El Descenso

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Despertó sin recordar nada, ni siquiera su nombre.

El bosque era inmenso, y comenzaba a preguntarse cómo llegó allí y por qué no llevaba ropa puesta. Intentaba recordar, pero no lograba otra cosa más que migrañas. Tampoco podía pronunciar palabra alguna, no encontraba manera de hacerlo. Hasta que de sus labios salieron despedidas las palabras de "El descenso. La misión" Pero ni ella misma supo qué significaba en esos momentos.¿Cómo era posible dicha situación? Simplemente no lo era, y por ello se tornaba más real. 

Levanto la mirada, y observo el lugar, logrò ver una cabaña a lo lejos, pero no tenia idea de qué hacer; Se encontraba sin vestimenta, y puede que en la cabaña se encuentren personas, y no era apropiado que se dirigiera allí de esa manera. "Vamos Artemis, debes hacerlo" no eran sus labios quienes pronunciaban esas palabras, mas sonaba tan cerca suyo, como si dentro de su mente se encontrara alguien más. "¿Quién anda allí?" ¿Quién o qué era lo que susurraba en su mente su... ¿su nombre? Artemis, sí, ese era su nombre. Debía serlo. Gran avance, ahora sabía su nombre, y que estaba hablando con algo no visible. 

Nadie respondió a su pregunta, pero aun así se dirigió a la cabaña, posiblemente alguien pudiera ayudarla.Cuando llegó, se encontró con un joven . 

"Disculpa, tù, joven..." Pero el joven no le respondió. "Por favor, necesito tu ayuda" insistió; Pero el muchacho ignoraba que ella se encontraba allí. Así que tomo una rama con varias hojas que se encontraba en el suelo e intentó cubrir su cuerpo con ella. Se acercó hacia él y tocó su hombro, mas el joven no reaccionó. Depronto sintió como un nuevo sentimiento recorría su esencia. Enojo. Enojo por ser ignorada por la única persona que se encontraba en el lugar. Pero él continuaba ignorando su presencia. "No puede verme ni oírme." repetía en voz alta, pero no tenia caso continuar hablando sola. Debía pedir auxilio, con alguien que pudiera verla. Pero no había nadie más en el lugar, que Artemis y el desconocido que no lograba detectarla. 

Entonces lo vio. Un vestido colgado en unas ramas, y corrió hacia el mismo para tomarlo. se lo probo, y le quedo a la perfección.

Comenzó a sentir algo en su vientre. Algo como un nudo. Una nueva sensación, preocupación. No había nadie de quien preocuparse, a menos que...¡El muchacho! El debía ser quien corría riesgo de algo. Sentía que era su deber ayudarlo, aunque él la habia ignorado. Corrió hacia el muchacho y lo salvó de que el árbol que estaba cortando le cayera encima. Fue entonces cuando el joven logró verla. 

Atónito aún,él intento agradecerle a la muchacha lo que acababa de hacer. Pero no podían brotarle palabras de aua labios. No lograba creer lo que estaba viendo. De la espalda de Artemis, se desplegaban dos inmensas, luminosas y magestuosas alas. 

Artemis le preguntó su nombre al joven, éste aún continuaba boquiabierto por la situación ¿Quién era esta misteriosa chica¿De dónde había aparecido? ¿Qué hacía alli? Pero sobre todo¿por qué tenía alas? ¿le pesaban? ¿las sentía siquiera?

"Malcom" dijo por fin. Apuntó hacia la espalda de Artemis, esperando una respuesta de la joven, pero no hubo otra respuesta, que la sorpresa de la joven misma.

"Haz comenzado tu mision" una voz sonaba en su cabeza. ¿era esa la misión de la que hablaban, la que ella creía? "Eres ángel guardián de éste humano. Y protegerás su vida con la tuya. Es tu deber, es tu misión. Por él estás tú aqui". La voz em su mente se apagó, y no pudo hacer otra cosa más que tomar la mano del joven, y llevarla a su pecho y dulcemente le dijo    "Estoy aquí para protegerte, no temas"

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2013 ⏰

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