Capítulo Unico

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-Ya debo irme o voy a llegar tarde- le dije a mi pareja quien no me soltaba, ya estaba listo para irme al trabajo pero este tipo se negaba a dejarme ir.

- Mmmm...¿no puedes quedarte un poco más? - dijo apretando aún más el agarre y acurrucandose en la curvatura de mi cuello, sentí un escalofrío recorrerme la espalda pero debía mantenerme firme.

- Budo ya sueltame o te quedas en abstinencia un mes - le amenacé sabiendo que con eso ya tenía la batalla ganada.

Inmediatamente me soltó y se despidió de mí con un rápido beso en los labios.

-¡Que te vaya bien! - casi gritó él y se dirigió a la habitación para también prepararse para su trabajo.

-Hmp idiota- susurré riendome de él en voz baja.

Tomé las llaves de mi auto, me subí en él y partí rumbo a la casa de mis padres para recoger a Natsuki, ella ya tenía 16 años y ahora debía asistir a la academia, y como yo trabajo allí mis padres me pidieron de favor siempre llevar y traer al pequeño demonio.

Al llegar vi a Natsuki que me esperaba en la entrada de la casa.

-Te tardaste Nii-Chan- dijo ella mientras subía en el asiento del copiloto.- ¿Budo-Nii te mantuvo ocupado?- esto lo dijo con una sonrisa pervertida.

Maldita sea la hora en que esta niña descubrió el yaoi.

Yo no le contesté nada pero le di un pequeño golpe en la cabeza para que se callara, lo peor del caso es que esta pervertida y el idiota de mi pareja se aliaron nada más para joderme.

Pero a pesar de eso, mi vida no podía ser más feliz, tengo un buen empleo, un novio que me ama, una familia comprensiva y una bonita casa.

Aunque debo aceptar que al principio nada fue fácil, cuando Ayato atacó a Budo casi sentí como si fuera yo quien iba a morirse en ese momento, pero gracias a dios una maestra estaba cerca de ahí y todo el alboroto la había alertado de lo que sucedía, logrando así detener a Ayato.

Después de eso, Ayato fue llevado a prisión, se pudo demostrar que todos los asesinatos cometidos fueron obra suya, obviamente las familias de las victimas querían que se hiciera justicia pero al ser un menor de edad no podían ejecutarlo, además que al hacerle un exámen psicológico se pudo demostrar que él sufre de un severo caso del síndrome de Clerambault o comúnmente conocido como "Erotomanía".

En otras palabras, que todo lo que hizo fue a causa de una enfermedad mental y fue internado en un sanatorio donde le darían el tratamiento necesario.

En lo personal, yo le guardaba rencor por haber intentado asesinar a Budo, pero el saber que solo lo hizo porque sufría de una enfermedad mental logró que me apiadase un poco de él, hubo una vez en la que quise visitarlo para aclarar las cosas, pero el especialista encargado de su tratamiento me prohibió verlo ya que según él "el paciente tiene que despegarse del objeto de su deseo para su recuperación", yo sé que lo que me quiso decir era que no era bueno para Ayato el verme.

Él creyó que separándolo totalmente de mí su condición mejoraría ...pero estuvo equivocado.

Agresión, intentos de huida, incluso muertes del personal fueron el resultado de privarlo de mi presencia, en otras palabras era incontrolable.

Solo entonces me pidieron verlo, yo ya no quería tener algo que ver con él pero me lo insistieron para ayudar a controlar su comportamiento.

Me dio lastima verlo con la camisa de fuerza y su normalmente inexpresivo rostro deformado en una mueca de tristeza y desesperanza.

Pero al darse cuenta de mi presencia sus cansados ojos parecieron iluminarse y una pequeña sonrisa apareció en su rostro, Ayato pensaba que yo estaba allí porque lo extrañaba y yo no tuve el corazón para decirle lo contrario, solo le hice prometer ser más obediente con los doctores para que pudiera salir pronto de allí.

Final De BudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora