Palabras Sueltas

Tormenta

Solía temerle a las tormentas...
Pero desde que apareciste. Desde que me acompañaste en todas mis tormentas... Mas que miedo. Sentía felicidad. Cada vez que te decía que tenía miedo te quedabas conmigo hasta que me dormía. Si por algun casual me despertaba tú estabas ahí diciendo que todo está bien, que volviera a dormir que estarías aqui para mi... ¿Te desvelabas toda la noche para cuidarme verdad? Aunque... No tenía tanto miedo. Solo quería estar y hablar contigo. Realmente estaba feliz a tu lado...
Aún asi...  Si todos esos momentos me hacian sentir felicidad... ¿Por que me duele tanto recordarte? ¿Por que? si tu sabías que no ibas a estar mucho tiempo conmigo ¿que te hizó decidir no decirme nada y seguir sonrriendo como si nada pasase? Aunque lo veia... Aunque estuviese en frente de mi todo el tienpo y lo sentía... No lo quise admitir. No quería admitir que mi felicidad se iría contigo...
¿Por que?
¿Por que?
¿Por que?
¿Por que no me contestas?
¿Por que te callas y no me dices nada?
¡Se que estás ahí! ¡Se que estás escuchandome! ¡Reune todo el valor que tengas y contestame! ¡Porque si no!... Porque si no yo... Me derrumbaré ante este diluvio... Por favor... Si es que me escuchas... Hablame... Di algo...

Solía temerle a las tormentas... Pero ahora las odio en cierta forma. Quizas... No. Es porque tú estás en ellas... En cada una... El agua que golpea la ventana de mi habitación desordenada es como tu respiración. A veces suave, a veces fuerte, pero siempre constate, dejandose escuchar siempre... La correntada de viento que pasa por toda mi casa. Azotando las puertas, tirando las vacias latas y botellas de licor. Son tus despreocupados actos de locura y rabietas en las que me arrastrabas... El constante retumbar de los truenos en mi cara llena de lagrimas son los sentimientos que me haces sentir. Que, resuenan igual de fuerte como la primera vez que aparecieron...
Vives en todo lo que implique una tormenta. Mierda hasta la puta gotera que dijiste que arreglaríamos. Haría otra rabieta de eso. Pero, ya no tengo fuerzas para nada más...
Hubiera querido pasar mas tiempo contigo... Pero fuiste el rayo que iluminó mi cielo. Y cuando te fuiste... Solo dejaste oscuridad...