Hayffie One Shot

Mi secretario.

"Haymitch, ¿podes venir un momento por favor?" - Lo llame por el interlocutor.

"Voy." - Contestó y dos segundos más tarde, entraba por la puerta de mi despacho.

"Necesito que me traigas el contrato con los Robbinson, y que armes una reunión general para las tres de la tarde." - No lo mire, seguí concentrada en mí trabajo.

"Claro Eff, enseguida." - Una de las cosas que más odiaba era que me tratarán de señora, así que cuando empezo a trabajar esa fue una de las primeras cosas que le aclaré. Se dio la vuelta y salió rápido por la puerta.

Seguí leyendo un informe y estaba tan concentrada que no lo escuché entrar. Sólo me di cuenta de su presencia cuando puso su mano sobre mi hombro.

"¿Qué haces?" - Pregunté, queriendo girar para mirarlo, pero no me dejo. "Tengo que trabajar." - Me dio un beso en el cuello y su mano empezó a bajar hasta agarrarme un seno.

"Shh..." - Susurro contra mi oído, para morderlo suavemente. "Disfruta." - Su otra mano imitó a la que ya estaba en mis pechos y los empezó a amasar y estrujar.

"Haymitch" - Intente negarme, pero cuando sus manos abrieron mi camisa y el cierre delantero del corpiño, ya no había nada que hacer.

Apretó mis pezones con fuerza, y un gemido salió de mis labios. Otra vez su boca besaba mi cuello, dejando un rastro húmedo que soplaba antes de seguir su camino.

Me agarro de los brazos y me hizo poner de pie, corrió la silla a un costado y me apoyo contra el escritorio.

"Los papeles..." - Gemi al sentir su dureza contra mi culo. "Se van a arrugar." - Subió mi pollera.

"Sacalos." - Ordenó. Y haciendo uso de toda la concentración que fui capaz de reunir, tiré la pila de papeles sobre la silla y corrí la computadora.

Jugo con mi tanga hasta el punto de volverme loca por que lo bajara, arrancará o simplemente lo hiciera a un lado y pasará a lo bueno.

"Haymitch" - Gemí cuando al fin sentí como dos de sus dedos, entraban en mí al fin. Se entretuvo jugando por un largo rato. Hasta el punto que le suplique que me penetrara de una vez. Necesitaba sentirlo, y que me tomara como sólo él sabía. "¡Haymitch! ¡Deja de jugar de una vez!" - Por fin me penetro, y no pude evitar gritar de placer.

A partir de ahí, ambos empezamos desesperadamente a buscar el orgasmo lo más rápido posible. Era puro, y glorioso sexo, salvaje, primitivo. Llegue dos veces antes de que él se corriera y se encargo de hacerme correr una tercera vez.

Nos quedamos apoyados en el escritorio, todavía con la ropa fuera de lugar, para recuperar un poco la respiración. Hasta que sonó mi celular y empece a buscarlo por entre el desastre de papeles que habíamos hecho.

"¡Acá!" - Dijo triunfante mostrándome el celular en alto. Lo agarre y atendí lo más rápido que pude.

"Hola habla Effie Trinket." - Conteste mientras acomodaba unos papeles que estaban por el piso.

"Hola Señorita Trinket, hablo del colegio de su hijo." - Me dijo una señora con voz neutral del otro lado.

"¿Qué le paso a mi hijo? ¿Esta bien?" - La tranquilidad post-sexo había desaparecido demasiado rápido. 

"Su hijo solo tiene un dolor de panza muy fuerte. No creo que sea nada grave, pero debería irse a casa a descansar." 

"Por supuesto. Enseguida pasamos a buscarlo." - Corte la llamada y me empece a acomodar la ropa rapidamente. "Mathew se siente mal, hay que ir a buscarlo al colegio." - Me gire a mirarlo. "'¿Podes ir a buscarlo? Tengo una reunión importante en veinte minutos." 

"Obvio. Yo me encargo." - Él ya se había arreglado y estaba impecable.

"Yo llego para ir a buscar a Eli a la escuela. A ella dejala, tenía la exposición de historia, que estuvo preparando toda la semana." - Ya con la ropa puesta en su lugar y los papeles medianamente acomodados, volví a sentarme en mi silla.

"Oka." - Se acerco a mi de nuevo. "Nos vemos en un par de horas." - Me dio un suave beso en los labios. Y justo en ese momento tocaron la puerta.

"Pase." - Dije, terminando de poner en su lugar la computadora. 

"Buenas tardes, Effie." - Entro diciendo Simmon uno de los empresarios más importantes de los que trabajábamos. "Haymitch, ¡que bueno verte de nuevo!" - Se acerco y nos dimos la mano. 

"Un placer verte Simmon, pero tengo que irme. Mathew se enfermo y lo tengo que ir a buscar a la escuela." - Se encogió de hombros. "Ya sabes, como es esto de ser padre." - Se dieron un abrazo y volvió a darme un beso antes de salir, cosa que solo haciamos con las personas de absoluta confianza. No era un secreto para nadie que estabamos casados, y que teniamos dos hijos maravillosos, pero preferíamos nunca mezclar enfrente del resto de los empleados y del inversores las cosas.

"Bueno Simmon, creo que esta vez me toca a mi servir el café. Enseguida vuelvo y nos ponemos a trabajar." - Le sonreí y salí de la oficina.

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Buenas!

Acá está la primera de estas historias. No todas van a tener lemmon, pero es probable que si la mayoría.

Espero que disfruten del capítulo. 😍😍

Saludos!

Euge😄