capitulo 1.

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Desperté, eran las 8:55 am. Mis ojos rojos, en las orillas de mis parpados inferiores se encontraban negros.
-Me estoy desvelando demasiado- lo pensé mientras bostezaba. Lo malo era que me dormía muy tarde y me despertaba muy temprano. Todo por tener esas estúpidas pesadillas todas las noches, esas malditas pesadillas que no me dejaban dormir, no porque me dieran miedo, era porque en mis sueños aparecían personas muy extrañas, más que personas eran sombras.
Voltee a ver el reloj - 9:30 am-. Me sorprendió la rapidez con la que había pasado el tiempo, si hace solo 35 minutos me había despertado. Me pare de mi cama, mi cama algo rustica, la base es de madera con tallados de letras algo raras por así decirlo, más que letras son símbolos. Una especie de lenguaje raro. En mi casa hay varios símbolos parecidos a los que se encuentran en mi cama por todas partes ahora que lo pienso.
- Axel, no seas flojo y por favor ya parate de esa cama y baja, prometiste ayudarme-. Esa era mi mamá, gritándome desde la sala. Mi cuarto se encontraba en el segundo piso.
Me puse lo primero que encontré, unos vans viejos, un short corto y viejo y una camiseta de AC-DC. Baje por las escaleras rápidamente.

-ya termine todo-. Le grite a mama desde el sótano.
Eran vacaciones de verano, por fortuna a un faltaba más de dos meses para regresar a clases, eso significa que a un faltaba muchas noches por desvelarme, salir con mis amigos, fiestas.
Ya era de noche, martes 13 de junio. Estaba acostado en mi sofá, mirando al techo -quiero salir, quien está más cercas de mi casa, oh cierto espenser, mi gran amigo de la infancia- pensé.
Espenser vive a dos cuadras de mi casa, el más cercano.
Me levante del sofa, me puse mi camiseta blanca, arriba de ella una camisa negra, me arremangue las mangas hasta el ante brazo, un pantalón viejo ya un poco desgastado del color y mis vans rojos.
No le avise a mamá, ya era muy tarde -creo que está dormida- pensé. Ni para que molestarla, de nuevo lo pensé mientras hacia una risa media burlona.
Agarre las llaves de la casa y las del carro, desde la puerta quite el seguro. Escuche desde acá ese hermoso sonido que hace mi mustang del 68. Gran recuerdo que me dejó papá al fallecer. Mi viejo, un hombre tan noble, cariñoso, pero a las ves tan frío. Una frase que siempre me recordaba cuando tenía algún problema - se tan noble y fiel como el perro con su dueño, pero, tan frío como aquel que lo trata con desprecio y con desprecio lo agredirá-. Frase que me sigue siempre.
Estuve pensando esa frase en todo el camino hasta llegar a la casa de espenser.
Como es costumbre llegar a casa de tu mejor amigo, no tocas, no avisas, nada.
Solo entras.
-¡ESPENSER!- grite. Solo se escuchó el eco, el rebote de mi voz en las paredes.

Subí por las escaleras principales de la casa, llegue a su cuarto, la puerta estaba abierta y como es de costumbre de espenser, todo el cuarto hecho un desmadre. No está en la sala, tampoco en su cuarto, es martes, pasan de las 11:28 pm, seguro esta con gina, su novia. Desde que anda con esa tipa pasa más tiempo con ella que con la persona que de pequeño le encubría en todo lo que hacía.
-Axel, eres tú, si no lo eres dímelo porque tengo un vate en la mano ¡estoy muy alterado como para aguantar a una persona que se metió a mi casa a robarme!-. Se escuchó desde la puerta principal.
-Sí, soy yo, calma- le grite. Se escuchó como si algún objeto metálico y pesado callera al piso. - Joder, si traía un vate en la mano, pensé que era broma- lo dije en voz baja mientras que reía.
Baje deprisa las escaleras y en cuanto las baje vi a espenser muy agitado, con la cabeza agachada. -Espenser, hermano, soy yo, ya te lo dije, tranquilo-.
Levanto su cabeza lentamente, en cuanto lo hizo lo mire a los ojos, mi piel al momento de verlos se puso helada, sentí como un viento entro por la puerta, el aire tan frío y seco, la habitación se había tornado un tanto tensa y siniestra. Me acerque a él y con mi mano derecha le agarre el hombro, sentí como una energía me recorrió por todo el cuerpo. - ¿está todo bien?-. Le dije mientras me acercaba cada vez más a él.
Solo se escuchó un susurro -el venia de tras mío-. En ese momento solo se me vino un recuerdo vago, como si ya hubiese escuchado esas palabras antes, pero no sabía dónde, solo lo sabía.
Solté su hombro y de inmediato me salí para ver de quien estaba hablando espenser. No vi a nadie, camine un poco hacia la calle pero solo se veía oscuridad y unos cuantos perros haciendo ruido. De inmediato entre de nuevo a la casa, tome a espenser del ante brazo y lo acerque al sillón. -Hermano, no hay nadie, ¿de qué hablas?-. De repente el alzo su mirada hacia mí -Axel no estoy loco, créeme, yo sé lo que vi, el venia de tras mío-. Esa misma frase la repitió una y otra vez, hasta que se quedó dormido, literalmente.
No quise dejarlo solo esa noche, estaba muy mal y mejor me decidí a quedarme con él.

-Está todo muy oscuro, ¿Dónde estoy?-. Pensé mientras volteaba a todas partes para ver si lograba ver algo, a un que sea una pequeña luz. Me di cuenta que estaba total mente a oscuras, pensé que solo era porque acaba de despertar, pero no, real mente no hay absolutamente nada de luz. No sabía qué hacer, intente coger mi celular pero no lo encontraba. En ese momento recordé que estaba en casa de espenser, pero, porque está tan oscuro todo. Camine con cuidado un poco para ver si encontraba alguna lámpara – es estúpido, no encontrare nada estando todo apagado-. Pensé. Mientras caminaba sentí como si hubiese pisado algo, me agache con cuidado para ver qué es lo que había pisado – mi celular, como rayos llego hasta aquí-. Lo cogí, prendí la lámpara del celular y en cuanto se encendió y alumbro el piso, en cuanto dio el primer destello hacia él, solté el celular, lentamente cayó al piso rebotando varias veces y con ello alumbrando un poco hacia las otras partes.

Por mi mente solo pasaban demasiados pensamientos, sentí como un gran escalofrió se extendía por toda mi piel, mi cuerpo se quedó totalmente pasmado, intente moverme pero no podía, mi cuerpo no respondía. Reaccione de repente, parpadee unas cuantas veces y desperté. –joder todo era una pesadilla-.voltee hacia todos los lados, mire a espenser, todo estaba bien. Me senté en el sofá para asimilar todo lo que había pasado en aquel sueño tan extraño. –todo era como si estuviese flotando en la nada, yo caminaba pero no había nada de bajo de mí, es como si estuviese flotando en la oscuridad. A lo lejos alcance a mirar a alguien que me observaba, un tipo alto, como de dos metros, no se movía, solo me miraba, y de sus ojos, ¡no tenía ojos! Sus cuencas oculares solo eran una luz color rojo y azul, su ojo derecho era rojo y de su lado izquierdo era azul y sus extremidades no concordaban con su cuerpo-. 

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⏰ Última actualización: Nov 14, 2016 ⏰

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