Un día comenzando la escuela, un niño llamado Ricardo de tan solo nueve años comenzaba en la elemental Escuela Benigna Inés Caratini de Coamo, P.R.
El estaba muy nervioso pensando como lo fueran a tratar comenzando sin nadie en quien confiar y sin conocer a nadie. El como cualquier niño glotón era adicto a los dulces, bizcochos y comida rápida. Ricardo era un niño medio obeso.
Como siempre se sabe qué hay niños que no pueden tener lo que quieren y ven que sus prójimos que tiene lo que ellos quieren y eso le causa odio y envidia, lo que llega a la maldad.
El primer día le fue bien, como cualquier día primer de clases con las normas del salón.
El segundo día le fue fatal, sin exagerar.