Capítulo 3

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¿Cómo podría ir vestido a una fiesta en la que no conoce a nadie y a la que fue invitado por un hombre? Ahí estaba la gran duda que lo tenía tirando ropa del closet, buscando la prenda perfecta que era ocupada sólo para ocasiones que podrían ser especiales.

Se sentó de nuevo en la cama, pensando qué podría ser ideal, qué podría quedar perfecto para la ocasión. Sólo quedaban dos horas para que Dean lo pasara a buscar y tenía que apurarse si quería recibirlo sin antes estar corriendo de acá para allá.

- ¿Duda existencial, hermanito? – Gabriel apareció tras la puerta de su habitación, interrumpiendo todos sus pensamientos.

Castiel se giró para ver a Gabe, quien estaba apoyado en el umbral de la puerta y comía una barra de chocolate. Suspiró alzándose de hombros y asintió:

- No sé cómo ir vestido a una fiesta -.

El pelinegro había olvidado por completo el hecho de que jamás había ido a una fiesta, que pocas veces había salido con alguien. Que pocas veces había disfrutado de la vida como se debía.

- Pobre pequeño. A ver, déjaselo al maestro – el mayor entró y se paró frente al armario, pasándole el chocolate a Cas y luego observando el desorden que su hermano había dejado anteriormente.

Castiel sólo se quedó mirando, miraba cómo Gabe sacaba y sacaba ropa del armario, luego guardaba y volvía a sacar. Hasta que quedaron 4 prendas, junto con un par de zapatos negros.

- Ahí tienes – Gabriel le quitó el chocolate de las manos y con una sonrisa divertida salió de la habitación, cerrando la puerta junto a él.

El menor suspiró y se levantó de la cama para analizar la ropa que su hermano le había dejado: Una camisa, un chaleco negro y una corbata roja. Junto con unos pantalones de mezclilla azul oscuro.

Sus labios formaron una sonrisa, en su mente la imaginación se dejaba llevar

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Sus labios formaron una sonrisa, en su mente la imaginación se dejaba llevar. De verdad creía que podía ser la mejor noche de su vida.

En un futuro estaría equivocado.



Y ya sólo faltaban unos minutos para que Dean llegara y tocara la puerta de su casa, sólo faltaban unos minutos para ver nuevamente esos hermosos ojos verdes. Poder disfrutar una buena noche con quizá nuevos amigos, nuevas personas a quienes conocer.

El sonido de tres golpes suaves a la puerta lo sacó de todo pensamiento, y los nervios llegaron con ello. Con pasos decididos, tomó su celular, billetera y llaves y abrió la puerta con una sonrisa, con la misma sonrisa que atrajo a Dean hace sólo dos días.

- Hola – no supo si de verdad había saludado, porque Dean lo quedó mirando de pies a cabeza, sin decir ni una sola palabra, por lo menos no el primer minuto y más largo de todos.

- Hola, Cass – respondió al fin, dándole un beso en la mejilla al pelinegro, tomándolo de sorpresa -... Te ves bien...

La respiración se le empezó a acelerar y parecía que le iba a dar un ataque cardíaco, pero nada pasó. Simplemente sonrió al cumplido. Recién ahí analizó a Dean, estaba tan sumido en sus pensamientos que no había sabido qué hacer en esos dos minutos.

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2017 ⏰

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Al Final Del Camino//Destiel AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora