Sentimientos Ocultos - Junjou egoist

CAPITULO 68 Un respiro.

---Eiri---

Cuando deje a Akihiko en el lugar que me había indicado me sorprendí de ver a mi querido Yukito, tanto tiempo sin verlo.

Ellos llevaron a Usami adentro y Yukito me explicó lo que había pasado.

También le conté que estaba embarazado, él se alegró y me felicito.

Después de tanto charlar, decidí ir cada día para llevarles cosas que necesitaran.

Por lo ocurrido aún no he podido decirle nada a Mao.

De que pronto tendremos un bebé.

Un lindo bebé.

Nuestro romance es el más fuerte del mundo.

Desde que tenemos 14 años hemos estado juntos.

A pesar de haber tenido problemas y discusiones siempre salimos adelante juntos.

Nos amamos y queremos seguir adelante.

No casamos hace 4 meses por el civil.

Tengo 2 meses y medio.

-Ah, ¿dónde se metió Mao?

Apenas les deje una despensa a los chicos.

Regrese a la casa para descansar.

No entiendo porque últimamente Mao sale mucho.

No es que desconfíe de él, solo que lo extraño.

La puerta se abrió y lo mire.

-Mao.
-...
-¿Mao?

Él se acercó a mí y me abrazo.

-EIRI MI AMOR.
-M-Mao e-espera.
-Te he extrañado, -me beso- te amo.
-A-Apestas a alcohol. –lo aparte.
-S-Solo tome-hip un trago.
-...
-Mao, ¿Por qué?
-... ¿Eh?
-Idiota.
-N-No te enojes amor, -se aferró a mi cintura- s-solo estaba celebrando.
-¿Celebrando qué?
-No puedo decirte.
-...

Él me beso y lo empuje.

-Baka.
-¿Huh?
-Y yo que quería decirte la buena noticia.
-Eiri...
-Vete a dar un baño y duérmete, yo me iré a dar una vuelta.
-¡¡EIRI!!!
-Borracho, -chasquee la lengua- ve a descansar.
-Pero yo quiero tocar a mi Eiri.
-B-Baka.

Cerré la puerta y camine por las calles.

-Baka Mao, tenía que emborracharse precisamente cuando le diría que estaba esperando un bebé, baka.

Pero lo que más me molesta...

Es que no me dijera porque había tomado.

-Tú padre es un baka. –acaricie mi vientre.

Después de calmarme camine hacía la casa pero sentí como me tomaban de mi mano.

-...
-Aquí estás...
-¡¡Takeshi!! –exclame.
-Tú me servirás muy bien.

Di un paso hacia atrás.

-¿Qué quieres?
-Te necesito.
-...
-Tú me ayudarás a tener a mi lindo esposito a mi lado.
-NO ES TU ESPOSO.
-Lo es...
-Idiota, -reí- el matrimonio se cancela si no hay contacto íntimo.

Él rechino los dientes.

-No me importa. –me sujeto del brazo- Ahora camina.
-No quiero, suéltame.
-Vendrás conmigo sino quieres que lastime a tu bebé.
-IMBECIL. –intente soltarme.
-Tú lo quisiste.

Ese tipo me coloco algo en la nariz y yo intente apartarme, pero mis fuerzas se desvanecían.

---Hiroki---

Ha pasado una semana...

Afortunadamente Roderich se ha recuperado por completo.

Gilbert se la pasa con él y su hija, no salen mucho de la habitación porque mi padrino no se lo permite, es muy... ¿sobreprotector?

Comen en su habitación y cada día los visito.

Su niña se parece a los dos.

Tan linda y tierna, al igual que mi Yumi.

No se le despega de Nowaki.

Yumi sabe que es su papá, desde que estaba en mi vientre sabía.

Me es alegre ver a Nowaki enseñándole a hablar nuestra hija.

Después de tanto tiempo separados.

Por fin estamos juntos.

Somos una familia.

No puedo creerlo, tanto tiempo lejos.

Con tanto dolor...

Pero ahora...

-Hiro-san.
-Ido...
-Hiro-san.
-Ido.
-Vamos mi niña, H-i-r-o-s-a-n.
-Ido-san.
-Así es.

Nowaki cargo a nuestra hija y la abrazó.

¿Qué haría sin él?

Afortunadamente estamos juntos, y está vez para siempre.

No dejaré que nos separen.

Yo también luchare por nuestra oportunidad.

Ya no debo ser débil...

Mostrar fortaleza.

Volver a ser como antes.

-Ido-san.
-Si mi niña.
-M-Mami. –me señalo.

Nowaki volteo y sonrió.

Camine hacia él y bese la frente de nuestra hija.

-Rick dijo que todo estaba listo.
-Me alegro.
-Nowaki.
-¿Sí?
-Quisiera poder ayudar y...
-Mi amor, -tomo mi mano- quiero que tu estés a salvo, cuides de nuestros hijos, no quiero que nada malo te pase.
-Nowaki...
-Por favor Hiro-san, hazme caso, quédate en esa mansión.
-Está bien.
-Gracias.

Beso mi frente y acaricio mi vientre.

-Espero que sea un niño para tener la parejita.
-Baka.
-Solo un poco. –me beso.
-Chicos los autos están listos. –comento Rick.

Nowaki tomo mi mentón y me beso.

-Vamos.
-Sí.

Caminamos hasta la camioneta donde me iría con Tsumori, Roderich y Gilbert, en el otro auto se irían mi hermano con Akihiko, Ijuuin, Rick y mi mamá.

Me senté a lado de Nowaki quien nos llevaría hasta el reino de Dimitri.

Espero que pronto atrapen a mi padre.

Y si se puede al idiota de Mookyul y Takeshi.

Esos dos hombres en verdad me fastidian.

Solo quiero que todos seamos felices, ¿es mucho pedir?

Tsumori tenía a mi hija en sus brazos y Gilbert a la suya puesto que Roderich se había quedado dormido.

Y siendo sincero...

Yo también me empezaba a quedar dormido.

Ijuuin nos dijo que eran 8 horas en auto para llegar a ese reino.

Ya que si nos íbamos en avión corríamos peligro de ser rastreados y además la pequeña Lilian era muy pequeña para viajar.

Mire por la ventana y observe el paisaje.

Esto me trae mucha tranquilidad.

Tome el woki toki que nos dio Rick.

-¿Sí? –respondió Rick.
-¿Cómo están por allá?

Ellos iban delante de nosotros, aunque a veces los igualábamos pero tras nos dejaban muy atrás.

-Pues tu hermano y Nelly se quedaron dormidos, Kyo manejando y Akihiko revisando unos documentos.
-¿Y Toshiro?
-Conmigo, al igual está dormido.
-Bien, avísenos cuando estemos llegando.
-Claro hijo mío.

Nowaki tomo mi mano y sonrió.

---Steven---

Ese estúpido se escapó.

Maldita sea.

Maldito Akihiko, debí darle un tiro en la cabeza.

Debí matarlo.

Ese imbécil.

Maldición.

¿Dónde quedo Yukito?

Hijo de puta.

Porque eso es Yukito.

Hijo de una zorra, una puta que le abrió las piernas a todos los hombres que se le cruzaron por su camino.

Y sus hijos igual de putas.

Maldita sea.

Me metí con un asco de familia.

Afortunadamente no son mis hijos.

Espero que esa mujer se muera.

-Steven.
-¿Sí?
-Suegro tengo la solución para tener a Yukito bajo mis pies.
-¿Y cuál es? –gruñí.

Él trono los dedos y apareció un hombre cargando a un pelinaranja y lo dejo en un sofá.

-Es el mejor amigo de Yukito. –sonrió.
-Ya veo, -relamí mis labios- nada mal.
-Tómalo.
-...
-Deberías de dar provecho a su estancia aquí.
-Tienes razón, -reí- llévenlo a mi habitación y amárrenlo, lo follare en un rato.

El hombre se llevó al chico y sonreí.

-Ya sabes que hacer ¿no?
-Contactar a Yukito.
-Así es, aún conserva el teléfono.
-Muy bien. –comento.
-Gracias por el regalo, en verdad necesito desfogarme.
-No hay de que suegro.
-¿Y Mookyul?
-Arreglando unos negocios.
-Supongo que sigue cabreado.
-Y con planes en la mente.
-Supongo.

Me serví una copa de coñac y me quite el saco.

-Bueno iré con mi pequeño regalo.
-Qué le aproveche.

Subí las escaleras y llegue a mi habitación. Al entrar vi a mi regalito amarrado a la cama con una mordaza en la ropa y estaba en ropa interior, relamí mis labios y me acerque.

-A pesar de que no seas Roderich, eres muy lindo y sexy, tendrás el privilegio de ser solamente mío, así que vamos a divertirnos.