Parte 1

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 Luiana cumplía hoy quince días de internado en el hospital cardiológico más importante del país, su estado de salud había recaído drásticamente desde que perdió a sus padres hace dos meses atrás.

— no estoy exigiendo un descuento en la tarifa de la hospitalización– menciono Emma
— estamos haciendo todo lo necesario
— ¿necesario? Le recuerdo que mi padre invirtió en este hospital para que su hija...
— Emma — menciono el joven que acababa de ingresar al dormitorio – ¿podemos hablar? –Emma soltó un suspiro y levanto su abrigo de la cama donde se encontraba descansando su hermana, se dirigió donde él y se detuvo a un paso de distancia
—no me importa, pero lograre que todos estos médicos mediocres que tienes a tu lado revelen lo insuficientes que son – dijo enfurecida y salió de la habitación

El joven sonrió ante las palabras de la pequeña Emma, aunque se habían conocido desde pequeños nunca imagino que Emma se comportaría de esa forma cuando sea adulta, aun con sus veinticuatro años Emma, siempre había sido una de las hijas más engreídas del doctor Kim

—Doctor deberíamos de enviar una solicitud a un hospital del extranjero? - pregunto el joven que había sufrido nuevamente los berrinches de Emma
—yo me encargare de eso, ahora ve donde el supervisor de emergencia
—si doctor- el joven levanto su carpeta y salió de la habitación lo más rápido posible
Observando la cama en donde se encontraba Luiana, el decidió acercarse para cubrirla, Lui era menor de Emma por dos años, a diferencia de su hermana Luy llevaba el cabello más claro lo cual lo hacía ver como una muñeca de porcelana tan delicada que podría simplemente dañarse con solo mirarla.
Esa era la descripción más cercana y clara de Luy, realmente era tan delicada que una simple exaltación de emoción o temor hacía que su corazón reaccione de la manera más inesperada.
—Stev-susurro Luy
—¿Cómo estás?- preguntó Steeven
—mucho mejor, mi hermana...
—acabo de salir
—volvió a gritar a los...
—sin duda volvió a gritarlos y de seguro esta abajo armando otra escena
—entonces será mejor que la vayas a ver
—claro, pero dime necesitas algo, algo para distraerte tal vez?- Luy negó con una sonrisa
—solo estoy cansada-comento
—te enviare a una enfermera para que puedas platicar
— no te preocupes solo enciende por favor el televisor
Stev asintió y se dirigió a levantar el control remoto, encendió el televisor y volvió al lado de Luy
—¿algo especial que quieras ver?
—yo lo buscare no te preocupes, no estoy tan grave como para no poderlo hacer por mi cuenta.
— entonces te dejare y veré que ningún otro pasante este sufriendo por los gritos de tu hermana
—ve a auxiliarlos


Cuanto Stev cerró la puerta al salir, Luiana solto un suspiro se había enamorado de Steven desde que era una niña, pero también sabia que desde pequeños Stev y su hermana acabarían juntos.

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Cuando Stev abandono la habitación de Luy, se dirigió rápidamente hacia la planta inferior en busca de Emma, si era posible llegaría antes que la malhumorada de las hermanas Kim no someta a las enfermeras a un sermón de disciplina.

— así que aquí estas—menciono despacio cuando se acercó a Emma realmente siendo escuchada claramente por un grupo de enfermeras — si me disculpan señorita me encargare de llevármela — la sujeto por los hombros y la giro hacia la salida — una de ustedes podría ir a acompañar a la señorita Luy por favor —menciono antes de alejarse de ellas y guiar a Emma hacia la puerta

Hubo risitas y cuchicheos de parte de las enfermeras por ver al doctor Steveen junto con una de las hijas del difunto doctor Kim

— suéltame Stev — intento alejarse Emma
— a ver, no voy a permitir que a mí me hagas un escándalo, así que camina más rápido
— suéltame, nos están viendo – susurro ella enojada, mientras observaba como el personal de trabajo y pacientes los observaban, él se inclinó hacia adelante y le susurro en el oído
— recuerdo que yo te decía lo mismo cuando venias atrás mío fastidiándome
— pero ya no lo hago
— eso es un alivio

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— Buenos días señorita Luiana — saludo la enfermera
— Hola Kristel — menciono Luy, ella a comparación de su hermana mayor era más apreciada por las enfermeras, nunca las gritaba y mucho menos se iba quejando al doctor Steveen si se equivocaban o hacían lento su trabajo. Luy con el tiempo que ya se encontraba en el hospital había logrado aprenderse todo los nombres del personal de trabajo.
— el doctor me envió para que lo acompañe ¿necesita algo?
— me podrías por favor llenar nuevamente la jarra de agua, es que se me acabo
— si claro señorita— Kristel se movilizo rápidamente para tomar la jarra — algo más?
— quiero chocolate podrías
— pero el doctor nos regañó la otra vez...
— solo poquito, además él va a demorar en despachar a mi hermana, por favor Kristel
— veré lo que puedo hacer, pero si el doctor está en la cafetería no le aseguro nada
— okey — intento guiñar Luy

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— deberías de enfocarte en tu trabajo, es pesado por naturaleza y debes organizar mejor tu tiempo
— te recuerdo que Luy se encuentra internada
— pero no está grave Emma, aún está estable
— y que pasara cuando empeore, que haremos cuando le venga otra crisis
— la estamos cuidando
— no me parece suficiente
— dedícate a tu trabajo, estoy orgulloso que seas uno de las personas más influentes en el país, así que sube
— pe...
— suficiente, nos vemos en la noche – abrió la puerta del auto e indico al chofer que la llevara directamente a la universidad

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Cuando Stev volvió al hospital pregunto si alguna de las enfermeras había subido donde Luy. le dijeron que ya habían enviado a uno del personal.


— pero si me ven, me gritaran
— no te preocupes Kristel, ven siéntate a mi lado — Luy dio palmaditas sobre el espacio vacío que había en su cama — esto se ve delicioso — comento cuando tomo la caja llena de bombones de chocolate — ¿sabes quiénes son ellos? — pregunto refiriéndose a los chicos que aparecían en el televisor
— si yo también soy una inspirit
— serio? Y cómo es posible que recién me entere — Luy sonaba emocionada

— quien es tu bias?

— era Sungyeol — menciono apenada Kristel — como se casó con Diane, ya ni oportunidad tenemos, pero su nena es muy hermosa

— claro si ambos padres eran guapos — menciono Luy con la boca llena — el mío es Sungjong oppa, por lo menos yo tengo oportunidad — se burlo Luy

— lo vi dos veces en el hospital

— a quién?

— a Sungjong — al escuchar la respuesta Luy casi se atorro y Kristel se paró rápidamente con miedo a que le suceda algo a la señorita Luiana, en ese preciso momento se abrió la puerta eh ingreso Stev

— que esta pasando? — Stev se acercó hacia Luy

— Doctor...

— Estoy bien — intento hablar Luy flotándose el pecho —solo me atore

— quien te trajo chocolates? — la voz de Stev había cambiado por completo pasando de preocupación a enojo total, lanzo una mirada a Kristel y entonces Luy sabía que tenía que intervenir antes de que alguien saliera despedida


— no fue idea suya
— de eso estoy seguro, lo que me pregunto es que como logras que las enfermeras cumplan tus caprichos cuando estas internada aquí exactamente para cuidar tu salud! — Grito enfurecido — y licenciada Kristel cree que es ético de su parte facilitar a los pacientes a que hagan cosas que claramente podría empeorar su salud

— solo fue chocolate! — Exclamo Luiana desde su cama — y como dije fui yo la que lo pidió, si tiene que gritar hazlo a mí, ella no tuvo nada de culpa en esto, era yo la que quería — luiana intento bajarse de la cama pero entonces sintió una leve presión en el pecho
— quédate quieta — ordeno Stev quien no se había fijado que Luiana tenía la espiración ya agitada— y usted vaya donde su supervisora y solicite una ficha de retiro permanente

— Stev... — susurro Luy, cuando él le observo Luiana estaba ya encorvada sufriendo nuevamente una crisis cardíaca. Steven se apresuró a correr a su lado y ponerla de vuelta a la cama, dio un grito a la enfermera para que ayude.

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Blank Sheet - #INFINITE #SungJongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora