llegue a casa y se escuchaban los gritos nuevamente.
¿Mamá? ¡¡oye!! — dije mientras la miraba llorar. ¿qué pasa? — grito furiosa — tu pasas, si tan solo no tuviera hijos mis gastos fueran diferentes, mi vida fuera menos tormentosa, déjame en paz, no me preguntes nada — gritaba cada vez más fuerte y me miraba con tanto odio que dolía — cerré la puerta y me fui a caminar, me senté en el lugar menos poblado, puse música y saque un cigarrillo... "si tan solo no tu viera hijos". Miraba el celular con la espera de algún mensaje, llamada, algo... "esta científicamente comprobado que mientras más mires el celular el mensaje no llegará", estaba llorando sin derramar una sola lágrima, la peor manera de llorar y sin poder hacerlo y dejar que todo quede ahí dentro, mi vida era estúpidamente una mierda, llegue orar muchas veces por qué las cosas mejoraran, pero nunca ore por dormir y no despertar al día siguiente, necesitaba un abrazo en ese momento y nadie estaba, ya no tenía miedo, me quería morir, no quería seguir respirando este aire contaminado con felicidad, aquella que no poseía yo. Comencé a no fingir, ya no podía estar feliz y las personas empezaban a preguntarme "¿qué te pasa?" pero no podía siquiera hablar, ya no tenía amigos, solo quería que me dejaran morir sola, que se fueran y no quería que me vieran tan rota, no quería que me vieran llorar, no quería que vieran que tan fuerte era mi depresión, ni que profundo eran mis cortes. Estaba decepcionada de mí y de la vida que me tocó vivir, la palabra vivir y respirar me aborrecía, solo quería ser feliz sin despertar al otro día.