Quédate a mi lado

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Es la primera vez en el tiempo que tengo escribiendo, que he tardado tanto en actualizar. Resumo por qué no había actualizado en:  universidad, trabajo y practicas. Ahora espero ya poder ponerme al corriente, ya que deseo terminar esta historia lo más pronto posible.

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Taemin se había quedado hasta tarde en un bar. Bebió muy poco, ya que más era lo que quería relajarse que emborracharse sin sentido. Además, al paso de las horas, había llegado Onew y ahora platicaba con él de la forma más tranquila posible. Tal era la confianza que Onew le había inspirado que al paso de las horas, ya estaba perfectamente al tanto de la situación de Taemin.

Onew suspiraba y le miraba, prestando total atención a aquello que le decía. Al final, le dio una suave sonrisa y dejó su copa sobre la mesa.

-Bien, yo creo que si les ha pasado todo eso, lo mejor es que hables con él. Tú mismo me lo has contado, siempre han existido terceros y ahora por un tercero de nuevo es que estás así.

-En verdad, sé que es lo mejor pero me aterra que me vaya a decir que es la razón por la cual tras saber que tiene un hijo se quiera aproximar a él...

-Taemin, si después de tres años te enteras de que tienes un hijo, creo lo más lógico es querer intentar aproximarse a él, ¿No lo crees? En verdad creo que tienes que darle una oportunidad a Minho. Puede que no haya tratado tan a fondo en el ámbito personal, pero, me consta que es una buena persona y una muy noble.

Taemin le escuchó atento. Onew tenía razón, debía hablar con Minho y preguntarle sobre todo, aclarar sus dudas y no dejar que por culpa de una "idea" porque sí, eso era, a él le doliera la cabeza y le pusiera tan mal.

-Muchas gracias Onew, en verdad necesitaba que alguien me escuchara. Muchas gracias.

-De nada, sólo que no me gusta verte así. Puede sonarte un poco atrevido, pero me encanta cómo sonríes y no me gusta verte decaído.- le dijo bajando un poco su mirada, esbozando una tímida sonrisa.

Taemin abrió sus ojos y sintió un suave coloreo en sus mejillas. Desde aquel día en la cafetería, había llamado su atención y sintió ganas de conocerle un poco más, pues sus ojos eran muy expresivos, así como siempre parecía que estaba de muy buen humor. Para su suerte, todo ello se esfumó el día que Minho apareció, ya que pese a que al principio no quería perdonarle, no dejaba de pensarle, y eso aumentó más el día en que se enteró de su pequeño Min-Hyung.

-Muchas gracias, de verdad. Creo que me voy a retirar por el día de hoy.- Se levantó, tomó sus cosas y le dedicó una suave sonrisa- Te veo mañana, pasa buena noche, Onew.

Onew le regaló de vuelta y le vio partir. Al ver su espalda, sólo sonrió amargamente. Le gustaba, le había flechado desde ese día en la cafetería más al ver cómo reaccionaba cada vez que aparecía Minho, sabía que ganarle sería algo imposible, pues desde que supo de la relación pasada y de ese lazo que los une, sabía que no valía la pena intentar ganar una lucha perdida. Le aconsejó lo mejor que pudo, le escuchó con atención y le reconfortó en todo momento.

Ahora le tocaba ver cómo iba a arreglar las cosas con la persona que amaba y siempre había sido así. Sólo regaba que encontrara las palabras correctas y que nunca permitiera que de nueva cuenta, terceros se filtraran dentro de una relación.

Se levantó de la silla, pagó su cuenta y salió de aquel lugar. La noche era fresca. Subió a su auto y se dedicó a tomar el camino largo, ya que, su corazón dolía y sólo quería olvidar, hacerse a la idea de que nada podría pasar entre ellos, y debía de olvidarle antes de hacerlo más significante en su vida.

Keeping Love AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora