El timbre del apartamento sonó por tercera vez. Y Minseok por fin decidió levantarse de la cama, lo que a si mismo le sorprendió, ya que se encontraba un viernes por la mañana en la cama, porque estaba muy enfermo. Quien interrumpe mi sueño a estas horas. Pensó Xiumin antes de levantarse, ya que hablar no le parecía buena idea. Se envolvió en su manta, haciendose ver como un esquimal, y se dirigió hacia la puerta.-¿Quién es? .- dijo en tono bajo y ronco por el malestar de su garganta.
-Tu macho inmortal. -Dijo JongDae al otro lado de la puerta.
Xiumin se acercó a la puerta para poder abrirla, y solo dejar ver su rostro. -¿Qué quieres?
-¿Cómo que que quiero? Venía a ver como se encontraba mi xiumin. Porque el cancelar una cita en el parque de atracciones y una comida en el restaurante más barato del barrio, es que debes estar muy enfermo. -dijo Chen con obviedad. -No tienes buena cara, ¿tienes fiebre? .-dijo Chen llevando su mano a la frende del chico envuelto en su manta, pero este apartó su mano con la poca fuerza que tenía.
-E-estoy bien. Estaba duermiendo para reponer fuerzas en la cama, hasta que tocaste a la puerta mil veces. -dijo Xiumin. -Así que puedes irte si quieres. -dijo el castaño mientras cerraba la puerta, pero esta misma fue detenida por Chen.
-No, no, no. -dijo Chen abriendo la puerta. -Hoy seré tu enfermera. -ha Xiumin le vino a la mente la imagen de Chen vestido de enfermera. Esa imagen no le disgustaba.
Que estoy pensando. Chen entró en su casa sin pedir permiso y cerró la puerta. Apoyó las manos sobre los hombros de Xiumin, lo que hizo que este saliera de sus pensamientos y pegara un pequeño brinco por el repentino acto.
Xiumin no estaba como para ponerse a rechistas, por lo que dejó que Chen lo guiase.-Vamos mi esquimalin. -Chen dirigía a su Xiumin a la habitación. -Túmbate. Yo te cuidaré mi Xiu, así que tu descanda. -Le quitó las sábanas que traía envuelto en su cuerpo, para taparlo con ellas. Acto seguido depositó un beso en la frente de Xiumin, para dirigirse al baño.
-Abre la boca Xiumin. -Minseok abrió los ojos, y vió a un Chen sosteniendo un termómetro.
-¿Dónde has encontrado eso? -decía Minseok mirando el termómetro. Pero Minseok abrió más los ojos -Pero sobretodo, ¿dondé vas a coger la temperatura?
-¿No sabes nisiquiera donde estan las cosas en tu casa? Ay, cabeza loca. -Chen le sacudió el pelo. -En la boca, ¿dónde pensabas que lo iba a poner? Pervertido. -Chen puso cara de inocente, y le dió el termómetro a un Xiumin que se encontraba sonrojado.
-38.75 °C... mmmnh. Tienes fiebre, además dolor de garganta... mmmnh. -Analizaba Chen sentado en la cama de Xiumin. -¿Tienes Frenadol y miel?
Xiumin se quedó pensantivo mirando el techo, y miró a Chen. -Miel si, pero Frenadol no.
-Pues tu hombretón irá a la farmacia. -Chen se levantó de un golpe. -Siempre tienes que tener Frenadol en casa por si acaso. -Le regañaba Chen.
-Si mamaaa. -replicó Xiumin por lo bajito, mientras miraba a Chen.
-Gracias a mi te recuperarás enseguida. -asintió Chen confiando en su palabra, para luego depositar un beso en los labios de Xiumin.
-N-no besos... -Dijo con voz ronca, para luego taparse la boca. Ya que Chen era capaz de volver a besarlo, y Xiumin no quería contagiarle el resfriado.
-No pasa nada Xiu, si me contagio tu me cuidarás. -Sonrió. -Bueno, vuelvo enseguida. Te quiero. -dijo Chen desde el marco de la puerta. Xiumin le sonrió y se tapó más con la manta acomodándose. Pero la puerta se abrió. -Minseokiii. -susurró Chen desde la puerta.