"To Be Not Continued..."

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"Dicen que luego de la tormenta viene la calma.

Dicen que cuando ves que todo está bien, estás en la cima del mundo, algo pasa y caes.

Dicen que te tienes que levantar.

Pero en ese momento ya todo estaba perdido.

A veces siento que despertaré, y todo habrá sido un sueño... Jamás sería hombre lobo y aún no podría conocerte bien.

Sé que estoy en una pesadilla de la cual no podré despertar, que nada nunca volverá a ser como lo era antes.

A veces puedo verme repetir esa escena, segundo tras segundo, siempre igual, nada cambia, ni siquiera el sonido de tu irregular respiración. Tampoco cambian los gestos de tu rostro tratando de vivir sólo un poquito más.

"Estoy en los brazos de mi primer amor".

Debí hacer algo, debí hacer mucho más que sólo sostenerte en mis brazos, cuidando que no te murieras, tratando que resistieras lo más que podías.

"Está bien... Es perfecto"

Hace tiempo no me sentía tan débil, hace tiempo no sentía que no podía hacer nada por alguien. Por ti.

Deberías estar aquí conmigo, cuidando que no me caigan lágrimas al escribir esta carta.

Esta carta que no existiría de no ser porque estás bajo tierra.

Han pasado 3 años, 3 años desde que no pude volver a ser el mismo adolescente que tuvo que madurar un poquito más rápido de lo normal.

Me cambiaste, desde el día que te oí en las afueras de la escuela, tu primer día de clases.

Lo siento, acabo de soltar una pequeña risita.

Habías olvidado echar un bolígrafo a tu bolso.

Agradezco que tuviera que prestarte uno.

Perdón, me excedi con esto.

Hoy me mudo de Beacon, iré a la universidad. Yeih.

Quiero decirte que todos te extrañan... aunque no lo digan, siempre se ha hecho notar tu ausencia.

Adiós, Allison Argent.

Siempre te amaré.

Atte, tu primer amor, la persona que siempre amarás."

Gotas comenzaron a caer en su cabello.

Siempre llovía cuando se acercaba el aniversario de la que por siempre será cazadora.

Terminó de releer la carta y la guardó en el sobre, procurando que por siempre iba a estar cerrada, enterrada con un poco de tierra justo arriba de su ataúd.

Scott depositó un beso en la lápida, con una leve sonrisa y ojos llorosos que pronto soltarian todo.

Acomodó su chaqueta para cubrirse del frío y puso las flores para que decoraran su nombre en aquella piedra y se levantó.

"Te amo, Allison".

Las lágrimas comenzaron a caer, mientras dejaba atrás todo su pasado.

Con destino a ninguna parte.

Porque no se sentía ubicado si no estaba con Allison, la chica que por siempre amará.

Para Allison Argent, Una Última CartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora