidad. Pero luego de que ambos iniciaran la universidad las cosas se pusieron complicadas.

Marinette había iniciado en L'École de la chambre syndicale, una de las mas prestigiosas escuelas de la alta costura de Paris gracias al apoyo financiero de Gabriel Agreste, quien se había empeñado en explotar el talento evidente de la chica para que algún día trabajara para él.

Ella no podía estar más agradecida por la oportunidad y al comenzar el curso se dio cuenta de que había nacido para eso. Tanto así que pronto se gano el aprecio y la atención de Madame Bourdieu, directora de la institución, quien guiada por sus impecables trabajos siguió de cerca su aprendizaje procurando que su nombre comenzara a ser rápidamente conocido en la industria de la moda.

Podría decirse que su carrera no podía ir mejor, y era cierto, pero no todo en su vida era color de rosa. Menos aún ese día, el cual conmemoraba un año del término definitivo de su relación con Adrien Agreste.

Salió de su departamento con una sonrisa de nostalgia y la tristeza plasmada en los ojos. Con 21 años se había convertido en una estilizada joven parisina que sacaba más de un suspiro entre los hombres quienes no perdían oportunidad de acercarse a ella, sabiendo de antemano que la chica no prestaría oídos a ninguna de sus atenciones debido a los incidentes ocurridos luego de su ruptura amorosa los cuales se habían hecho públicos en todas las revistas de Paris, haciéndola perder buena parte de su característica alegría.

Durante los meses previos al rompimiento no pudieron evitar las discusiones que nacían de la frustración de no poder estar juntos ya que, al igual que la azabache, el rubio debía responder con sus estudios. Eso sin mencionar el hecho de que odiaba lo que hacía pues había sido obligado a estudiar diseño de modas y, de un tiempo a esa parte, se había hundido en la monotonía de seguir las órdenes de su padre. Su único escape lo había materializado a la manera de fiestas absurdas de la alta sociedad londinense donde acostumbraba perderse de noche en noche.

El chico sabía que era un error, pero aun así disfrutaba que el prestigio de su padre se viera disminuido por su comportamiento, sentimiento que luego intentaba explicarle a su novia sin mucho éxito a través de una simple llamada telefónica que no aminoraba en nada las enormes ganas que tenía de besarla y tenerla entre sus brazos.

Es cierto que hacia todo eso por el bien de Marinette, pero en más de una ocasión estuvo tentado a decirle toda la verdad con el objetivo de que pudiera entenderlo, pues sus discusiones siempre terminaban con ella reclamando lo mismo. "tú fuiste el que decidió irse y hacer todo esto"

A ambos les dolía que su relación estuviera sufriendo esos embates pero no cambiaba lo que sentían el uno por el otro. Cada vez que tuvieron la oportunidad de verse habían tenido encuentros memorables, como si desde un principio siempre hubieran estado juntos y solo tuvieran que lidiar con la añoranza de sus besos desenfrenados.

Aquella lejana mañana en la que ocurrió todo la azabache despertó con el triste recuerdo de haber discutido con Adrien la noche anterior por la misma razón de siempre, pero aparte de eso pudo notar que apenas abrió los ojos algo iba mal.

Se percató de que su celular tenía no menos de 15 llamadas perdidas de Alix y Nino quienes también le habían escrito varios textos que no hicieron más que aumentar su preocupación.

"voy para allá enseguida, no hagas nada"

Rezaba uno de los últimos que alcanzo a leer antes de que el teléfono recibiera una nueva llamada, esta vez de Alya

Nuestra Propia Historia de Amor MBL [1era TEMPORADA]  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora