Capítulo 4: Corazón enamorado

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(N)

No quería soltarlo, no quería detenerme, no quería nisiquiera despegarme un centímetro de él.
Sus mejillas quemaban al igual que las mías, y sus labios, el ruido de sus labios contra los míos, me estaban llevando directamente al cielo.
¿Por qué era tan excitante?.
Toda la frustración que acumule el día anterior, ahora está dominandome.
Me desprendo de su boca en un sonoro y húmedo último beso y me le quedó mirando mientras recuperó el aliento.
Se veía tan jodidamente adorable con su mirada confusa, su ruborización y su pelo revuelto.

- ¿Qué estás haciendo?.- me pregunta en un susurro sin despegar sus ojos en mi.

- No lo sé.- le respondo riéndome.- Sólo sigo el consejo que me dio mi madre.

- ¿Tú madre?.- pregunta atemorizado empujandóme para que salga de encima suyo.- ¿Le hablaste sobre lo nuestro?.

- Claro que no. Le dije que una persona me había besado y que fue tan increíbleme intenso que no podía dejar de pensar en ello. ¿Y sabes lo que me dijo?.- le cuento sin poder borrar mi sonrisa de mi rostro.- Que acorrale a esa persona y le dé el beso de su vida.

- Estas loco.- me acusa queriendo irse de la habitación.

- ¡Pues tú empezaste esta locura!.- le digo haciendo que detenga su huída. - Y no me arrepiento. Y yo sé que tu tampoco te arrepientes.

- ¡Te dije que fue un error!.- me grita.- ¿Por qué sigues besandome?.

- Oops, fue un desliz mío. La pregunta aquí debería ser... ¿Por qué tu me correspondiste?.- le digo acercándome a él.

- Estas loco. Ayer me dijeron los chicos que eras un mar un lágrimas, pero estás así, sonriendome como un demente.- me dice mirándome de pies a cabeza.

- Ayer estuve mal porque me culpaste de besarte y eso me dolió, porque a mi me gustó. Me hiciste odiar lo que yo había sentido, lo que yo seguía sintiendo, y lo que yo seguía pensando. No podía quitar de mi cabeza el recuerdo de tus labios y me desesperaba, porque no debía, pero seguía en mi el deseo de volver a querer probar tus labios. Y luego, mi madre me abrío los ojos, pero tú me evitaste todo el tiempo y me sentí un estúpido.- le comentaba sin romper el contacto visual entre nosotros.- Y ahora, ya no me siento un estúpido, porque me correspondiste el beso.

- ¿Qué es lo que estamos haciendo Hakyeon ah?.

- Yo estoy curioseando, no se tú.

- Estamos ya grandes para ser curiosos en esto.- me dice dándose la vuelta y marchándose.

- Cobarde.- murmuro sin despegar mi vista de la puerta.


(Leo)

Salgo de allí literalmente corriendo hacia mi habitación. Tenía tantas ganas de golpearme a mi mismo por ser tan idiota. ¿Por qué no detuve el beso?, ¿Por qué le correspondí?. ¿Curioseando?, este chico perdió la cabeza.
No podía tranquilizar mis nervios, así que me tiró a mi cama boca abajo, derrotado, completamente derrotado.

De pronto, siento que estoy cayendo dormido hasta que percibo unas manos sobre mi espalda. Me muevo de costado para ver quien era y en el momento que descubro que era Hakyeon, apoya sus labios sobre mi mejilla sorprendiendome nuevamente.

- ¿Qué haces?.- me exalto al verlo sobre mi cama con una expresión de inocente corderito.

- ¿A qué le tienes miedo si tu fuiste el primero en besar?.- me pregunta calmadamente, parece que no iba a dejarme en paz.- No puedo aceptar que haya sido un error, no besas a tu mejor amigo por un maldito error. Se sincero Jung Taekwoon, o juro que te torturaré.

Sea of illusions / NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora