La llegada

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Un tal 12 de enero de 1935 una joven pelirroja de unos 17 años de edad apareció en el frio asfalto en una de las numerosas calles de Chicago no recordaba nada solo sabía que era diferente a todos los demás.

80 años después, en una fría noche de enero otra joven morena de preciosos ojos azules apareció en la misma calle, a la misma hora y el mismo día que aquella joven pelirroja que 80 años atrás había aparecido la pregunta era... ¿Cómo?

Poco a poco mis ojos se fueron abriendo permitiéndome visualizar una gran calle llena de enormes árboles y pequeños arbustos situados justo en frente de los grandes jardines que daban paso a la increíbles casas que me rodeaban, la calle estaba desierta, no había ni un alma, el único sonido que me rodeaba era el movimiento de las hojas debido al fuerte viento que se presentaba en estos momentos, el cielo estaba precioso era como si nunca hubiera visto una cosa así, millones de estrellas brillaban sobre mis ojos acompañadas de una bonita luna llena que iluminaba toda la calle sin necesidad de ninguna farola.

Yo estaba confusa, no sabía dónde estaba y porque estaba en ese lugar ni siquiera sabía quién era. Dándome cuenta que aún estaba tirada en el suelo decidí levantarme pero un fuerte dolor de cabeza me obligo a volver a mi posición anterior hasta que oí un extraño ruido que me hizo sobresaltarme, asustada comencé a echarme para atrás empujando el cuerpo con mis piernas hasta que un similar estruendo al de antes me hizo levantarme ignorando mi fuerte dolor y empezar a buscar cual era el causante del jaleo.

Poco a poco empecé a urgar entre los árboles pero lo máximo que llegué a encontrar fue un gato muerto a los pies de un antiguo banco de madera, seguí buscando debido a que seguía oyendo el mismo sonido una y otra vez hasta que unas manos me taparon la boca arrastrándome marcha atrás, lo último que recuerdo es caerme al suelo debido a mi jaqueca.

- Está muerta!

- Que dices? Esta respirando estúpida!

- La has matado!

- Se ha desmayado!

- Si claro por eso no respira

- Que esta respirando!

- Queréis parar las dos?

dos voces femeninas me fueron levantando, poco a poco mis ojos fueron abriéndose haciéndome ver dos adolescentes de unos 17 años, una era rubia con unos preciosos ojos verdes los cuales me miraban atónitos la otra tenía el pelo negro como el carbón con una piel blanca como la nieve y unos preciosos ojos azul claro que miraban a la rubia con desprecio

- Se despierta! Grito una niña que había a mi lado, de un momento a otro un puñado de chicas empezaron a acumularse a mi alrededor ,había de todas las edades y todas parecían perplejas

- Dónde estoy? Pregunté levantándome de la cama en la cual estaba echada hace unos minutos, una mujer de unos 40 años se me acerco con una tierna sonrisa y se sentó a mi lado

- Aquí estás a salvo. Me afirmo

- A salvo? De quien? Pregunté abriendo los ojos como platos debido a su anterior expresión

- De ellos. Me dijo la niña de antes sentándose al otro lado de mi cama.

- Quienes sois? pregunté

- Somos como tú. Me dijo una de las numerosas chicas de la sala con una sonrisa

- Como yo?

- Chicas, podéis dejarme sola con ella? Dijo la mujer de antes, era muy guapa, rubia con unos preciosos ojos negros que brillaban debido a la luz que entraba por la gran ventana situada justo en frente de la cama en la que estaba acomodada.

Perfect strangersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora