Min Yoongi se apresuró a tomar el último asiento en la esquina del salón. En secundaria siempre había sido su sitio favorito y en la preparatoria eso no cambiaría, de eso estaba seguro.
Se encontraba de mal humor, detestaba levantarse temprano y odiaba tener que hacerlo después de ese semestre perdido en el cuál pudo levantarse tarde. Estaba seguro también de que no habría logrado llegar tan temprano a su primer día de clases de no ser porque su madre prácticamente lo había sacado de la cama a la fuerza y a base de amenazas (sólo bastó con decirle que lo llevaría en auto hasta la escuela si se levantaba pronto, en caso contrario tendría que tomar el bus y eso definitivamente no era una opción. Yoongi sufría de fobia social por lo que los sitios con mucha gente reunida realmente lo ponían de nervios).
Con el tiempo Yoongi había aprendido a disimular su ansiedad, pero eso no quitaba el hecho de que la simple idea de conocer nuevas personas le generaba un gran estrés. Odiaba sentirse expuesto y le aterraba la idea de hacer el ridículo en público. Por éste motivo él se mostraba frío e indiferente ante las personas y éstas sólo lo veían como alguien con mal humor y de actitud rebelde.
El salón poco a poco fue llenándose de extraños y no pudo evitar sentir nervios. Depositó sus manos sudorosas sobre sus rodillas ocultándolas bajo la paleta de la butaca.
Un chico se sentó en el asiento de al lado, justo a su izquierda.
Lo miró de reojo fingiendo indiferencia. Era un chico de lentes con expresión seria.
Frotó suavemente sus palmas contra la tela de su pantalón, sus manos seguían sudando como si transpirar fuera su principal causa en la vida.A los pocos minutos el salón se encontraba casi lleno y una mujer joven ingresó cerrando la puerta a sus espaldas.
—Buenos días chicos —Saludó ella mientras colocaba su maletín en el asiento designado a profesores.
—Buenos días —Respondieron los presentes, algunos más animados que otros.
Yoongi observaba la presentación de su nueva profesora con indiferencia mientras jugaba con una moneda bajo la paleta de la butaca. Temía por un peligro inminente, tratando de idear una excusa o algo que lo salvara de lo que estaba seguro que pasaría.
—Muy bien, ya hablé mucho de mí. Es hora de que los conozca a ustedes y se conozcan mutuamente —Yoongi tragó en seco. Justo lo que temía estaba pasando. Quiso tomar sus cosas y correr, pero en cambio sólo fingió aburrimiento.
—Para que esto sea más fácil haremos una dinámica. Cada uno de ustedes nos dirá su nombre, edad, y su pasatiempo favorito.
Yoongi sonrió sutilmente. Sólo tendría que decir eso y todo saldría bien.—Pero eso no es todo, el siguiente en hablar tendrá que memorizar el nombre, edad y pasatiempo de los anteriores a él, mencionarlo y después presentarse a sí mismo. Comenzaremos de éste lado —Señaló el extremo contrario al que se encontraba Yoongi.
Yoongi se congeló en su asiento.
Él era el último. Eso significaba que tendría que memorizar todos y cada uno de los datos mencionados por los presentes. Si se equivocaba o decía algo fuera de lugar, estaba cien por ciento seguro de que sería el hazme reír del salón.En esos momentos la idea de huir regresó a su mente. Respiró con pesadez e intentó prestar atención a lo que sus compañeros decían sin lograr memorizar toda la información que su cerebro recibía.
—Siguiente —La profesora indicó, era el turno del chico de lentes a su izquierda. Yoongi lo miró con atención, pues estaba tratando de memorizar todo para así no equivocarse y posiblemente hacer el ridículo. Sin embargo éste parecía muy concentrado en su libreta como para notar que la docente se dirigía a él.
—Compañero, sé que quizá su actividad parece ser más interesante que la idea de conocer a sus nuevos compañeros, pero le recuerdo que ésta sigue siendo mi hora de clase y usted le está faltando al respeto a los presentes al ignorarles.
Una vez dicho esto el muchacho levantó lentamente la mirada y recorrió el aula rápidamente con expresión indiferente. Todos los presentes lo observaban expectantes.
—Tampoco es como si me interesara conocerlos —Contestó cortante y volvió a dirigir su mirada hacia el cuaderno.
La profesora abrió la boca con sorpresa, tratando de no molestarse con su nuevo alumno. Su respuesta la había descolocado un poco, pero trató de mantener la compostura.
Yoongi también se había sorprendido, pero su expresión seguía siendo neutral. De alguna manera, le había agradado la actitud de su compañero de al lado.—Al menos podría deleitarnos con sus datos —Insistió la mujer.
El chico pelinegro levantó nuevamente la vista con molestia.—Park Jimin. Quince años. Dibujar —Respondió secamente y volvió a mirar su cuaderno. Yoongi quiso ver qué era lo que hacía, pero éste lo rodeaba con sus brazos.
Por un momento odió al tal Jimin. Ahora que él había actuado de esa manera tan genial, Min no podría hacer lo mismo para librarse de la presentación de sus compañeros porque se vería como un simple imitador.
Es decir , él era Min Yoongi, el asocial de la clase. Ese cuatro ojos no podía quitarle su puesto. ¿Cómo evitaría a sus compañeros si no era así?
No se dio cuenta de que se había hundido en sus pensamientos hasta que la profesora le indicó que era su turno.Se golpeó mentalmente. Por pensar en ese estúpido chico había ignorado las presentaciones y por lo tanto también había olvidado las anteriores.
Quiso desaparecer en ese mismo instante.
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Un Nombre Sin Rostro - Yoonmin
FanfictionTodos tenemos algo que ocultar, por muy pequeño que sea. Yoongi odia relacionarse con sus demás compañeros, por un motivo que sólo él conoce. Pero sus planes de ser el chico "Rudo y asocial de la clase", se verán frustrados en el momento en el que P...