Capitulo 02

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— Yo... SiWon te recibo a ti, HeeChul como esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Estaba en un pequeño templo a las afueras de la ciudad. Se veía antiguo lo cual lo hacía ver elegante y con clase. A su lado estaba él... tomando sus manos diciendo aquellas palabras pero una luz demasiado brillante le impedía ver y por más que intentaba sus ojos no eran capaces de verlo. Solo el brillo de unos blancos dientes que se asomaban tras una sonrisa que lograba percibir

Eso le estaba provocando un poco de miedo. ¿Por qué no podía verlo?

— Yo... HeeChul te recibo a ti, SiWon como esposo y me entrego a ti. Prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

No había nadie más con ellos compartiendo ese momento. Solo un sacerdote que pronunciaba algunas palabras para así enlazarlos como esposos. Les daba la bendición tras prometerse amarse hasta el final de sus vidas.

Esa mano cálida lo llevó hasta la puerta de aquel pequeño templo corriendo. Como si fueran dos niños jugando a ser rebeldes. Como si estuvieran haciendo travesuras. Al abrir las puertas esa luz volvió a cegarlo haciendo necesario llevar una mano a su rostro para tapar sus ojos.

— Princesa... te amo.

Lo escuchó decir. Esa voz... le resultaba hermosa. Su corazón se aceleraba con solo escucharlo decir aquellas palabras y una sonrisa se dibujaba en su rostro. Quitó la mano de sus ojos para voltear a verlo pero de pronto se vio parado en medio de un gran campo de pasto verde y algunas flores.

Solo... completamente solo volteo a ver su alrededor buscándolo pero no lo encontraba.

— ¡SiWon! ¡SiWon! ¿Dónde estás? ¡No me dejes! — empezó a correr pero no lograba encontrarlo hasta que una rama lo hizo tropezar y cayó.

HeeChul se despertó agitado por el sueño. Aún sentía en su corazón la angustia, el miedo y la tristeza de haber sido abandonado en ese campo por SiWon, pero sobre todo estaba intranquilo por no poder recordar su cara a pesar de haberlo visto ese día en el hospital ¿por qué en sus sueños no lo veía?

Se sentó en su cama con un poco de dificultad. Aún no se acostumbraba al embarazo y eso también lo tenía intranquilo. Había perdido en su memoria seis meses de su bebé. No sabía nada de él ¿cómo se enteró? ¿Cómo se lo dijo a su esposo? ¿Lo esperaban con amor? ¿Ya había pensando en algún nombre? Nada... absolutamente nada.

Kim HeeChul. (POV)

Me senté en la cama aún agitado por ese sueño. Llevo mi mano al corazón para tranquilizarlo y luego la bajo hasta mi barriga. Es extraño... es extraño verla pero no por eso dejo de sentirme feliz, aunque en estos momentos estoy muy confundido y no recuerdo muchas cosas pero de algo estoy seguro y es que yo amaba a SiWon cuando concebimos a éste bebé.

Si lo amaba ¿por que ahora no sé qué es lo que siento? Cuando lo vi ese día fue realmente extraño, su rostro simplemente desapareció de mi memoria y entonces noto que he dormido solo. No vino.

— Niño HeeChul. Despertó. — volteo a la puerta y la veo entrar con una charola con comida.

— Nana. — a ella si la recuerdo. Ella siempre ha sido muy amable conmigo. Quiere mucho a SiWon y sus hermanos.

— Pero mira nada más que pálido estas. Debes comer para que te pongas fuerte y sano. El bebé necesita que te alimentes. — se acerca con la charola y la pone sobre mis piernas.

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