CURIOSIDAD

763 81 9
                                    

-soñar lo mismo?-dije.- Me parece imposible.

-parece pero no es imposible.

-además ¿que tiene? Fue un sueño extraño, demasiado extraño y pues...no le veo alguna importancia a una ilusión creada por la mente.

-pero...no se. Eso mismo que te pareció extraño podría tener algún significado.

-¿tu crees en esas cosas?¿en los significados de los sueños?

-para nosotras las sirenas son un hecho bastante importante.

-por que?

-podría ser cualquier cosa. Una premonición o algún mensaje que ambas tengamos que saber. No se con exactitud.

-sabes? Es bastante tarde y creo que lo mejor sería seguir descansando.

-pues...el camino es algo largo para la siguiente parada. Sería bueno que partiéramos de una buena vez.

-segura?

-claro! Incluso...¿sabes? Ya no te haré perder tanto el tiempo. Iremos a la cascada principal. ¿te parece bien?

-descuida, en este momento no tengo tiempo que perder.

-pero quiero que veas la principal. Te encantará!

-¿¡como estoy segura de que no me abandonarás a mitad de camino?!

-te prometo que no te dejaré ¿si? Promesa de sirena.

-¿que tan fiable es eso?

-demasiado! Ahora levantate, que si no empezamos a avanzar en este momento, no se que tan tarde lleguemos.

-aaaghh! Está bien. Pero si un animal salvaje me ataca...

-yo con gusto hablo con el para que no te haga daño.

Me levanté, me sacudí la ropa, algo que en serio yo no le veía caso ya que...más mugrosa no puede estar.

El camino es largo en serio, yo sabía que no llegaríamos ese día al lugar. ¿Pero que más podía perder?

Yo iba anotando algunas cosas como lugares, algunos bichos, plantas...en fin, todo lo que se cruzara en mi camino.

Lapis iba, como siempre, entusiasmada. No le prestaba atención a lo que parloteaba, ya que la mayoría de las cosas no las entendía, hacía demasiadas referencias a cosas del océano que en verdad yo no captaba.

Mi estómago empezó a exigir alimento. No vi ningún árbol frutal que me pudiese dar la comida.

-¿que pasa?-me pregunta lapis al ver que yo me estaba agotando.-no te ves bien.

-tengo hambre y no veo nada de comer por aquí cerca.

-oh, claro. Se me olvidó ese detalle.-se sumerge al agua por un rato.

-espero que no te vuelvas a ir.-bromee, o quizá no.

Salió con unas cuantas plantas en mano.

-estas son algas. Algas especiales. Espero que te gusten.

Me extendió las hierbas para que las agarrara, pero no tienen buen aspecto que digamos. Parece más bien musgo viscoso.

-prefiero morir de hambre.-dije de mala gana.- además ¿¡por que dices que son especiales?!

-¿cual es tu comida favorita?

-no cambies el tema.

-en serio! ¿que comida te encanta?

-me gusta...los sándwichs.

-ahora come esto.- salió del agua y me puso en mis manos esas plantas tan asquerosas.- si las comes verás por que son especiales.

-pero están asquerosas! Están a poco de hacerse baba en mis manos.

-no juzgues si no las pruebas. Recuerda tu alimento favorito.

-ese truco ya me lo sé!-dije molesta.- me imagino que sabe a mi comida favorita para poder tragarmela. ¿¡cierto?!

Lapis sólo se puso sería, sabía yo que ya casi estaba a punto de romper su paciencia.

No me quedó de otra que tomar mucho valor, rogar que no me pasara nada malo y me comí las Algas.

No, no era cosa psicológica. En serio sabían a mi comida favorita. Pasé un bocado y traté de imaginarme otro alimento con otra probada, ningún cambio.

-¡¿que es esta cosa?!-le dije asombrada ante el resultado.-es...es...no tengo palabras!

-alga especial.- sonrió.- te lo dije.

-oh por las estrellas! ¡es genial!

-te lo dije.-se volvió a zambullir en el agua.-¿podemos continuar?

-claro.-seguí caminando.- es magnífico esto! Y lo increíble es que e quedado satisfecha.

-lo sé. Y aún te falta probar más frutos así. Tanto en la isla como en el río se dan frutos así de magníficos.

-genial! Y bueno...- tenía que agradecerle de algún modo, así que conversaría con ella con toda buena intención.- ¿a ti que te gusta comer? ¿las sirenas comen?

-a mi? Nada, no soy mucho de cargar mi sistema digestivo con algo.-hizo una pausa.- a nosotras las sirenas no nos gusta comer.

-¿y como pueden sobrevivir?

-nos alimentamos una vez al año. Pero es una buena ración.

-¿¡una vez al año?! Yo no aguantaría tanto tiempo sin alimento. ¿y que es lo que tú comes?- reí.- Digo, pues...para sobrevivir un año debe ser algo realmente nutritivo.

Ella se detuvo, me volteó a ver y sólo sonrió.

-ah...lazuli?

-es algo... demasiado nutritivo si lo vemos desde el punto de vista de una sirena.- siguió nadando.

-¿pero que es?

-nada importante.-dijo desinteresada.- Sólo...camarones.

-...no te estoy creyendo.- detuve el paso.- ya anda! dime que es.

-luego te digo.-me voltea a ver.- ¿hecho? Que te daría asco saberlo.

-estoy preparada para lo que sea!

"No te voy a decir, no lo aguantarías sin salir corriendo."

Que... ¿¡que?! La acabo de escuchar pero no la vi mover ni un centímetro de su boca.

-¿¡como es que...?!

Sólo se rió de mi y siguió su camino.

-lazuli! Oye...

Traté de alcanzarla pero en serio nada rápido, además de que por tener ella un poco más de altura que yo me a ganado en avanzar.

-lazuli!-ya no la veía.- dijiste que no me dejarías así!

Nada, ninguna respuesta.

-Ja, ja. Que pésima broma.

Nada aún.

Me había olvidado, me dejó de nuevo en medio de algún lado de esa isla tan enorme. ¿estará bien? ¿lo hizo a propósito?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de agua cayendo, una cascada. Quizá lapis esté ahí.

Me acerqué lo más rápido que pude hasta donde se escuchaba el agua correr.

Una cascada algo sencilla para mi gusto, la cueva de esta se encontraba en un rincón de la caída de agua.

La vista de este lugar no era tan maravillosa como las que e visto, a decir verdad, daba algo de escalofrío estar ahí. Ni un ruido que no fuese el agua, ni un grillo o avecilla cantando por ahí.

No me daba buena espina el lugar, pero aún así...la curiosidad de tan misterioso lugar me había cautivado.











...

MI NAUFRAGIO DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora