De momento no se donde estoy, solo siento un dolor de cuello espantoso, ¿saben ese momento en el cual estás despertando y te cuesta ubicarte en tiempo y espacio?, pues hoy desearía quedarme en ese limbo.
Hemos pasado toda la noche en el hospital, me quedé dormida como a las dos de la mañana sobre las piernas de Matías luego de tanto llorar, empiezo justo ahora a salir del limbo antes mencionado, Megan no es Megan, no conectada a ese oxigeno y quien sabe cuantas cosas más, es lo ultimo que vi, pues no me permitieron entrar a la habitación, son las 7:00 am, me incorporo y veo que su mamá está a dos sillas de la mía.
- Amor, creo que deberías ir a casa, descansar y venir en un rato, dice Matías.
- No me voy a mover de aquí.
La madre de Megan, Susan se acerca a mí, toma mi mano, y no he visto cara mas dolorosa pero firme al mismo tiempo.
- Megan necesita que estés bien, que estemos bien para ella, dice apretando mi mano y entiendo que debo ser fuerte.
- Quiero verla... necesito que sepa que no me he ido..
- Ve a casa y cuando vuelvas te prometo que podrás verla... Yo le diré que estuviste aquí toda la noche..
Me levanto resignada, confundida, destrozada, pero no soy yo quien está conectada a monitores en un cuarto de hospital, no soy yo quien acaba de escupir medio organismo en sangre, no soy yo, pero sí. Subo al auto y no quiero hablar, no quiero pensar, solo quiero despertar de esta pesadilla o volver al limbo mientras duermo. Matías está tratando de evitar el tema pero no hay nada que ocupe mi mente ademas de esto.
- ¡Maldita sea! ¿Cuando pensabas decírmelo?, estallo en mil pedazos sin medir las consecuencias de lo que digo.
- Ina ¡Cálmate! Al principio pensé que lo sabías..
- ¿Y cuando te diste cuenta de que no? ¿En que estabas pensando?
- Ella me pidió que no dijera nada, me hizo prometerlo Ina, entiende, no podía hacer nada, le rogué que te lo dijera, pero ella no estaba lista..
- ¿Lista para morirse? ¿Para despedirse?
- Lista para enfrentar la realidad, Ina..
- ¡No puedo creer que no me lo dijera! No es posi...
- Ina ¡Callate! ¿Podrías escuchar si eres tan amable?
- Soy todo oídos..
- Te voy a contar la verdad, desde el principio, te vas a calmar, lo vas a asimilar, luego llegaremos, descansarás, volverás al hospital y estarás con ella sin drenar la furia que sientes ahora ¿ok?
- Habla ya...
Yo sólo puedo llorar para no maldecir, está mal, lo sé, mamá no estaría orgullosa de mí, por eso me evito llegar a estos extremos, no me reconozco cuando estoy molesta, y mucho menos dolida.
- Cuando Megan estuvo en España, no estaba de vacaciones, estaban probando medicina experimental para tratar su cancer de pulmón, Tom era voluntario en el centro clínico donde estaba, así se conocieron y este mundo es realmente pequeño, pronto Tom no paraba de hablar de ella, y yo tenía que conocerla..
- Soy la cara de idiota.
- Quedamos en que te callabas ¿no? Prosigo... Su cancer está avanzado Ina, lamentablemente no fue descubierto a tiempo, y así es esta enfermedad, querían evitar la quimio pero cada vez es más difícil saber si realmente podremos hacer algo o no, por eso empezarán cuanto antes, todos en la familia no aprobaban que Tom se enamorara de alguien en su condición, yo lo apoyé.. Dejé el trabajo de mi novela a la mitad en España y por eso mi editor debe venir. Megan habló de ti todo el viaje de regreso, pensé que debía conocerte, y pues cuando lo hice no pude resistirme te amé.
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Ina
Ficțiune adolescenți¿Que tan a menudo se cumplen los sueños? ¿Cual fue el momento exacto en el que todos dejamos de soñar?, pues Ina solo tiene veintiuno y está en el momento más crítico, donde cada decisión cuenta, donde la inspiración según ella es valor, y donde día...