¿Me vas a llamar siempre una vez al mes para preguntarme lo mismo? — Froté mis ojos con el dorso de la mano mientras miraba el reloj al lado de mi cama, 2 a.m. Puntual como siempre.
¿Te molesta oír mi voz antes de irte a dormir?
No, pero creo que tengo una clara idea de lo que me vas a preguntar y como que no me gusta. Además ya estaba dormido. — Caminé hasta la cocina, esto iba a durar algún tiempo.
De acuerdo, entonces ¿Qué tal si no te llamo más?
Uh, entonces cariño ¿Qué es lo que querías saber? — Era divertido molestarlo, cuando lo hacía su voz adoptaba una nota alta.
¿Por qué eres tan tonto Cheol?
¿Es una pregunta capciosa, o...? — Un bufido sonó al otro lado de la línea.
¿Tomémoslo como una afirmación de acuerdo?
Entonces, Han. ¿La duda existencial que tienes a las dos de la mañana es...? — Esperé pacientemente, nunca lo decía de inmediato.
¿Me amas?
No puedo creer que aún lo dudes. — Pero de hecho, si podía. A lo largo de los tres años de relación que tenía con Jeonghan, me había llamado todos los 25 de cada mes para preguntarme lo mismo. Siempre un día antes de cumplir un mes juntos.
Uno nunca sabe. ¿Qué tal si me amas hoy y me olvidas mañana?
No veo que eso vaya a suceder en ningún futuro cercano. — Y estaba seguro, no podría amar a ninguna otra persona después de amarlo a él.
¿No te cansarías de ver mi rostro cada mañana?
Yoon Jeonghan, ¿Me estás ofreciendo que vivamos juntos? — Sonreí. A veces, cuando no se daba cuenta me decía que nos veía juntos en un futuro. Sabía desde un principio que ambos sentíamos lo mismo, sabía que estábamos destinados. Pero Han no, me costo un buen tiempo convencerlo.
Solo si cocinas para mí todos los días.
Hecho. — Mi corazón tartamudeó.
¿Si quiera sabes cocinar?
¿Cuentan los macarrones con queso? — Quizás, debería ir revisando recetarios en internet.
No.
Entonces no. — Me acerqué a mi armario y empecé a buscar una polera, afuera hacía frío.
Bueno, supongo que no nos mudaremos juntos.
Me emocionas en vano. — Sabía que Han estaba sonriendo, sentado sobre su cama. Suspiré.
Lo sé.
Igual me amas. — Y no podría estar más agradecido por ello.
Uh, eso es un poco egocéntrico ¿No crees?
Entonces, ¿no se agita tu corazón cuando me ves? — Me senté al borde de la cama. Siempre se hacía el duro. Pero yo sabía la verdad. Miré alrededor de mi cuarto buscando mis zapatillas.
Mi corazón no es lo único que se agita, Seungcheol.
Me alegra que lo sepas. ¿Quieres que tu ayude ahora con ese problema? — ¿Dónde diablos las había metido? No podía salir descalzo a la calle.
¿Qué problema?
Ya sabes, el de la agitación. — Sonreí cuando las encontré. Justo ahí, debajo de la cama.
Humm, no. No realmente.
No estás siendo divertido, Han. — Podía negarlo todo lo que quisiera, pero podía sentir la sonrisa en su voz. Totalmente me quería a su lado.
No pretendía serlo.
Entonces, ¿puedo ir a tu casa a tomar un snack de media noche? — Tomé las llaves de mi auto.
¿Es ese algún código sexual?
Si te digo que lo es, ¿me dejarás ir? — Me reí entre dientes. No estaba tratando de ser un pervertido.
Nop.
¿Y si te digo que no? — Quizá si estaba tratando de ser uno.
Tampoco.
Jeonghan, ¿por favor? — Me senté al volante y esperé.
¿Me harás los macarrones?
Con queso extra. — Prometí con solemnidad.
¿Es esa otra insinuación?
Tu mente está podrida Han. — Encendí el motor.
Entonces, ¿Lo es?
Si me dejas ir, te lo mostraré. — Avancé hasta una estación de gas, bajé por unos refrescos mientras llenaba el tanque.
...
¿Es un sí? — Pagué por todo, y avancé de nuevo.
¿No es como si pudiera detenerte verdad?
De hecho, podrías. Pero no quieres. — No lo había hecho nunca desde la primera llamada. Siempre la misma rutina. Él me estaba esperando.
No me tientes ahora, Cheol.
¿Entonces te tiento más tarde? — Se respiración se cortó con anticipación.
Repíteme de nuevo, ¿porqué salgo contigo?
Porque te amo. — Le dije con sinceridad, lo había amado desde el primer momento y así sería por siempre.
Gracias.
¿Han? — Me estacioné al lado de su casa.
¿Sí?
¿No deberías, ya sabes, decirme algo? — Podía oírlo en el fondo, mientras luchaba contra una sonrisa y se hacía el desinteresado.
Oh, claro. Trae gaseosa, no quiero atorarme mientras como.
Han... — Miré los refrescos a mi lado. Los mismos del mes pasado, los mismos durante cada año.
¿Si?
La otra cosa. — Jeonghan se aclaró la garganta.
Puede que quizá te ame.
¿Quizás? — Esperé un poco más.
Ok, de acuerdo. Te amo.
¿Estás sonrojado, no es así? — Podía visualizar con claridad el rubor que bajaba por su cuello. Me alegraba saber que era yo el causante de eso.
Cheol...
¿Sí? — Pregunté inocentemente mientras salía del auto.
¿Aún quieres venir?
Claro, debo calmar esa agitación. — Me quedé quieto tras la puerta con los refrescos en mano.
Cheol...
Lo siento, ¿me abres? — Escuché sus pasos tras la puerta. Realmente amaba a este chico.
¿Es esa una insinuación más?
Fin.
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AGITACIONES |* Jeongcheol
Short Story- Entonces, ¿puedo ir a tu casa a tomar un snack de media noche? - ¿Es ese algún código sexual? - Si te digo que lo es, ¿me dejarás ir?