Bueno... la verdad no tengo idea de por dónde comenzar... mi nombre es Pepper Kidman (Algunos me llaman Peps pero me puedes decir como quieras) tengo 16, soy modelo y no tengo una gran familia (mis abuelos ya murieron, no conozco ningún tío o primo...
Habíamos aterrizado varias horas después. Salí del aeropuerto y un gran cartel que decía "Pepper Kidman" sobresaltaba entre el montón de gente que esperaba a sus familiares y amigos.
- ¿Hola? - dije acercándome a quien sostenía el cartel, era un chico como de mi edad de cabello castaño y lentes.
- Oh, bonjour señorita Kidman - dijo tratando de ocultar una sonrisa.
- ¿Disculpa?
- Era broma - sonrió y yo lo hice a mi vez - soy Benjamín.
- Gusto en conocerte, puedes llamarme Pepper.
- Genial - buscó a alguien con mirada - ¡Lila! ¡Llegó! - una pequeña niña de unos 6 o 7 años se acercó corriendo y abrazó mi pierna.
- Ho-hola - dije, una pareja se acercó y me sonrió.
- Bienvenida - era una señora de unos 39 o 40 de cabello rubio y con una sonrisa cálida - soy Jackie, tú madre de acogida.
- Oh, muchas gracias por recibirme en su familia - dije, sobrecogida.
-No hay de que, déjame presentarte a la familia antes de ir al carro - intervino el señor - creo que ya conoces a nuestro hijo, Benjamín - asentí y lo observé - ella es Dalila, mi esposa Jackie y yo soy Isaac.
- Que hermosa familia tienen - comenté, anhelando poder decir lo mismo de la mía.
-Oh ven, vamos a casa, debes estar cansada - Jackie parecía dulce y comprensiva.
-Esta bien, gracias de nuevo.
- Déjame ayudarte con alguna maleta - se ofreció Benjamín, tomando la más grande.
- Muchas gracias - en realidad, no se me ocurría que más decir, fue tan cálida la bienvenida que me sentí fuera de lugar.
-No hay de que - el muchacho se alejó y yo suspiré mientras agarraba la maleta que estaba a mi lado.
-¿Cuántos años tienes? - preguntó la chiquilla agarrando mi mano libre.
-¿Dalila, cierto? - confirmé mirándola con afecto, parecía una pequeña princesita, esperé que el acercarme a su familia no la cambiara.
-Aja.
- ¿Te puedo decir Lila? - habíamos comenzado a caminar hacía el parqueadero siguiendo a la familia.
- Suena mejor así - su voz era tierna y sus ojos verdes me observaban con curiosidad.
- Bueno ¿Cuántos años crees que tengo? - Sentía su pequeña mano entre la mía y su cabello rubio era idéntico al de Jackie.
- ¿20? - Me reí y negué.
- Un poco menos - llegamos al carro y Benjamín me invitó a subir.
- ¿15? - me acomodé en el asiento e hice un sonido con la boca, negando - ¡Ya sé! Tienes 16 - sonreí y asentí.
- Así es ¿y tú? - Jackie nos miraba desde adelante, Benjamín sonreía al ver la curiosidad de su hermana e Isaac nos daba cortos vistazos por el retrovisor.
- 8 - se acomodó el cabello por detrás de la oreja y volvió a mirarme - ¿Por qué tu cabello es de dos colores? - mi cabello estaba pintado de una manera bastante peculiar, la mitad derecha era de un rosa claro y la mitad izquierda era del color natural de mi cabello: negro.
- ¿Te gusta? - La mirada que le lanzó Benjamín era de "no me salgas con alguna locura" así que la pequeña solo asintió, tratando de ocultar una sonrisa - A mí también, por eso lo pinté así.
- ¿También te gusta llevar los labios color manzana? - me reí, el labial era color vino tinto.
- Sí, me gusta ser diferente - Apretaba el celular entre mis manos y jugaba con el pompón que tenía el forro.
-Tu serás mi hermana ¿Verdad? - levanté la vista y Jackie mi miró pidiéndome que tuviera cuidado con lo que fuera a decir.
- Eso espero.
El viaje duró como una hora y la pasé respondiendo a las preguntas de Lila. Cuando llegamos a la casa me la enseñaron completa y me acomodaron en mi nueva habitación.
Cuando terminé de desempacar todo me tumbé en la cama y me quedé dormida
