Durante toda la existencia de la humanidad, esta siempre ha buscado Más, más poder, más riqueza, más guerras... Así pues agradecidamente esto no es lo único que lleva haciendo la humanidad desde aquel entonces, desde tiempos de los antiguos egipcios los humanos siempre han tenido un sentido de rebelión y revolución, siempre han intentado desafiar a los opresores o invasores, desgraciadamente, esto es y ha sido alzando armas en numerosas ocasiones. Sin embargo, también los humanos han llevado y siguen llevando la consigo una obsesión por el descubrimiento... siempre querer saber más y conocer más y más hasta conocerlo todo, por desgracia para ellos nunca nadie lo sabrá todo pues como dijo una vez un buen hombre -"Nunca lo sabrás todo, pues cuando lo sepas todo, dejarás de pensar"-... Así que, la raza humana es perfectamente definida en tres aptitudes, en tres puntos o definiciones; la revolución, la investigación y el sentimiento del "Más".
Así pues para empezar estas tres aptitudes que se merecen a ser recalcadas, pues con esas tres ideologías se podría describir a la humanidad entera, sin limitaciones ni temporales ni terrenales.
El sentimiento del "Más", siempre querer más y más, y cuando se tenga todo, seguir queriendo más, más poder, más riqueza... El problema es que los seres humanos siempre se han organizado en varios imperios y todos quieren más poder y riqueza y, solo entonces, es cuando estalla la guerra. Muchos, dicen que la guerra es una forma de venganza o rencor, incluso un arte, sin embargo, en verdad es básicamente un puente, sí, un puente que nos lleva hasta el poderío y la riqueza, sin embargo, los pilares de este puente están manchados de sangre y construidos por espadas y muertes humanas, muertes que nunca caerán en el olvido... Así pues, la guerra no es el único modo para tratar de llegar al poderío y tesoro absoluto, el otro gran y más benévolo camino es la diplomacia, este, es más justo y pacifista, sin embargo hay que desarrollar unos dotes natos de astucia para dominarla, una astucia que se puede igualar a la que Isabel la católica usó para casar a sus hijas con dignatarios y príncipes extranjero consiguiendo así, la unificación de un indomable Imperio que se alzó bajo el nombre de España... Pero... para concluir este tema, cabe a resaltar que la guerra es un camino mucho más fácil, la guerra es un arte, un arte que todos pueden aprender, unos serán mejores que otros y vencerán y resaltarán sobre los demás, sin embargo, no sigue siendo nada más que un simple y maligno arte. Mas la diplomacia no es un arte, ni se puede enseñar, ni aprender, la diplomacia es un don, un regalo que nos ha dado la vida y que los que puedan gozar de ella que la aprovechen, pues tomar ese puente, el más difícil, y no el más fácil, puede salvar muchísimas vidas...Sin embargo, desde los principios de su historia, los humanos no solo han tenido el sentimiento de la anviciosa búsqueda del "Más", también, siempre y sin ninguna excepción, la raza humana se ha revelado, la mayoría de las veces contra sí misma. Los humanos siempre han querido derrocar a una fuerza mayor que está creando una opresión, siempre, aunque la fuerza a la cual se van a revelar sea mucho mayor y poderosa que ellos y probablemente les vaya a aplastar. Pero, no siempre es así, a veces, una revolución puede estar mejor organizada, tener mejores estrategias, y tener un mayor sentimiento de libertad y unidad que el enemigo, una libertad, por la cual luchan dando sus vidas, una libertad que puede alzar a una rebelión o a una revuelta al mismísimo trono, una libertad, que atemoriza a los poderosos y da poder a los atemorizados y al pueblo llano... Todo esto no me lo estoy inventando, por ejemplo, pongamos de escenario La Revolución Francesa; una noche cualquiera el rey Luis XVI de Francia se despierta en sus aposentos por los gritos de bravas y enfadadas masas de gente que recorrían París por aquellos tiempos, nada raro para la época ya que la crisis económica francesa hacía estas revueltas usuales de entre los terrenos francos. Sin embargo, esa noche los gritos eran más fuertes y las masas más extensas, el rey de Francia, preocupado, le preguntó a un guardia,- ¿Qué está pasando?, ?una gran revuelta?, ¿una invasión extranjera...?- Y, el guardia le respondió.-No, es una revolución...- Al oír esas palabras el rey Luis XVI se temió lo peor y así sucedió, pocas horas después las manifestaciones envistieron y penetraron en el palacio, arrollando y capturando a toda la corte francesa. Así pues esto no ocurrió solo en París..., todas las gentes de Francia se habían alzado contra sus injustos dignatarios... Versalles, Marsella, Lyon...-¡Qué ironía!- me hace pensar todo esto.- Al acostarse el rey Luis XVI tenía toda Francia bajo la palma de su mano, sin embargo al despertarse y salir el sol, la unidad de un país le habían puesto la cabeza en la guillotina...
Sin embargo, el ser humano tiene un tercer apoyo, cualidad o característica; el sentimiento del saber y los descubrimientos, pues acaso Cristóbal Colón o los exploradores portugueses se detuvieron en su carrera por los descubrimientos, acaso Galileo Galilei descarto su teoría por el simple hecho de que nadie la apoyaba. El ser humano a lo largo de la historia a tratado de atravesar la ultima frontera; hace mas de dos mil años la ultima frontera eran las grandes masas de Tierra, en tiempos del Imperio Romano y la oscura Edad Media los limites del mundo era el mar, tras la revolución industrial la linea que delimitaba el fin se sitio en los cielos, en plena guerra fría, la cual la antigua URSS y los libertadores americanos lucharon sin cesar por ganarse la frontera del espacio, y ahora, en estos inciertos tiempos, el limite del fin se establece allá donde nuestras maquinas e inventos estén capacitadas para llegar; a los fondos de los océanos, las cuevas mas profundas, los planetas mas lejanos, los confines del universo... Sin embargo la humanidad también ha creado una carrera por el saber en la cual todos hemos participado por la tecnología mas avanzada y mas novedosa que consiga aniquilar a la anterior; los aviones asesinaron a los globos aerostáticos, los paquebotes de vapor a los buques a vela, los automóviles a los carros de caballos; la tecnología avanza junto a la humanidad pues una simbiosis inseparable se establece entre estos para que nunca se rompa.
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Filosofía Pura y Dura
SpiritualUn libro en el cual recoge todos aquellos momentos pensativos en los cuales intento encontrarle una explicación a todo...