El principio.

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¿Quieres escuchar una historia? Trata de un amor de hace mucho tiempo - de la época de las cruzadas para ser exactos - un amor que era considerado blasfemia por los que sabían de él, aunque no conocían todos los detalles.

*ríe con diversión*

Y va así:

En una época de monarcas "bendecidos por Dios" en la antigua Inglaterra, vivía un demonio adoptado por una familia de nobles debido a sus méritos como erudito, pero también servía como reemplazo en tributo a la milicia, aunque por supuesto ellos no sabían de sus raíces o raza; Fernand Reginald era su nombre en ese entonces, un chico con la apariencia de un hermoso joven en sus 20 años, de liso cabello castaño, piel blanca como la nieve y tersa como la porcelana, unos brillantes ojos azules y un cuerpo esbelto deseado con lujuria por ambos géneros.

Un día la familia de nobles con los que vivía Fernand, fueron invitados al castillo para celebrar el cumpleaños del mayor de los príncipes, Enrique Jr.; la curiosidad del joven demonio lo llevo a explorar el encantador jardín del lugar bajo la luz de la luna, pero el sonidos de hojas siendo apartadas llamo su atención, entre un grupo de arbustos de nanho azul vislumbro a un niño de unos 8 años aproximadamente, de tés pálida, ojos claros y un distintivo cabello rubio rojizo, con el cual inmediatamente entablo una amistad, más tarde fue ese mismo pequeño quien lo guio de regreso al gran salón del castillo, pero no fue sino después que averiguo que el niño era en realidad el príncipe Ricardo, quien traviesamente se había fugado de la fiesta de su hermano mayor.

Pasaron los años y en todo ese tiempo el demonio no regreso al castillo de la realeza, así como tampoco volvió a ver al pequeño príncipe sino hasta mucho después.

A pesar de ser una criatura que no envejecía - que era un detalle que los humanos no notaban a menos que él así lo quisiera - nunca tenía tiempo para otra cosa que no fueran sus clases de etiqueta, estudios generales y más adelante entrenamiento militar, por obra del caprichoso destino termino como soldado real, participando en la supresión de la sublevación del joven Ricardo, que en ese momento tenía 17 años y termino fracasando en el intento.

Era casi imposible tener contacto con la realeza a menos que tuvieras un alto cargo, pero en un acto de desafío a su padre luego de una discusión, Ricardo huyo al depósito de armamento de los soldados, donde en ese momento se encontraba Fernand cuidando de sus armas. Fernand estaba sorprendido por la presencia del joven príncipe en un lugar como aquel, pero no fue sino su personalidad arrogante, rebelde y condescendiente lo que lo sorprendió aún más, quien de forma grosera señalo la facticidad y utilidad de su elegante apariencia afeminada en el campo de batalla, causando la ira del demonio quien devolvió el insulto al varonil y bien dotado príncipe, éste, consternado por las palabras afiladas de alguien por debajo de él, comenzó a tomar interés en el hermoso soldado de lengua viperina, al cual nunca recordó de su infancia.

El León Y El DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora