—Está es —le indicó la señora, que se había presentado con el nombre de "Suzy"—. Aquí tiene las llaves. Ya sabe: rompe algo, lo paga —amenazó antes de retirarse.
—E-Entendido —respondió Mark. Dudó que lo haya oído.
Entro a la habitación, que recitaba "690" en la puerta mal pintada. El aspecto del lugar combinaba a la perfección con el estilo de todo el edificio en sí; viejo y con necesidades de arreglo urgentes. Dejando sus maletas, echó un vistazo a su alrededor.
Un sofá roto, una televisión antigua, una nevera de dudosa sanidad y una cama con un colchón muy fino.
Iban a ser largos días.
--
La casa de Mark se le era tan silenciosa estando solo.
Con las luces apagadas, estuvo un largo rato sentado en el sofá del living acariciando a Chica, que plácidamente se había recostado sobre su regazo transmitiéndole calor, pero en su mirada había angustia ante la ausencia de su dueño. Lo único encendido del lugar era la televisión, en el canal informativo. Tampoco era que le prestaba mucha atención que digamos; sus oídos estaban como tapados, transmitiendo constantemente un sonido blanco. Sus ojos apuntaban a ningún lugar en particular, y su mano derecha pasaba una y otra vez sobre el pelaje dorado del canino automáticamente.
Era como si no existiera.
Hacía tiempo que no estaba en un cuadro de esos. Lo extraño era que aquello no le ocurrió con la ruptura de su novia... Sino que le estaba ocurriendo con él, con Mark.
El timbre de la casa lo alarmó, sacándolo del trance. Aturdido, miró la hora en la TV: era la una de la mañana.
«¿Quién diablos visita a alguien a estas horas?»
Con desconfianza, y Chica haciéndole de guardia de seguridad detrás de él, se colocó tras la puerta. Los vidrios de ésta, que difuminaban todo aquello que se encontrara del otro lado, dejaban ver una silueta humana, claramente de un hombre.
— ¿Quién es? —preguntó sonoramente, para evitar riesgos.
— ¿Jack?
Reconocía claramente aquella voz perteneciente al sueco. Buscó rápidamente las llaves, corriendo después a abrirle.
La perra ladró al avistarlo.
— ¡Chica, cállate! —la regañó Jack. A pesar de no ser su dueño, ella obedeció, retirándose—. Félix, ¿qué haces aquí a estas horas?
—Hola, Jack... ¿Se encuentra Mark en casa? —la manera en la que dijo aquellas cortas palabras delataron de buenas a primeras su gran inseguridad ante lo que tenía planeado hacer.
—Lastimosamente... No.
—Oh, ya veo. Bueno, volveré por la maña—
—Félix, ya lo sé todo.
El sueco proceso lo dicho unos segundos.
— ¿Sabes lo de...?
—Sí.
El rubio se rascó la nuca nerviosamente —Entiendo si me odias, sabes. Lo merezco. Ya lo conseguí con Mark así que no me haría daño quedarme completamente solo.
—Ahora mismo no estoy con ánimos de odiar a nadie —respondió el de cabello verde, haciéndose a un lado y dejándole el paso al invitado—. Entra, tenemos mucho de qué hablar y aquí fuera hace frío.
--
—Por lo que me comentas —comenzó a decir Félix, ya sentado en uno de los sofás con una taza de café caliente entre las manos—, ¿él se fue a algún hotel de por aquí, dejándote la casa para ti solo hasta que te vayas?
—Supongo que así es —contestó Jack, tomando el lugar justo enfrente de él, solo separados por la mesa ratona—. Extrañamente, no estoy enfadado con Mark, pero... No lo sé, es un sentimiento tan raro.
—Es que en esto, yo he tenido toda la culpa.
—No creo que sea tan así.
—Mira, la idea fue mía, ¿está bien? —estaba al borde del sillón por los nervios—. Sí a mí no se me hubiera ocurrido tal estúpida apuesta, nada de esto hubiera pasado.
—Nada de esto... Ni siquiera la parte de finalmente darnos cuenta de lo que sentíamos uno por el otro.
—Tú seguirías con tu novia, feliz y contento, ¿no es así?
—Las cosas no estaban bien entre ella y yo, inclusive antes de venir aquí —comentó, tomando por sorpresa al sueco que no sabía nada del tema—. Es gracioso porque los problemas nuestros rondaban siempre alrededor de Mark y de cómo yo no le ponía un límite a las cosas que decían respecto a nosotros en Internet. Supongo que temía lo que finalmente ocurrió... —apretó los puños sobre sus rodillas—. Capaz era el destino, ¿no crees? Que él y yo estuviéramos juntos de una buena vez —cayendo en consciencia respecto a lo que acababa de decirle, se recostó cansado sobre el respaldo, colocando una mano en su frente—. Quiero perdonarlo, pero no sé cómo.
—Jack... Él también debe querer arreglar las cosas, pero conociéndolo, tan duro con sí mismo como suele ser, hay que hacerle entender que no es lo que cree que es.
—Tienes razón —se erguió de nuevo, tensando la espalda—. ¿Qué haremos entonces?
— ¿"Haremos"? ¿Piensas involucrarme en esto? Sabes bien que él debe odiarme y mucho ahora —dijo claramente yendo en contra de la idea del irlandés—, no veo posible el hecho de que pueda ayudarte de alguna forma. Tienes que lograrlo tú solo.
—Sí que puedes ayudarme. Si logramos que también te perdone, será como matar dos pájaros de un tiro.
El sueco se lo pensó.
—No quiero meter más la pata, Jack. Marzia me obligó a venir aquí a disculparme con él, pero sí tendría que haber tomado esa decisión por mi cuenta, ni hubiera tenido los huevos de pasarme por la vereda de enfrente—dijo con humor y aires de derrota.
—No la cagaras más de lo que ya lo hiciste —lo miró con lástima—. Con tus ideas y las mías, haremos algo bueno; de eso estoy seguro.
Félix, ante la fé colocada en él por parte de su amigo, inhaló y exhaló pesadamente, renovando sus energías, como si fuera un juguete y tuviera pilas nuevas.
— ¡Bien! —exclamó—, ¿por dónde empezamos?
[Notas]
✧*。٩(ˊᗜˋ*)و✧*。 300 VOTOSSSSS ✧*。٩(ˊᗜˋ*)*。
Muchas gracias <3
ESTÁS LEYENDO
⚫️Bet to love you⚫️ [Septiplier]
FanfictionUna apuesta concisa, hacía uno de los sentimientos más vulnerables del ser humano: el amor. De todas maneras, ya no había vuelta atrás. [Septiplier] [JacksepticeyexMarkiplier] [Fanfic] [Español/Spanish]