El Último Punto

El primer día.

Soy Eimy, chica sarcástica y emocional de solo 13 años de vida, y claro, gran fanática del voleibol. Recuerdo tal cual como empecé a jugar, era un asco pero, ¿Pero no todos comenzamos desde cero?

El año pasado las jugadoras eran geniales, sus remates, bloques y todos sus movimientos eran fantásticos. Lamentablemente la mayoría de las jugadoras eran seniors, ósea, eran sus últimos años en el equipo.

Nuestro entrenador Francisco, o bueno como todos en la institución lo llamamos, Frank, es una persona estricta en cuanto a la práctica y es muy fuerte en cuanto asistir a tiempo a las prácticas, esto quiere decir si no sabes que no podrás asistir mejor ni pases por la cancha.

Las prácticas son martes y jueves, pero para ser realistas, cuando juegas voleibol lo respiras, lo bebes, lo comes, lo vives. Voleibol tal vez sea solo se vea como "golpear una pelota", pero en realidad es más que eso, las prácticas pueden llegar crueles e intensas, el año pasado las prácticas se llevaron más de par de lagrimas. En conclusión nuestro entrenador no bromea cuando entramos a la cancha.

Entonces se estarán preguntando, "Si su entrenador es tan bueno ¿Por qué te preocupas por las jugadoras que se fueron? Pues la respuesta es muy simple, ¡Tenían años aquí! Es como empezar todo desde cero, pero créanme no nos iremos sin ganar este año, estoy determinada.

Sujeto mis cosas y me dirijo hacia mi salón de clases. Pues me olvide de mencionarles algo, aún quedan jugadoras pero bueno, son de mi edad y  no tenemos ni la mitad del tiempo que tenían las demás.

Camino por los pasillos y me encuentro con una de mis amigas.

¡Hey!- me grita esta pequeña criatura que está al final del pasillo. Creo que es hora de presentarles a Pilar.

Pilar tiene uno o dos años más que yo en el equipo, su altura no creo que más de 5"2 para ser sinceros, habilidad remate, me gustaría decir que es líbero, ya luego entenderán por qué digo "me gustaría".

¡Momo!- le gritó a Pilar corriendo hacia ella para abrazarla. Si, le digo momo a Pilar es su apodo, bueno, el apodo que le he puesto en los últimos días de verano.

Tarde en el primer día, ¿Huh?- me dice frunciendo un poco su expresión.

Ya me conoces- le digo riendo.

La directora llama por el micrófono para que nos organicemos en las filas correspondientes a cada curso.

Ha esta ocasión le llamamos "Acto patrio" esto dura desde las 7:15 hasta las 7:45 dependiendo de los avisos que tengan que decir primero, después de anunciarlos cantamos el himno y nos dirigimos hacia nuestros salones.

Vamos no queremos meternos en problemas desde el inicio del año escolar- dice Pilar desinteresadamente mientras mira las aulas de los niños de preescolar.

Nos vamos caminando cuidadosamente para no llamar la atención de nadie. En el mi colegio son muy estrictos "la disciplina y el orden es lo que debemos de enseñar".

Llegó al patio modestamente tarde pero bueno, mejor llegar tarde que ni llegar. Soy un poco alta, pero ni tanto, mido 5"7, llego a la fila asi colocándo mi ser de antepenúltima en la fila.

Saludo a Legna una de mis compañeras de aula, se me olvidó mencionar de Momo está en el B y yo en A, pues como decía, Legna es una chica exagera mente alta mide 6"0, ósea, un monstruo. Su posición línea delantera, habilidad bloqueo.

Empieza el acto patrio, la directora le da la bienvenida a todos los nuevos estudiantes que se han ingresado al centro, le sigue una ronda de aplausos y continúa hablando de ciertas cosas relacionadas al tema. Cuando finalmente termina su "discurso presidencial" tocan el himno nacional.

Tras el final de el himno la directora se despide y nos despacha a todos a nuestras clases correspondientes. Como es el primer día dudo que nos den clases. Hoy es el típico día de "Hola, mi nombre es...".

Me despido de Pilar con un "chócalas" y me devuelvo a mi fila, delante de mí se encuentra la belleza tropical, Sahira, quien al darse cuenta de que soy yo quien se encuentra detrás de ella, salta rápidamente a abrazarme. Su habilidad es defensora, aunque es un poco pobre su calidad.

Por fin en mi aula, veo caras nuevas, pero solo una en específico me llama la atención, esa chica en especial tiene una altura muy buena, debe medir unos 6"0 0 5"9 como mínimo. Como les he dicho el equipo está empezando desde cero otra vez debemos conseguir lo mejor de lo mejor, pero me preocupa que este año es la competencia nacional, corremos cortos en tiempo y jugadores.

Empecé a jugar voleibol hace unos cinco o cuatro años atrás, voleibol es más que un deporte para mí, desde que comencé no he parado de jugar, es como si lo fuese todo lo que hago. He escuchado de cómo algunos jugadores juegan solo por jugar, que no lo disfrutan, me lo encuentro extraño pero no imposible.

Se escuchan parloteos por todos lados, mi curso siempre ha sido muy activo y dinámico, y por supuesto, muy unidos, bueno casi siempre. Me alegra saber que nadie se ha ido, todo sigue igual que siempre.

La brisa que roza mi cara mientras me paro cerca de uno de los pasillos de mi aula, aire fresco, niños corriendo, pequeñas gotas de agua cayendo de las hojas de los árboles, recientemente ha llovido mucho, espero eso afecte la rutina matutina de la institución, después de todo, aún estamos empezando. Todos se saludan, algunos perdidos porque no saben dónde están sus aulas.

Quien lo diría, viniste- dice Ailin.

Ailin es nuestra "capitana", técnicamente debería ser Pilar, pues ella es mejor dirigiendo y organizando, pues Ailin, creo que solo le interesa ser la mejor, es su vocabulario no está la palabra "equipo".

Ni modo, ¿No me ves?- le digo con un tono sarcástico, dando una vuelta, entro al salón. Ya veo que hoy será un largo día...