Capítulo Único.

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Era sólo otra noche, las calles solitarias, los insectos y animales nocturnos hacen de las suyas tomando el control con sus pequeños sonidos entre la oscuridad, la habitación de Freddy como todas las noches estaba en la completa oscuridad, la luz de la luna posando con timidez en la ventana, un ambiente de completa paz y el chico de cabellos castaños dormido ante eso, envuelto en el sueño y cansancio por el día lleno de tareas y nuevas cosas que debía estudiar.

Sin embargo, no todo en su mente se encontraba dominado en aquella sensación de paz, seguía ahí, despierto, sin poder retomar el sueño y descansar igual que el chico de castaño.

Fred.

Atrapado en la mente, cansado de igual manera pero sin poder dormir, no era su primera noche con aquel problema. Ya eran semanas desde que su pequeño problema de insomnio comenzó, las razones de por qué pasaba eso, no las tenia claras, pero no se tomaría la molestia de contárselo a Freddy, según él, no resolvería nada.

La frustración de no poder conciliar el sueño ya lo estaba molestando, junto con la desagradable sensación de saber que en cuando vuelva ser de dia, tampoco podrá descansar, eso sólo lo pone peor, era imposible dormir con Freddy estudiando, practicando y realizando sus deberes como el chico responsable que siempre debía ser.

«Basura» Pensó él ante eso, pero no servía de nada quejarse, su problema seguía sin ser resuelto. Abre sus ojos, tomando el control con facilidad, aquellos ojos oscuros se les notaba su claro cansancio y molestia, la mirada perdida en el techo, su cara con una expresión de fastidio.

Algo le hace falta, y él lo sabia, trataba de ignorarlo. Se repetía una y otra vez que debía ignorar ese tema, aun con sus esfuerzos, no era capaz de negarlo.

La quería a ella.

Sí, ella, aquella chica de cabellos azules, la chica que todos los días a la hora del almuerzo buscaba con la mirada entre la mente del chico castaño. Ella, la misma joven que siempre sujetaba su hermoso cabello con dos coletas y caminaba con su bandeja hacia la misma mesa todos los días, esa chica que lo miraba con expresión molesta, pero que sus mejillas fácilmente se sonrojaban por alguna acción que él hiciera, la chica que no aceptaba su compañía, que se hace la difícil entre su mirada con aquellos ojos verdes que no podía dejar de ver, incluso si se encontraba sólo con reclamos y quejas.

Y su voz...

Al pensar en su voz, fue cuando el chico colapso, inmóvil en la cama, sus ojos mas abiertos fijados al oscuro techo de la habitación, un pequeño calor invadió entre su cara...¿Se sonrojo?

Apretó los dientes y cerro sus ojos con fuerza, de un rápido movimiento se sentó en la cama, una mano sujetando su cabeza, callado e inmóvil.

«¿Qué demonios me está pasando? » 

Sin respuestas, cosa que lo hace sentir mas frustración y enojo hacia él mismo, quería dormir, sólo pedía ser capaz de cerrar sus ojos y descansar como se supone que debe ser, él no debe estar de esa manera, no se supone que debería estar pensado en ella, él no debe ser quien este pensando en alguien, ese no es su estilo... ¡Así no funcionan las cosas!

Se suponía que todo aquello era sólo un juego, que solamente se divertía con molestarla un poco, hacer el papel del galán "guay", nada en serio, entonces... ¿Por qué?

¿Habrá cruzado sus propios limites?, acaso... ¿Dejo que todo eso llegara a algo que no estaba buscando?

Preguntas y mas preguntas, cada una se repetía como una grabadora interna, y lo más frustrante es que no era capaz de contestarlas.

•Una Llamada• ;; «Fredsagi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora