INNOCENCE.

CAPÍTULO 11.

—Con que haciendo un trabajo, ¿eh?

Me sobresalté por completo, así que me di la vuelta y estaba a punto de gritar.

No sabía si relajarme o ponerme nerviosa al ver que era Alex.

—¿Qué diablos haces tú aquí? —exclamé.

—¿Qué haces tú? —me miró levantando una ceja.— Después de todo lo de ayer, ¿rompes tu promesa sin más? Creo que estoy dejando de ser el malo de la película —dijo encogiéndose de hombros.

—Oh, por favor. Yo sólo he roto una promesa, no he matado a nadie. Sigues siendo el malo de la película —me excusé.

—Esa lengua. Me dijiste que no volverías a mencionar aquello.

—Perdón... —murmuré.

—¿Y luego me preguntas por qué no me fío de ti? —dijo soltando una risita.— Sabía que ibas a venir.

—No lo sabías —me crucé de brazos.

—Oh, por favor —rodó los ojos.— Tenías que elegir entre hacerle caso a un chico arrogante y grosero en no salir sin darte explicación alguna o no hacerme caso y salir con el chico atractivo y simpático que te ha invitado al cine para no defraudarle. ¿No era un poquito obvia la situación?

Apreté los labios. No tenía ni idea de si estaba molesto conmigo o le daba igual.

—Bueno... pues si era tan obvio desde el principio, ¿por qué tuviste que insistir tanto en que te lo prometiera? —pregunté.

—No perdía nada por intentarlo —se encogió de hombros.— Además... —se acercó a mí y se apoyó de lado en la pared con una sonrisa descarada en la cara.— Me gusta que te pongas nerviosa con mi cercanía.

—Yo no me pongo nerviosa con tu cercanía —dije frunciendo el ceño.

—Yo no tengo tatuajes —dijo.

—¿Qué? —le miré confundida.

—Creí que estábamos negando lo obvio —se encogió de hombros.

Yo suspiré rodando los ojos y miré hacia otro lado.

—¿Y ahora? ¿Te vas a quedar toda la noche espiándome? —pregunté de mala gana.

—Es más bien supervisar —dijo poniéndose recto nuevamente y mirándome serio, para después sacar una pequeña sonrisa.— Y será divertido ver cómo te fastidio la noche con mi presencia.

Suspiré irritada echando la cabeza hacia atrás y me dispuse a empezar a caminar, ignorando por completo su presencia.

Volví al mismo puesto de comida de antes, aquellos tres seguían hablando animadamente junto a este, y había visto una cabeza sumada a a ellos.

—He vuelto —dije al llegar al lado suya.

Ante eso, me di cuenta de que Tyler estaba entre nosotros.

—Sam —sonrió ampliamente a verle y se acercó a mí.

—Hola Tyler —dije soltando una risita y dándole un corto abrazo.

—Tú también has venido, Harvey. ¿Qué pasa? ¿Se os quemado la casa? —dijo Isaac con una sonrisa ladeada.

—Nos aburríamos, Alex me contó que estabais todos aquí y le dije «¿Y por qué no nos acoplamos? Será divertido» —contó Tyler sonriente, el cual estaba a un lado de mí.

—¿Y qué papel tenéis? ¿Sujeta velas de las dos parejas de la cita o la otra pareja homosexual? —dijo Dillon soltando una risita.