Capítulo 2: "Trato hecho..."

347 20 15
                                    


El día estaba llegando a su culminación... en esos momentos el claro y azul cielo de Karakura había sido reemplazado por el hermoso ocaso tomando este un bello tono naranja, y el enorme y dorado astro podía observarse como iba perdiéndose mientras se escondía tras la enorme colina de la mencionada ciudad...

En una bella casa construida de manera tradicional, se encontraba un hombre de mediana edad sentado en el pasto de su jardín presenciando el bello ocaso mientras tomaba una taza de té verde; en esos momentos un cálido y fino viento hizo presencia moviendo hací sus largos y lisos cabellos blancos, dicho hombre había estado en esa postura por un largo tiempo meditando sobre cierto asunto que le aquejaba y analizando la posible solución a él, pero una amigable y conocida voz lo saco de su reciente estupor.

- Ukitake... parecías estar en otro mundo... ¿Qué es lo que te inquieta en estos momentos?- indago un amigable pelicastaño mientras tomaba asiento junto a él peliblanco, llevando consigo una botella de sake.

- Kyoraku... pensé que estabas embriagándote por ahí con Rangiku-san- comentaba el cálido hombre con una pequeña sonrisa- retomando tu pregunta anterior... estaba pensando en el asunto sobre el nuevo sacerdote...he estado investigando acerca de si hay jóvenes interesados en esta labor, pero lastimosamente no he sido capaz de encontrar a nadie, y soy consciente de que los actuales sacerdotes no pueden abandonar sus respectivas iglesias para venir a atender donde yo ejerzo mi labor... si no encuentro una solución al problema tendré que continuar con mi rol actual, porque no puedo dejar tiradas a todas las personas...

- Pero tú eres consiente que ya no puedes seguir impartiendo las misas... esa labor te desgasta y agota mucho, sumándole a esto tu enfermedad, solo lograras agravar más tu delicado estado, tienes que guardar reposo de ahora en adelante, hasta Ryuken-san te lo ha mencionado...- aportaba un preocupado Kyoraku.

-Lo se Kyoraku... estoy consciente de la situación... ¿pero entonces que me aconsejas hacer?.

- Sé que te caracterizas por ser una persona muy honesta y confiable, también por ser muy entregado y dedicado a tu labor... inclusive que nosotros fuéramos hijos del viejo Yamamoto y que tuviéramos todos los recursos y el dinero necesario para cursar la carrera que quisiéramos o ejercer un notorio papel en su "imperio", no afecto para que tu decidieras luchar por lo que verdaderamente deseabas, incluso cuando eso significaba enfrentar al viejo... pero gracias a tu determinación y dedicación te has convertido en el sacerdote tan querido y respetado que eres ahora; yo por otro lado me he vuelto un holgazán y bebedor invicto de primera- menciono lo último con una tranquila sonrisa- por eso sé que te duele saber que ya no podrás seguir ejerciendo y trabajando en lo que amas... sin embargo también tienes que preocuparte más por ti... en estos días yo también he estado analizando la situación y he llegado a la conclusión que si no encontramos a tu reemplazo de la manera correcta, lo tendremos que hacer un poco a la "fuerza".

- ¿A qué te refieres al encontrarlo a la fuerza?

- A lo mejor lo que te proponga no te agrade, más conociendo lo ortodoxo que eres... pero la única solución que se me ocurre es "contratar" a tu sustituto- daba a conocer su punto de vista el pelicastaño de manera tan natural que aturdió un momento al peliblanco.

- ¡Pero qué cosas propones Kyoraku!- regañaba el asombrado sacerdote- como se te ocurre proponer que contratemos a una persona para ello... primeramente es ilegal y no sería correcto el resolver las cosas de esa manera... una persona debe ser sacerdote por vocación, no por dinero.

- Sé que para ti es difícil el realizar las cosas de esa manera, pero acepta que es lo único que podemos hacer, es tomar ese riesgo o dejar a una multitud de personas "desamparadas", después de todo eres el único sacerdote en la ciudad, y como ya dije no permitiré que sigas ajetreándote de esa manera- pauso por un momento su hablar para empinarse la botella de sake ya que sentía como se secaba su garganta, y al encontrarse solamente con el silencio de su acompañante decidió continuar con su explicación- opino que debería ser alguien joven y saludable ya que alguien de "edad mayor" no rendiría adecuadamente... lógicamente no buscaremos a un chico sin valores o que no tenga mínimo conocimiento de estas cosas... solo piénsalo Ukitake... es mejor realizar un pequeño sacrificio para así obtener un bien mayor.

Mi dulce tentación...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora